COMERCIO-ÁFRICA: Vender para crecer

La falta de orientación de las exportaciones causó fracasos económicos en los países de África, y por eso estos deben ahora concentrarse construir una industria con la mira en vender al exterior.

Esta es la opinión de Thandika Mkandawire, director del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (Unrisd), entrevistado por IPS tras participar de la Conferencia en Memoria de Guy Mhone, celebrada a fines del mes pasado en Lusaka, Zambia. Mhone fue un académico muy reconocido por sus estudios sobre gobernanza.

Según Mkandawire, hubo muchas lecturas incorrectas de la historia económica africana a lo largo de los años. Después de la colonización, se registraron altas tasas de crecimiento entre 1960 y 1975. La participación africana en la industria mundial creció de siete a ocho por ciento.

Sin embargo, las economías africanas estaban basadas en la sustitución en vez de la industrialización orientada a la exportación.

Los países no invirtieron en industrias como la automotora, la de maquinaria pesada o la minera. En vez de concentrarse en reducir las importaciones y en producir productos básicos como tabaco o manufacturados como bebidas, ropa y artículos de cuerdo, la sustitución de importaciones derivó en una "industrialización superficial".
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No existió cohesión en los proyectos industriales y no se profundizó la sustitución de importaciones a través de una integración regional.

Mkandawire dijo que los países de África subsahariana no lograron ampliar sus mercados a través de una distribución de los ingresos. Cuando las crisis del petróleo y otras fallas en el mercado sacudieron al mundo en los años 70, África no tenía fundamentos económicos sólidos.

Las economías de los países en la región subsahariana no sólo se estancaron, sino que decrecieron. Se produjo una "desindustrialización" y eso llevó a la desaparición de las instituciones de las capacidades nacionales.

El legado de una falta de industrialización destinada a las exportaciones se hace notorio otra vez en el actual clima económico mundial. Aunque el Banco Mundial calculó un crecimiento de las ventas al exterior del continente de 5.700 millones de dólares en 1990 y 12.500 millones en 2005, hay un falso optimismo ya que las exportaciones fueron de materias primas y realizadas por compañías multinacionales cuyas oficinas centrales no están en África.

Las exportaciones de diamantes en bruto, por ejemplo, sumaron 5.500 millones de dólares en 2005.

Las industrias exportadoras, además, no están diversificadas. Por ejemplo, las ropas y los textiles representaron 53 por ciento de todas las manufacturas exportadas por África subsahariana.

El director de Unrisd señaló que, aunque hubo crecimiento en algunas áreas, se debe a la eficiencia y productividad lograda por la privatización, y no por inversión en nuevas actividades industriales.

"África no ha tenido políticas industriales en los últimos 20 años", dijo a IPS. "El camino hacia delante es ver dónde el continente se compara con el resto del mundo e identificar las áreas en las cuales se puede diversificar industrias para crear una sólida base exportadora", sostuvo.

Según él, el papel de la industrialización en el proceso de desarrollo ha sido minimizado en detrimento de los países del Sur. En un informe de 1993, el Banco Mundial incluso fue más allá y señaló: "Nuestra evaluación es que la promoción de industrias específicas generalmente no funciona y por tanto ofrece pocas promesas a las naciones en desarrollo".

También está el argumento de que la manufactura no juega un papel clave en el crecimiento económico. Algunos analistas sostienen que los servicios, como las comunicaciones y el turismo, son más importantes.

Pero Mkandawire señaló que tampoco hubo inversiones en esos sectores.

La corrupción también fue identificada como un gran obstáculo en el crecimiento y en el desarrollo de África. Hay muchos casos en los que funcionarios de gobierno han retenido bienes destinados a la exportación o a la importación en puertos y terminales aéreas mientras no se les pagaba un soborno. Es bien sabido que ciertas compañías multinacionales calculan el dinero de las coimas en sus presupuestos antes de ofrecerse para contratos lucrativos.

No obstante, Mkandawire no le echa toda la culpa a la corrupción. Él sostiene que debe haber una coordinación y combinación de fuerzas para el desarrollo y el crecimiento.

"África necesita coaliciones de desarrollo, que pueden consistir en actores estatales, empresariales y trabajadores, que compartan cierta posición ideológica sobre el desarrollo y que colectivamente tengan la capacidad de llevar adelante una agenda", dijo a IPS.

Además, el continente "debe repensar la cooperación regional. Las ideas iniciales de integración preveían ciertas actividades entre las economías nacionales. Esto fracasó", añadió.

"Las actuales políticas de integración regional asumen que los mercados en los estados neoliberales crecerán si el Estado provee infraestructura y ciertos organismos regulatorios regionales. Sin embargo, esto no funciona, y por lo tanto hay que repensarlo", concluyó.

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