Los informes de una creciente incidencia del cáncer preocupan a muchas familias en Líbano. En los últimos 40 años, los casos de la enfermedad reportados aumentaron de 3.000 a 8.000 al año.
"El cáncer sin duda ha aumentado en términos de cifras reales. Las estadísticas en los años 60 muestran 100 casos por cada 100.000 individuos. Las figuras más recientes, de 2003, revelan un incremento a 190 casos por cada 100.000 personas", dijo Salim Abid, presidente del Departamento de Salud Comunitaria de la Universidad Saint Joseph en Beirut.
Líbano tiene una población de alrededor de cuatro millones de habitantes.
El especialista atribuye este significativo aumento a varios factores. En primer lugar, el crecimiento poblacional sin duda llevó a un incremento en los números de casos de la enfermedad.
En segundo lugar, muchas formas de cáncer que no se detectaban en el pasado ahora son diagnosticadas. "El envejecimiento de la población es un factor importante, ya que, después de cumplir 60 años, las personas son más propensas a desarrollar cáncer", dijo Adib.
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Los factores de riesgo, como el tabaco, son también altos en Líbano comparados con países occidentales, donde la prohibición de fumar en lugares públicos llevó a una disminución en el número de fumadores. "En Líbano, las personas también consumen cada vez más la pipa árabe, que también se ha constatado es tan adictiva y dañina para la salud como los cigarros", afirmó el médico.
Otros factores a los que se atribuye el aumento del cáncer es el cambio en las costumbres alimenticias. La dieta mediterránea, tradicionalmente rica en fibras, verduras y frutas, ha sido lentamente reemplazada por una alta en calorías y baja en fibras, lo cual incrementa las probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Por otra parte, "la exposición a contaminantes ambientales es extremadamente alta en Líbano. Pueden estar presentes en el aire que respiramos, la comida procesada que comemos o los productos de higiene que usamos, como el químico Bisfenol, que puede encontrarse en algunos biberones", dijo Adib.
Otros contaminantes son usados en la agricultura. Rima, propietario de una gran huerta en las montañas, descubrió recientemente que su jardinera usaba, sin su conocimiento, pesticidas que fueron dejados de producir hace 10 años en Estados Unidos debido a que provocan cáncer. Estos productos "son muchas veces usados por agricultores a pesar de la existencia de leyes, que rara vez son respetadas", explicó.
Muchos libaneses también están preocupados por los peligros de salud que resultan de la exposición prolongada a químicos liberados durante las guerras que azotaron el país, incluyendo el conflicto civil de 1975 a 1990 y los varios enfrentamientos con Israel a partir de 1982.
"Sin embargo, no hemos sido capaces de distinguir ningún patrón cuando comparamos cifras de víctimas de cáncer en el sur (donde se produjeron gran parte de los enfrentamientos con Israel) con otras regiones", indicó Adib.
En un cuerpo humano normal, las células crecen, se dividen y mueren en forma controlada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen más rápido, hasta que se alcanza la edad adulta. Después de los 18 años, las células en la mayor parte del cuerpo se dividen solamente para reemplazar a las moribundas o reparar heridas.
Las células cancerígenas se desarrollan por un daño en el ADN (ácido desoxirribonucleico) que no puede ser reparado y por lo tanto de multiplican sin control.
En Líbano, el cáncer de mama es la forma más común de la enfermedad. "Esto puede ser atribuido a nuestra adopción de formas de vida occidentales, en las que las mujeres se casan y tienen hijos a edad más avanzada y rara vez dan de mamar", sostuvo Adib.
El cáncer de pulmón y el de vejiga son los segundos más frecuentes, ambos vinculados al hábito de fumar. "Si vives unos años con un fumador, fácilmente eres propenso a desarrollar la enfermedad en alguna etapa de tu vida. Lo que muchos no se dan cuenta es que fumar mata en forma silenciosa también a tus compañeros", afirmó Adib.
Comparado con el resto del mundo árabe, Líbano tiene las tasas más altas de cáncer, pero está detrás de Europa y América del Norte. Para Adib, sin embargo, hay vías para prevenir esto, como promover la más saludable cocina libanesa.
"La tabbouleh (una ensalada local) está hecha de tomates, aceite de oliva, limón, perejil y cebolla, todos poderosos antioxidantes", afirmó.
Cambiar la dieta y dejar de usar productos dañinos podría ser el primer paso para mantener lejos a esta mortal enfermedad.