Royal Dutch Shell, compañía angloholandesa con ingresos de más de 310.000 millones de dólares al año por la venta de petróleo y gas, cree que corresponde a los gobiernos, y no a las empresas, hallar soluciones para la sustentabilidad energética futura.
El gerente general de Shell, Jeroen Van der Veer, dijo a IPS, mientras asiste a la Congreso Mundial de la Naturaleza en Barcelona, que si los gobiernos desean acelerar el desarrollo de la energía sustentable deberán resolver criterios mundiales de largo plazo.
De lo contrario, no atraerán el dinero suficiente para la investigación requerida, advirtió.
Jeroen Van der Veer, CEO de Shell Corporation, entrevistado por Zarina Geloo (vídeo en inglés) |
Shell pasó los últimos 10 años trabajando en su imagen con el fin de demostrar ante la opinión pública mundial compromiso ambiental y responsabilidad social corporativa. En ese sentido, realizó inversiones en el desarrollo de bicombustibles.
Sin embargo, pero el grueso de sus ganancias procede de la explotación de nuevos campos de petróleo y gas.
«Nunca habrá una solución ideal para la conservación de la energía, pues el mundo necesita mucha, y en cualquier lugar donde se mire la energía deja una huella de carbono», dijo Van der Veer.
Curiosamente, Shell es uno de los principales patrocinantes del Congreso convocado por la no gubernamental Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que se celebra en Barcelona desde el lunes y que concluirá el día 14.
El Congreso Mundial de la Naturaleza cuenta con una gran participación de instituciones de la sociedad civil, de donde emergen las mayores críticas a las compañías de energía. Con frecuencia, los activistas apuntaron directamente contra Shell.
Las actividades de la compañía en Sudáfrica y Nigeria, por ejemplo, son objeto de intensas protestas. El escritor nigeriano Ken Saro-Wiwa fue ejecutado en 1995, condenado por asesinato en un juicio considerado amañado, luego de que cuestionó la destrucción de su tierra natal en el delta del Níger por las operaciones de Shell.
Van der Veer afirmó que el apoyo de su empresa al Congreso tiene la finalidad de demostrar su carácter de institución socialmente responsable y preocupada por las fuentes renovables de energía y la protección ambiental.
«Aun en medio de las tensiones con las organizaciones no gubernamentales, queremos mostrar que la responsabilidad no es sólo un eslogan para nosotros. Queremos que estas organizaciones sean testigos de que trabajamos en base a las expectativas de las sociedades», dijo.
Pero, ¿podrían compañías como Shell, cuya supervivencia y beneficios dependen de la extracción de gas y petróleo, tener interés en buscar fuentes de energía que reduzcan sus mayores negocios?
Van der Veer eludió la pregunta mencionando una lista de medidas y actividades de su empresa en la promoción de la eficiencia energética y la conservación.
Además, el ejecutivo dijo que dijo que, dadas sus dimensiones, las operaciones de Shell no están libres de dejar una huella de carbono ni de cometer errores, como derrames en oleoductos y gasoductos.
Eso es inevitable, pero la compañía cuenta con estrictos y exhaustivos estándares de seguridad.
Van der Veer aseguró que los medios de comunicación inyectaron en el público prejuicios contra Shell. «Cuando ocurre un derrame en Shell, llega a la portada de los diarios, pero no cuando le sucede a otras» empresas, afirmó.