SALUD-MALAWI: Cirugía devuelve dignidad

Las vidas de unas 138 mujeres en su mayoría indigentes del distrito de Mangochi, en Malawi, podrían cambiar esta semana cuando un tratamiento médico, que les suele estar vedado, les restaure la dignidad y el orgullo.

Algunas de ellas no controlan esfínteres desde hace años por una afección médica degradante conocida como fístula obstétrica.

Se trata de una herida que se produce durante el parto por la presión de la cabeza del bebé sobre el frágil tejido de la pelvis de la madre, explicó Dorothy Lazaro, del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Unfpa).

El tejido muere por la falta de irrigación sanguínea y se hace un agujero entre la vagina y el recto, o la vejiga, por lo que la mujer pierde el control de esfínteres..

El Ministerio de Salud de Malawi y el Unfpa organizaron la "Semana de la Fístula" durante la cual las mujeres serán operadas de forma gratuita y recibirán asistencia médica para revertir su situación.
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Además de las obvias complicaciones médicas, las mujeres con fístula obstétrica quedan marginadas de su comunidad. Sus maridos las abandonan y sus comunidades las excluyen.

Además, nadie quiere estar cerca de ellas por el olor que emanan al no retener la orina ni la materia fecal.

Malawi no maneja cifras oficiales de la cantidad de mujeres con ese padecimiento. El gobierno, con asistencia del Unfpa, realiza un estudio a fin de conocer la dimensión del problema.

Hay muchas pacientes con fístula obstétrica en Mangochi porque la gente se casa muy joven y las mujeres quedan embarazadas a edades muy tempranas, antes de que sus cuerpos estén preparados para el parto, explicó Lazaro.

Las adolescentes suelen tener trabajos de parto más prolongados que les producen la muerte del tejido. "Hemos encontrado niñas de 13 años. A esa edad suelen haber riesgos de fístula", añadió.

Además, la gran mayoría de las mujeres de Mangochi suelen parir en su casa sin atención médica ni seguimiento posterior, apuntó.

Malawi no tiene suficiente infraestructura en las maternidades, según el director de la Unidad de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud, Chisale Mhango, otro factor que contribuye a la gran cantidad de casos de fístula obstétrica.

Esas carencias también son responsables de la alta mortalidad materna del país, 807 muertes cada 100.000 nacidos vivos, la cifra más alta después de la atribulada Sierra Leona.

"Nos cuesta mucho tratar esos casos por la falta de personal médico que sigue teniendo el país", remarcó Mhango.

Los esfuerzos de Malawi para alcanzar el quinto de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, de reducir la mortalidad materna en tres cuartos para 2015, según cifras de 1990, son revertidos por esas carencias.

Hay un solo médico con cuatro asistentes en todo Malawi capaces de operar fístulas obstétricas, según Lazaro.

Más de 100 enfermeras se van a los países del Norte cada año en busca de un trabajo mejor.

Un médico trata a más de 64.000 pacientes al año, según el Ministerio de Salud.

Para esta "Semana de la Fístula", el Unfpa trajo dos cirujanos especialistas en fístula, de Holanda y Kenia, para colaborar con los médicos locales.

"Los especialistas también darán un curso de actualización al respecto", informó Lazaro, quien teme que todo el esfuerzo de esta semana se vea saboteado por la falta de camas en los centros de atención médica de Mangochi dónde se atenderán 138 mujeres.

"Deberán someterse a un seguimiento en las dos semanas siguientes a la operación y puede que no haya suficientes camas para tantas pacientes por tanto tiempo", explicó.

En tanto se elabora un plan de largo plazo para prevenir el problema, el Unfpa recomienda que se integre con el sistema educativo a fin de contribuir a la escolarización de niñas y adolescentes.

También recomienda que la atención médica se especialice en jóvenes para evitar embarazos precoces.

Malawi no es el único país con una alta tasa de mortalidad materna. Noventa y nueve por ciento de éstas ocurren en los países en desarrollo y la mitad de esa cantidad ocurren en África, según un comunicado divulgado en septiembre por el Unfpa, el Banco Mundial el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El objetivo de reducir la mortalidad materna es el que menos logros ha registrado en comparación con los otros siete: reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre, garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil.

También, combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sostenibilidad ambiental y crear una asociación mundial para el desarrollo, todo para 2015, respecto de las cifras de 1990.

"Una mujer muere durante la gestación y el parto cada minuto", reza la declaración conjunta.

Las agencias de la ONU prometieron dar su apoyo a las naciones con las mayores tasas de mortalidad materna en los próximos cinco años y trabajar con gobiernos y sociedad civil para fortalecer la capacidad local de evaluar las necesidades nacionales y que los programas de salud se vinculen con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

También tratar de cubrir las necesidades más urgentes en materia de personal médico, en especial parteras, reducir la limitante económica para acceder a los centros de salud, atacar las causas de la mortalidad y morbilidad materna desde la raíz, entre ellas la inequidad de género, falta de escolarización, que en especial aqueja a las niñas, matrimonio y embarazo adolescente.

Malawi espera ser uno de los países en beneficiarse de la promesa de aumentar los esfuerzos a fin de eliminar el problema de la fístula obstétrica y la muerte materna, señaló Lazaro.

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