Gladys Mawera sobrevivió a un parto complicado, pero no pudo tomar en esos días los calmantes y antibióticos que le prescribió el personal médico en el hospital del distrito de Chiradzulu, en el sur de Malawi. El centro asistencial estaba sin agua.
"Me desagrada mi propio olor y el de mi bebé. Literalmente no había una gota de agua en los alrededores", narró Mawera, cuando aún estaba envuelta en sábanas manchadas de sangre, mientras acunaba a su hijo.
El de Chiradzulu es uno de los hospitales modelo del país. Su construcción costó unos 25 millones de dólares aportados por la Unión Europea y sus autoridades se jactan de tener un moderno quirófano y un laboratorio de última generación.
En ese centro se pueden realizar, por ejemplo, sofisticados análisis de sangre, lo cual incluye el control de la carga viral de los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
El hospital de 350 camas brinda parte del mejor tratamiento para el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) en Malawi, con la ayuda de la organización internacional Médicos Sin Fronteras. Estos modernos servicios tecnológicos no se hallan fácilmente en la mayoría de los centros de salud pobres del país.
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"Nos llegan personas de diferentes partes de Malawi pese a que no es un hospital de derivación a especialistas. En su mayoría vienen por los buenos servicios para el VIH/sida que nosotros ofrecemos", dijo el subdirector del hospital de Chiradzulu, Kennedy Kandaya.
Pero el hospital, que cubre a una población de 300.000 personas, tiene un problema de difícil cura. Desde que abrió sus puertas, en junio de 2005, su suministro hídrico ha sido errático. Según Kandaya, la escasez de agua en el hospital este año llega a niveles récord, ya que en una ocasión duró una semana entera.
Cuando se corta el agua, los pacientes y el personal médico por igual son afortunados de hallar un vaso de agua para beber. Los médicos no pueden llevan a cabo rutinas como limpiar o esterilizar equipamiento antes y después de una operación. El hospital ha suspendido importantes instancias quirúrgicas y ahora remite a los pacientes que deben ser operados a otros centros de salud.
Los servicios de rayos X también están suspendidos a causa de los problemas hídricos. En las 17 casas de personal del complejo no hay agua desde hace varias semanas.
"Los médicos y las enfermeras de aquí tienen que ir a trabajar sin bañarse", dijo Kandaya.
El hospital se está quedando sin ropa de cama porque todo está sucio, según la enfermera Agnes Mhango.
"Es muy triste ver a mujeres y niños temblando y tomando frío adentro mismo del hospital, porque no podemos brindarles mantas", lamentó.
El lavado de ropa se hace en otro hospital, a 60 kilómetros. El hospital está acumulando costos no presupuestados para transportar materiales y equipamiento de un lado al otro.
Las autoridades alientan la presencia de personas que cuiden a los pacientes —habitualmente un familiar que puede asistirlo— para ayudar al centro de salud a recoger agua de pozos cercanos para los pacientes.
Según Mhango, en la mayoría de los casos los acompañantes tienen que esperar hasta que cae la noche para usar los pozos comunitarios.
"Los beneficiarios reales pagan por el mantenimiento de los pozos y no están felices de ver a extranjeros sacando agua de sus instalaciones. Por lo tanto, la gente del hospital tiene que esperar hasta que los propietarios estén durmiendo para recoger agua para los pacientes", señaló.
Esto es peligroso, dado que quienes cuidan a sus familiares internados enfrentan la amenaza de resbalar y caer en lo oscuro, además de ser mordidos por serpientes y perros, agregó.
La autoridad local culpa del errático suministro de agua a la ubicación del hospital. Este edificio fue construido en un lugar que es más elevado que la reserva de agua del área, según el director de Planificación y Desarrollo para el distrito de Chiradzulu, Emmanuel Bulukutu.
Bulukutu admite que su departamento se equivocó cuando optó por usar una reserva que estaba allí antes que el hospital.
"Deberíamos haber construido una nueva para abastecer al hospital", dijo Bulukutu.
Se necesita actualizar todo el sistema hídrico del distrito para mejorar el bombeo de agua de la reserva. Según Bulukutu, hay una propuesta de construir una nueva represa en un terreno más alto que será usado como nueva reserva del hospital para satisfacer la demanda hídrica. Pero como todavía no se asignaron fondos a este proyecto, el asunto dista de tener una solución inmediata.
Mientras, la UE prometió construir un pozo dentro del local del hospital como solución a corto plazo para los problemas del agua.