Cada año se suicidan un millón de personas, o dos por minuto, cuando es algo que puede prevenirse, indicaron especialistas en salud mental.
"Es trágico que en un mundo dónde se quitan la vida más personas por año que las que mueren en guerras, ataques terroristas y homicidios, se preste tan poca atención a la prevención del suicidio", dijo IPS Brian Mishara, presidente de la Asociación Internacional de Prevención del Suicido (IASP, por sus siglas en inglés)
"Sólo una decena de países cuentan con una estrategia nacional de prevención", remarcó.
Las ex repúblicas soviéticas como Lituania, Estonia, Belarús y la Federación Rusa son los países con la mayor cantidad de suicidios por habitante.
Pero es en Asia donde se registra el mayor número de suicidios, con 60 por ciento de todo el mundo. En el continente, 40 por ciento ocurren en China, India y Japón.
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Las causas y los métodos varían mucho de un país a otro. Para diseñar una estrategia nacional hay que tener en cuenta patrones culturales de suicidio, explicó Mishara.
Las causas no son simples de identificar. Sin embargo, se observó que en Asia, por ejemplo, las tensiones familiares son la principal razón, a diferencia de Occidente, dónde la depresión clínica representa 90 por ciento de los casos.
"La principal diferencia entre los suicidios en Europa, América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y otros lugares es que más de 90 por ciento de las personas que se quitan la vida en esos países tienen algún problema de salud mental, mientras que, al menos en Asia, eso ocurre en menos de 50 por ciento de los casos", señaló Mishara.
"En ese continente, hay más suicidios impulsivos en situaciones de crisis", apuntó.
"Existen factores de riesgo y de protección específicos a cada cultura. Por ejemplo, el fácil acceso a pesticidas letales aumenta el peligro de suicidios impulsivos en muchas zonas rurales, mientras que vivir en un ambiente familiar extendido es una forma de protección y disminuye los riesgos", explicó Mishara.
El consumo de pesticidas fue el método empleado en uno de cada tres suicidios ocurridos en Asia. En cambio, en Occidente es raro. Estas diferencias hacen que los programas de prevención sean muy distintos de un lugar a otro.
Los estudios comunitarios acerca de las determinantes sociales, culturales y psicológicas de los intentos de suicidio y una mejor comprensión de las causas subyacentes son la clave de la prevención, dijo a IPS Alexandra Fleischmann, especialista en salud mental y abuso de sustancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un programa piloto implementado en China, India y Sri Lanka limita el acceso a pesticidas y exige que sus cajas sean herméticas. En Europa, las líneas telefónicas de ayuda al suicida son poderosas herramientas de disminuir su incidencia.
La prevención puede tener una dimensión nacional y otra local.
"La planificación nacional facilita un liderazgo y un marco político que son muy importantes para mantener una financiación continua y de alto perfil para la investigación y la prevención", explicó Mishara.
"En el ámbito local, hay muchos programas prácticos que traducen declaraciones políticas y resultados de investigaciones en medidas efectivas" concretas, añadió.
"En los lugares dónde se adoptaron políticas con dimensión nacional, observamos una disminución significativa de la cantidad de suicidios en cinco u ocho años", remarcó.
Estadísticas y datos oficiales de suicidios son enviados a la OMS por los ministerios de Salud.
"Los datos suelen estar subestimados, aunque el margen es bastante variable", explicó a IPS.
Algunas naciones en desarrollo, como Cuba y Nicaragua, por ejemplo, cuentan con datos bastante precisos, pero no son todas.
No es común que los países africanos envíen ese tipo de datos a la OMS. Informes de las alcaldías y de los hospitales son otras fuentes que permiten aprehender el problema.
Un estudio en el meridional estado indio de Tamil Nadu trató de obtener una estimación más precisa de la cantidad de personas que se quitaban la vida. Se realizaron "autopsias verbales" mediante entrevistas a familiares de más de 39.000 fallecidos.
La investigación concluyó que los suicidios eran 10 veces más que las cifras oficiales que habían sido enviadas a la OMS. Si el resultado pudiera extrapolarse a otros países, la cantidad de casos en el mundo llegaría casi a un millón.
Los atacantes suicidas suelen ser contabilizados por separado de los que pueden atribuirse a causas psicológicas y se consideran actos de guerra. Los países dónde suelen haber este tipo de atentados, por lo general, no mandan información a la OMS, indicó Mishara.
"Es necesario hacer más en materia de prevención de suicidios", concluyó.
La IASP fue fundada en 1960 como una especie de asociación de investigadores, personal sanitario, profesionales, voluntarios y organizaciones nacionales y locales de diverso tipo.
Junto a la OMS, la IASP se dedica a difundir la idea de que el suicidio es evitable, y colabora en el desarrollo de estrategias de prevención nacional.
La difusión de casos de suicidios puede tener consecuencias negativas o positivas en su ocurrencia. Las iniciativas de la IASP y de la OMS incluyen la creación de pautas acerca de cómo informar al respecto.
Otras de sus iniciativas incluyen la prevención en las cárceles, la asistencia a familias afectadas por un suicidio y también ofrecen tratamiento y seguimiento adecuado a personas que intentaron quitarse la vida.