La crisis por la falta de electricidad en Iraq crece conforme aumentan las temperaturas en el verano boreal y las sequías. Esta situación es aprovechada por Irán, que asiste a los iraquíes desamparados por las fuerzas de ocupación de Estados Unidos.
Una casa promedio en Baquba, capital de la septentrional provincia de Diayala, cuenta con menos de 12 horas de electricidad al día. "No puedo excluir el problema de mi pensamiento. Cuando pienso en hacer planes tengo que incluir el factor de la falta de electricidad", dijo Abdalá Salim, un vendedor de zapatos.
Con temperaturas cercanas a los 55 grados, la falta de ventiladores y de refrigeradores de aire pueden poner en riesgo la salud de las personas, así como los negocios.
"No podemos trabajar sin electricidad porque los generadores no son confiables", dijo a IPS Salman Taha, propietario de un taller mecánico.
"Cuando decidí comprar un modelo actualizado de mi (horno de) panadería, no pensé en (el problema de) la electricidad", dijo Mahmood al-Mujamaee. "No puedo operarlo en plena capacidad por la inconsistencia de la electricidad. La panadería necesita energía estable. Cuesta unos 45.000 dólares. Ahora, estoy dispuesto a venderla por unos 20.000", señaló.
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Pero la situación ha mejorado en los últimos cuatro meses gracias a la asistencia de Irán. El gobierno de Estados Unidos y compañías occidentales como Becthel no han cumplido sus promesas de mejorar la infraestructura.
"Ahora la provincia obtiene energía desde Irán gracias a un contrato firmado hace unos dos años entre Iraq e Irán", dijo a IPS Naseer Milmy, empleado del Directorio General de Electricidad.
Los cortes de energía ahora están programados. Las casas tienen dos, a veces cuatro horas de energía en determinados momentos. Esto constituye un progreso destacable, aun cuando el voltaje es por lo general inferior al necesario.
"Este problema debe ser resuelto del lado iraní", dijo un ingeniero del Directorio, que habló a condición de mantener su anonimato. "Se espera la construcción de reguladores de voltaje a 100 kilómetros de la frontera para evitar que la provincia carezca de energía", indicó.
Los iraníes están trabajando en ello. "Hay otra línea de energía desde Irán, que está siendo instalada y debe estar pronta dentro de un mes", señaló el Directorio en una declaración. "Esto tendrá un gran efecto en la mejora del voltaje y en el aumento de las horas" con electricidad, aseguró.
Mientras, los habitantes de Iraq debieron comprar reguladores de voltaje propios para afrontar esta dificultad. El precio de un regulador, de acuerdo con su capacidad, varía entre 80 y 350 dólares. Los habitantes por lo general necesitan más de uno. Pero, aun así, el actual voltaje es incapaz de dar la energía necesaria a grandes máquinas o electrodomésticos.
Algunos electricistas diseñaron dispositivos para incrementar el voltaje, aunque no son muy confiables. "Algunas casas se han incendiado porque (estos aparatos) permiten un voltaje demasiado alto. Científicos se escandalizarían al ver lo que hacen los iraquíes. Esto muestra cuánto está sufriendo el pueblo", dijo un comerciante.
Hace un mes, el bombeo de agua mejoró gracias a que se aseguró el flujo desde el río. Esto permite que las personas operen sus refrigeradores de aire con la presión del agua, y no con electricidad.
Pero la mejora en el bombeo podría no durar mucho. El Ministerio de Recursos de Agua emitió una alerta de sequía. Después de un invierno inusualmente seco, el agua en los embalses y lagos es actualmente inferior a los 22.070 millones de metros cúbicos, 9.190 millones menos que el año pasado.
"La escasez de agua, que el invierno pasado fue 30 por ciento menos que en años anteriores, causó un obvio impacto en los niveles del río Tigris y Éufrates y sus afluentes", señaló el Ministerio en un comunicado de prensa.
El lago Hamrin, en el noreste de Diyala, se redujo a casi la mitad y podría secarse dentro de dos meses, arruinando el sustento de muchos agricultores y pescadores.
"La falta de agua desde el río Al Wand, de Irán, y de la represa Darbandikhan, en el Gobierno Regional del Kurdistán, hizo que el Lago Hamrin perdiera cerca de 80 por ciento de su capacidad", señaló Mowafaq Hawar Mohammed, experto en recursos hídricos del Directorio.
Los ministerios de Agua y de Agricultura decidieron en mayo permitir solamente cultivos estratégicos, como el arroz, el maíz, girasoles, algodón y verduras. El gobierno ordenó un plan de racionalización del agua.
Como si todo esto fuera poco, Iraq está siendo azotado por las tormentas de arena veraniegas. Cada tres o cuatro días, el cielo de Baquba se cubre de polvo.
"Esto hace las cosas más difíciles con los cortes eléctricos. La gente no puede dormir en las partes superiores de las casas, donde está más fresco", dijo a IPS Luay Ata, padre de cuatro.
Ante estas dificultades, los iraquíes miran a Irán, no a Estados Unidos.
(*Ahmed, corresponsal en la provincia de Diayala, trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail, nuestro especialista radicado en Estados Unidos y especializado en Iraq)