El gobierno de Estados Unidos entregó 125.000 millones de dólares a nueve de los bancos más ricos de Wall Street, pero esto hará poco para ayudar a la economía, que se derrumba sobre los ciudadanos, dijeron expertos independientes y activistas.
"No hay forma de que la economía moderna pueda funcionar sin buenas carreteras, telecomunicaciones, ferrocarriles y una fuerza laboral educada", dijo a IPS Allan Mendelowitz, miembro y ex presidente de la Junta Federal de Finanzas para Vivienda.
La nueva Oficina de Estabilidad Financiera, creada por el presidente George W. Bush y liderada por Neel Kashkari, selló un acuerdo el martes para volcar millones de dólares en el sistema bancario con miras a reactivarlo. El congelamiento de los préstamos enlenteció la economía mundial, disparó las bolsas en todo el planeta y endureció las políticas de empréstitos en toda la economía estadounidense.
"No estamos orgullosos de los errores que fueron cometidos por diferentes personas, diferentes partidos, fallas en nuestro sistema regulatorio, fallas en la disciplina de mercado que tuvimos aquí", dijo el jueves el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en una entrevista para la red Fox Business.
El miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, pronosticó un oscuro panorama para los próximos meses, pero se esforzó por infundir confianza en la capacidad del gobierno para enderezar la economía.
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"No nos sentaremos hasta que no hayamos alcanzado nuestras metas de reparar y reformar nuestro sistema financiero", dijo Bernanke, repitiendo las promesas hechas por los líderes del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos.
Pero los mercados en todo el mundo se tambaleaban otra vez el jueves, y sufrieron caídas significativas en Alemania, Francia, Gran Bretaña y varios lugares de Asia.
La bolsa de Estados Unidos ha sido errática, ganando o perdiendo cientos de puntos casi todos los días. Estuvo arriba 936 puntos el lunes, pero bajó 733 el miércoles, mientras que el jueves cerró arriba 400 puntos.
"La actividad está concentrada en unos pocos, en los más ricos. Mientras, el resto es un caos. Hay un verdadero sufrimiento en los trabajadores pobres", dijo Lewis Pitts, abogado público del oriental estado de Carolina del Norte.
"Sólo piense si usáramos esos miles de millones de dólares directamente en empleos", añadió.
Los fondos destinados a los bancos fueron tomados del paquete de 700.000 millones de dólares aprobado por el Congreso legislativo el 3 de octubre tras un pedido de emergencia hecho por Paulson. Los nueve grandes bancos que recibieron 125.000 millones de dólares tienen 50 por ciento de todos los depósitos del país. "El pueblo estadounidense debe entender que este plan cuidadosamente estructurado está destinado a ayudarlo", dijo Bush a inicios de esta semana.
Bush y Paulson, ex director ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs, originalmente habían propuesto usar los fundos para comprar todos los activos hipotecarios de las firmas de Wall Street, una polémica idea cuestionada como ineficaz por muchos economistas y objetada por gran parte del público.
Pero con los mercados cayendo, los préstamos congelados y la presión de las naciones europeas, el gobierno de Bush cambió el curso la semana pasada y anunció que programa de compra de acciones de los bancos, algo que va en contra de su fuerte ideología del libre mercado.
"Francamente, no quiero que el gobierno esté involucrado en los negocios, que sea dueño de los negocios. No creo que sea bueno para el país. Era necesario que las acciones fueran adquiridas para ayudarnos a salir de esta crisis financiera, pero en el largo plazo no es bueno para el país", sostuvo el presidente el miércoles.
"Han manejado esto muy mal. Tienen una fuerte ideología según la cual los mercados son perfectos y se corrigen a sí mismos. Esto no es verdad. Esta administración se quedó sentada hasta que la situación se volvió tan grave que los hechos mataron su ideología y su dogma", dijo Mendelowitz.
"En este punto, lo que estamos haciendo es impidiendo otra gran depresión. Es demasiado tarde para evitar una recesión, ya estamos en el medio de ella", dijo.
La administración de Bush debió haber actuado antes, afirmó, y añadió que las políticas equivocadas "debilitaron nuestra economía y nuestra sociedad".
"En el mundo industrializado, tenemos la peor distribución de ingresos que cualquier otro país. Una porción cada vez más pequeña de nuestra población tiene la mayor parte de la riqueza. Esto deja en manifiesto que son los trabajadores pobres los que tienen menos y menos ingresos, y sufren las mayores dificultades", sostuvo Mendelowitz.
Concentrarse en infraestructura y en educación sería un buen comienzo, afirmó. "Los proyectos de infraestructura crean empleos reales", sostuvo.
Y resolver la situación no será algo fácil para el próximo presidente. "Mire el daño que ha sido causado en dos periodos presidenciales", indicó.
Congresistas del opositor Partido Demócrata propusieron un plan por 150.000 millones de dólares para invertir en carreteras y programas sociales a ser debatido luego de las elecciones de noviembre.
"Todo el concepto de sacar del apuro a esas instituciones es dudoso", dijo Phil Mattera, director del proyecto de investigación corporativa Good Jobs First.
"Comprar una acción en ellos puede ser algo sensible, pero debe haber salvaguardas contra los conflictos de intereses", sostuvo.