A sus 80 años de vida y 60 de carrera artística, el cantautor y folclorista venezolano Simón Díaz, creador de «Caballo Viejo» y otras muchas composiciones, ha sido distinguido con el premio del Consejo del Grammy Latino.
"Bueno, hay que seguir trabajando", comentó el veterano Díaz al conocer la noticia, según dijo a IPS su hija y asistente Bettsimar Díaz. La familia hace preparativos para ir a la sureña ciudad estadounidense de Houston a recibir el galardón el 13 de noviembre, pero todo dependerá de los quebrantos de salud que han alejado de los escenarios al popular "Tío Simón".
Con Díaz recibirá el Grammy de la Academia Latina de la Grabación en América del Norte el pianista estadounidense Larry Harlow, el "judío maravilloso" que hace décadas ayudó a sembrar la salsa como auténtica expresión musical del Caribe urbano.
También el compositor cubano Juanito Márquez y, en reconocimiento a la excelencia de su trabajo, los cantantes Vikki Carr (la méxico-estadounidense Vicenta Martínez), el puertorriqueño José "Cheo" Feliciano, la brasileña Astrud Gilbert, la mexicana Angélica María, la española María Dolores Pradera y la argentina Estela Raval.
"La pasión y calidad artística de los distinguidos se ha extendido durante varias décadas a lo largo y ancho de muchos países, demostrando la preeminencia e importancia de la música latina en todo el mundo", declaró la academia al explicar su veredicto.
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Díaz "ha escrito docenas de canciones que conectan profundamente con la cultura latinoamericana. Su famoso tema Caballo Viejo ha sido traducido a más de 10 idiomas", dijo la academia en referencia a esa tonada versionada por artistas como los españoles Plácido Domingo, Julio Iglesias y Joan Manuel Serrat o los franco-hispanos Gipsy Kings.
"Caballo Viejo" es un canto al tema universal del amor de un varón maduro por una mujer más joven, pero con la metáfora de un equino enamorado del que se vale Díaz para contar situaciones, rasgos y modismos propios de las llanuras venezolanas.
"Me lo inspiró una vez una joven en el llano", contó hace años Díaz a IPS, "y naturalmente no me quedó la muchacha, pero me quedó la canción. Es un tema universal, que pudo haber compuesto cualquiera en el mundo, pero a mí me tocó en suerte".
Díaz nació en Barbacoas, un pueblo de las llanuras cerca del río Orinoco. Siendo el mayor de siete hermanos, trabajó como cajero, vendedor ambulante y hasta hizo de boxeador antes de incursionar en la canción y la comedia, en radio, cine y televisión.
Probó con variantes de música venezolana, pero se ocupó sobre todo de rescatar, recrear y difundir la tonada de "ordeño", el canto de las madrugadas en el llano con el que el ordeñador acompasa y relaja a la vaca mientras cumple su faena.
Convertida con su tesón en un género musical, la tonada de ordeño ha sido recogida por cantantes como la argentina Mercedes Sosa, los brasileños Iván Lins y Caetano Veloso, la cubano-estadounidense Celia Cruz (1925-2003), y los puertorriqueños Cheo Feliciano, Ednita Nazario, Danny Rivera y Gilberto Santa Rosa.
La "Tonada de luna llena" fue incluida por el realizador español Pedro Almodóvar en la banda sonora de su película "La flor de mi secreto" (1995), y la coreógrafa alemana Pina Bausch incluyó algunas tonadas al musicalizar su obra "Nur Du".
Hace tres décadas comenzó un programa de televisión de diálogo y enseñanza a los niños sobre música y tradiciones de Venezuela, "Contesta por tío Simón", y entonces, con su traje cerrado conocido como liqui-liqui, su sombrero y su cuatro (guitarra de cuatro cuerdas) se consagró como imagen de Venezuela.
"Yo lo sé, comprendo lo que represento, una imagen de nuestro país", dijo en una oportunidad a IPS. Por eso, dejó muy atrás los programas de humor y las banderías políticas "aunque siempre he defendido la inclusión y la democracia", sentenció.
Sus preocupaciones alcanzaron el ambiente y compuso para niños un disco de 12 canciones sobre especies de fauna venezolana amenazadas de extinción.
"A lo largo de toda mi vida he cantado a los animales, la vaca, el becerro, el caballo. Parte de nuestra fauna está en peligro y nos cabe responsabilidad a todos por cuidarla, pero muy especialmente a los gobiernos, que son los que organizan a los pueblos", dijo en una oportunidad a la revista ambiental Tierramérica.
"El rescate de la música es una parte del rescate del paisaje, de la vida del llano, de su gente, del llano entero. Mis tonadas apuntan a un rescate de las tradiciones que muestra, también, que Venezuela entera es rescatable", añadió.
Vía Internet, más de 50.000 personas apoyaron en pocos días la concesión del gramófono honorario del Grammy a Simón Díaz. Una vez obtenido, cuantos hacen música en este país expresaron su satisfacción.
De fuera de ese mundo, voces como la del historiador y ex canciller Simón Alberto Consalvi y otros han asentado que "en sus tonadas y en sus coplas y cantos pervivirá lo mejor y más sensible del alma venezolana".