AMBIENTE: Ciudades apuestan a la biodiversidad

La protección de la biodiversidad urbana será un compromiso para 21 ciudades de distintas partes del mundo, que se unieron para identificar cinco acciones vitales para la conservación de plantas, animales y recursos naturales, con la idea de poner esos planes en práctica en los próximos 18 meses.

En África, las ciudades de Walvis Bay, en Namibia, y las sudafricanas Ciudad del Cabo, Durban, Ekurhuleni y Johannesburgo, forman parte del proyecto Acción Local para la Biodiversidad (LAB, por sus siglas en inglés), lanzado en 2006 durante el Congreso Mundial sobre Sustentabilidad por el Consejo Internacional para las Iniciativas Ambientales Locales (Iclei, por sus siglas en inglés).

A esas urbes se agregan en el acuerdo firmado este mes las ciudades de Barcelona, Amsterdam, Bonn, Zagreb, Seúl, las brasileñas Curitiba y Sao Paulo, la canadiense Edmonton, las australianas Joondalup y Liverpool, la japonesa Nagoya, la holandesa Tilburg, París, la estadounidense Seattle, la británica Leicester y la neozelandesa Waitakere.

"Las ciudades apenas ocupan dos por ciento de la superficie del planeta, pero absorben 75 por ciento de los recursos naturales", dijo Sebastian Winkler, director del proyecto Cuenta Regresiva 2010 del Iclei.

"La estrategia y el plan de acción son distintos en cada una de las ciudades, porque las del Norte y las del Sur presentan diferentes necesidades", señaló Kobie Brand, directora regional para África del Iclei.

En Europa, por ejemplo, las ciudades enfrentan el hecho de que es muy poca la biodiversidad que conservan, por lo que sus proyectos apuntarán a restaurarla, dijo.

"Pero en África meridional se pone más el acento en proteger lo que tenemos. Los temas centrales son las especies invasivas, el cambio climático y la pérdida de hábitats como consecuencia de la expansión urbana", agregó Brand.

Para fines de 2009, las 21 ciudades elaborarán un informe, en el que evaluarán sus avances en la protección de la biodiversidad urbana en vísperas del Año Internacional de la Biodiversidad, que se celebrará en 2010. Brand espera que, para entonces, se habrá duplicado el número de ciudades que forman parte del LAB.

El éxito del proyecto, advirtió, dependerá del apoyo de los partidos políticos y de los activistas ambientales.

"Necesitamos que exista voluntad política detrás de los proyectos para que sean sustentables. Es fundamental que las ciudades tomen conciencia de que pueden perder su biodiversidad y adopten medidas activas para preservarla", indicó Brand.

"Hace falta adoptar un nuevo pensamiento sobre la sustentabilidad a largo plazo, liberando el potencial para el crecimiento económico y la generación de empleos a través de iniciativas ambientales", agregó.

El director municipal de Durban, Mike Sutcliffe, señaló que países como Namibia y Sudáfrica deben balancear las cuestiones económicas, sociales y ambientales para alcanzar el desarrollo sustentable.

Las ciudades, afirmó, luchan para encontrar un equilibrio entre la atracción de inversiones que crean empleo y la atención de las necesidades sociales de la población —como vivienda y servicios sanitarios— mientras intentan asegurar la protección del ambiente.

"Frecuentemente sólo se mira a las ganancias de corto plazo. El desafío es encontrar el punto de equilibrio entre la industrialización y la calidad de vida", agregó.

En Sudáfrica, las cuestiones ambientales quedan relegadas frente al desarrollo económico y social, dijo Richard Boon, director de planeamiento de biodiversidad de Durban. Para cambiar esta situación no sólo se requiere voluntad política sino el compromiso de todos y cada uno de los ciudadanos.

Se puso gran énfasis en los planes de vivienda, un importante servicio social para los sudafricanos, ya que muchos viven en precarias chozas, pero los proyectos de urbanización se llevaron adelante sin tener en cuenta la protección del ambiente, señaló George Davis, subdirector del Instituto Sudafricano para la Biodiversidad.

"Hace falta modificar esa línea de pensamiento y balancear las necesidades sociales con el valor de nuestros ecosistemas y sus especies", agregó.

Aunque Sudáfrica tiene leyes ambientales avanzadas sólo son puestas en práctica lentamente, porque no tienen "los recursos humanos, financieros ni el marco regulatorio para hacerlo", advirtió Davis.

"No existe un compromiso político con la protección de la biodiversidad en un contexto urbano", admitió el vicealcalde de Ciudad del Cabo, Grant Haskin.

Una de las iniciativas fundamentales de la ciudad será la protección de la biodiversidad vegetal. Aunque la municipalidad apenas representa cuatro por ciento del territorio de Sudáfrica alberga a la mitad de las plantas del país. Más de 70 por ciento de sus 9.000 especies no existen en otras partes del mundo.

"El gran desafío es llevar adelante los planes. Se ha hablado mucho pero hecho muy poco hasta el momento. Todos tenemos problemas presupuestarios y carecemos de fondos", advirtió la directora de biodiversidad de Ciudad del Cabo, Julia Wood.

"Estamos perdiendo cada año 12 kilómetros cuadrados de áreas naturales. Esperamos que el proyecto LAB ayude a cambiar las cosas", agregó.

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