El borrador de un instrumento jurídico destinado a eliminar todas las formas de comercio ilícito de productos del tabaco, como el contrabando, la fabricación ilegal y la falsificación, ya adquirió sus primeros contornos en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La segunda reunión del órgano de negociación intergubernamental encargado de redactar el protocolo, concluida este sábado, examinó la posibilidad de crear un grupo de expertos que revise algunas iniciativas, incluyendo la viabilidad de un sistema internacional de seguimiento y localización de los productos del tabaco.
Tiene que ser un sistema con estándares internacionales y apropiado para países de ingresos bajos y medios, explicó Eduardo Bianco, de Uruguay, director para América Latina de la red de organizaciones no gubernamentales Alianza del Convenio Marco para el Control del Tabaco.
El sistema deberá contar con elementos técnicos, como marcado y estampillas especiales para los paquetes y cartones de cigarrillos, de manera que se pueda hacer el seguimiento desde el productor hasta el último cliente sin que se desvíe de los canales legales de comercialización, dijo Bianco a IPS.
El mecanismo deberá completarse con compromisos de cooperación que excedan los ámbitos nacional y regional, porque un producto puede salir de Gran Bretaña, llegar a Medio Oriente, volver a Europa y terminar otra vez en territorio británico, explicó.
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Ocurre algo parecido en América Latina con productos del tabaco que parten o atraviesan lugares como Paraguay o Panamá, hacen rondas de viajes y retornan a los mismos países, colocándose a menor precio. Por eso hace falta cooperación internacional, insistió Bianco.
Justamente, políticas de cooperación internacional e intersectorial han permitido a Chile reducir el contrabando de cigarrillos de un ocho por ciento del consumo a sólo dos por ciento, dijo a IPS Mario Navarrete, fiscal de la oficina contra el comercio clandestino.
El ataque al contrabando es una de las medidas previstas por el Convenio Marco que la OMS comenzó a discutir hace nueve años, el 25 de octubre de 1999, cuando se realizó la primera sesión del grupo de trabajo que redactaría ese primer tratado internacional sobre salud.
El texto final del Convenio fue aprobado en 2003, y el consiguiente tratado, que obtuvo fuerza de ley internacional en 2005, ha sido ratificado hasta ahora por 160 estados, convirtiéndose en uno de los instrumentos jurídicos de la Organización de las Naciones Unidas de más rápida y amplia aceptación.
El control del comercio ilícito de productos del tabaco constituye una cuestión fundamental porque esa actividad delictiva coloca los cigarrillos a precios inferiores en el mercado y así contribuye a la expansión de la epidemia del tabaco, con un costo de millones de vidas, dijo Brenda Abrar-Milani, una portavoz de la OMS.
Desde aquel 25 de octubre de 1999 hasta las nueve de la mañana de este sábado en Ginebra, 39.850.410 personas habían muerto en todo el mundo a causa de enfermedades relacionadas con el consumo o la exposición al humo del tabaco, dijo la Alianza de organizaciones no gubernamentales.
Los efectos del contrabando no se limitan a los aspectos de la salud pública pues también dejan una profunda huella en las economías de los países, con pérdidas en sus recaudaciones fiscales de unos 50.000 millones de dólares anuales en todo el mundo, dijo Abrar-Milani.
Y esa cifra es apenas una estimación. Probablemente es mucho mayor, recalcó la portavoz.
El proyecto de protocolo sobre comercio ilícito de productos del tabaco incluye la idea de introducir un sistema de concesión de licencias para reconocer a quienes trabajan en toda la cadena de distribución y comercialización. En caso de incumplimiento de sus obligaciones, los agentes perderían sus permisos, explicó Bianco.
Otras disposiciones propuestas apuntan a combatir el lavado de dinero y a la adopción de normas mínimas sobre los delitos, así como fuertes sanciones y penas como medidas disuasorias.
En Uruguay, el contrabando de cigarrillos no tiene pena de prisión. El contrabandista simplemente paga una multa y sigue delinquiendo, porque es una infracción económica, comentó Bianco.
El grupo de expertos propuesto debería expedirse también sobre el caso de las ventas libres de impuestos, los locales conocidos como "duty free".
Las compañías tabacaleras han utilizado esos mecanismos para hacer sus negocios, pues al vender cigarrillos sin impuestos, a menor precio, la ganancia es mayor, dedujo el médico uruguayo. Transportan sus mercancías del tabaco protegidas por leyendas de "En tránsito" o "Libre de impuestos", indicó.
Una organización de empresas relacionadas con los comercios "duty free", el European Travel Retail Council (ETRC) comentó este fin de semana que las discusiones de Ginebra se habían ocupado en la imposición de una veda al tabaco libre de impuestos.
Ha sido una sorpresa, pues el "duty free" no tuvo alto perfil durante la primera ronda de negociaciones del protocolo en febrero pasado, dijo Keith Spinks, secretario general de ETRC.
Abrar-Milani precisó a IPS que el órgano de negociación del protocolo no ha adoptado decisión alguna sobre la prohibición de ventas libres de impuestos, aunque la idea tuvo un sólido respaldo, dijo.
Las compañías de "duty free" reaccionaron airadamente porque tienen grandes intereses financieros y habrá pérdidas para ellos, prosiguió. Pero esto es buena señal para nosotros, porque significa que las negociaciones han sido muy positivas pues han provocado reacciones sin que hubiese decisión alguna, concluyó.
El órgano de negociación del protocolo volverá a reunirse en junio próximo, también en esta ciudad suiza.
Al ritmo actual de los debates, probablemente podamos consensuar un documento final en esa tercera sesión o en una eventual subsiguiente, evaluó Bianco.