POBLACIÓN: Planificación familiar inexistente en Sudán del Sur

Con pocas calles y casi ninguna infraestructura sanitaria o educativa para los estimados 10 millones de habitantes en la semiautónoma región de Sudán del Sur –los resultados de un censo de abril están aún por ser divulgados—, los trabajadores de la salud tienen una enorme tarea por delante.

Sudán del Sur ha sufrido 50 años de guerra, interrumpidos por un período de apenas 10 años de paz, antes de que el Amplio Acuerdo de Paz de 2005 le diera a los rebeldes la administración de la región. El gobierno semiautónomo también asumió el control de 50 por ciento de todas las ganancias del petróleo en el sur, que ascienden a unos 1.500 millones de dólares anuales.

Casi todo el dinero de la administración es invertido en mantener los servicios públicos y un ejército otrora voluntario que, según estima la Organización de las Naciones Unidas (ONU), está integrado por 160.000 efectivos. El acuerdo de paz es frágil y las constantes negociaciones con Jartum sobre su implementación gastan una gran energía política.

Introducir nuevas iniciativas de salud, como las referidas a la planificación familiar, parece algo casi imposible, sobre todo por la carencia de estructuras para hacerlas funcionar.

Pero, considerando que Sudán del Sur padece la mayor tasa de mortalidad materna del mundo (2.054 por cada 100.000 nacimientos, o un quinto de cada mujer que pare), hay una fuerte necesidad de encontrar soluciones.
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La planificación familiar podría reducir el número de embarazos no deseados, por lo general los más peligrosos para las mujeres, lo cual en última instancia tendría un impacto positivo en la mortalidad materna, señaló en una entrevista con IPS el director de Salud Reproductiva de Sudán del Sur, Makur Kariom.

IPS — ¿Cómo está el gobierno de Sudán del Sur en relación con la planificación familiar en este momento?

Makur Kariom — De hecho no hay ninguna política en el terreno en este momento. En el borrador de un documento con políticas de salud se hace mención a la planificación familiar como uno de los temas importantes que el gobierno tiene que tratar. Mientras, intentamos aprovechar toda oportunidad para hablar con madres y padres.

Pero queremos ver a los métodos anticonceptivos plenamente integrados al sistema de salud para fines de este año. Será un desafío.

— ¿Cuál es el nivel de compresión de lo que es la planificación familiar ahora en el sur?

— La prevalencia de los anticonceptivos en el sur es menor a uno por ciento, según el Estudio de Hogares de Sudán del Sur (elaborado conjuntamente por el gobierno y la ONU). Desde esa cifra se puede ver claramente cuán bajo es el consumo. Esto se debe a la falta de un adecuado conocimiento sobre la importancia de los anticonceptivos, así como a su escasa disponibilidad, y a la falta de funcionarios calificados que puedan impartir el conocimiento requerido para tomar una decisión informada.

Si se visitan la mayoría de los centros de primeros auxilios en las aldeas, se encontrarán montañas de condones en los almacenes. Nadie los usa.

Hay temas culturales involucrados. La gente piensa en los anticonceptivos como algo relacionado con la inmoralidad y la prostitución. Algunas personas creen que el uso de estos es algo importado de los blancos, que intentan reducir nuestra población, y otras creen que usando condones no se puede disfrutar el sexo.

Pero sin planificación familiar no seremos capaces de frenar nuestra alta tasa de mortalidad materna.

— Hay también un tema político relacionado con la población en Sudán del Sur, ¿no es así?

— Nuestro pueblo cree que cuanto más hijos se tienen más fuerte uno es y más respeto se recibirá en la familia y en la sociedad. Esto es propio de la naturaleza de nuestras tribus, particularmente las nilotic (principalmente pastorales). Si son más en número, nadie podrá robarles su ganado o pelear con ellos. Ese elemento está en nuestro pueblo y fue fortalecido por la guerra.

Perder más de dos millones de personas significa que nuestra población se vino abajo y debe ser compensada. La amenaza de la guerra siempre está allí en el norte, y no seremos capaces de enfrentarla a menos que tengamos a muchos hombres fuertes para pelear.

Personalmente, yo creo que debemos tener menos hijos, y sin embargo con el tiempo, el número crecerá, y se habrá alcanzado un gran aumento poblacional y una población rica al mismo tiempo.

No es fácil vender esa idea a la población, pero pienso que con el tiempo se convencerán

— ¿Dónde se puede empezar, teniendo en cuenta que 92 por ciento de las mujeres en el sur son analfabetas?

— Se empieza en las instalaciones de salud. Es el mejor lugar para hablar con la gente. Y también usaremos importantes personalidades en las comunidades, como jefes y parteras tradicionales, personas en las que la gente confía. Las educaremos y luego estas podrán educar a otros.

— ¿Cuáles son las buenas noticias?

— La mayoría de los anticonceptivos están disponibles libres de cargo en hospitales y en algunas clínicas y centros de salud. Pueden ser comprados también en el mercado.

No tenemos datos, pero según personas infectadas con el VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida), ha habido un aumento en el mercado de condones.

También se ha alcanzado al ejército. Lo están tomando muy en serio. Hablan de ello en sus marchas diarias.

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