La Agencia Internacional de Energía (AIE) recortó este martes su pronóstico de demanda petrolera, pues evaluó que los altos precios obligan a los consumidores a dejar en el garaje los vehículos que consumen mucha gasolina.
La agencia, creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pero independiente de este club de países industrializados, constató escasa evidencia sobre la responsabilidad de la especulación a futuro en el encarecimiento del crudo.
La AIE, con sede en París, realizó su evaluación en momentos en que el Congreso legislativo estadounidense estudia medidas para controlar a los especuladores de productos básicos, por atribuirles, en parte, los precios elevados.
La demanda mundial diaria llegará, según la AIE, a 86,87 millones de barriles de 159 litros este año, 1,4 millones menos que la proyección realizada el año pasado en la última edición del Informe a Mediano Plazo del Mercado Petrolero, que publica la institución periódicamente.
La agencia también redujo su pronóstico de demanda para el periodo 2009-2012.
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Según la AIE, cuyo objetivo es lograr una coordinación de las políticas de energía de sus 26 poderosos miembros, la debilidad del crecimiento económico y el mantenimiento de los precios altos continuarán reduciendo la demanda.
Este último informe asegura que los consumidores en los países ricos redujeron el uso de camionetas y vehículos deportivos que gastan mucho combustible.
"Los precios altos afectan, claramente, el comportamiento de los consumidores, particularmente en el sector del transporte de la OCDE, con un visible abandono de vehículos deportivos y camionetas ligeras en Estados Unidos.
Aun así, la AIE consideró que el consumo de petróleo aumentará en promedio 1,6 por ciento al año hasta 2013 debido a la creciente demanda de China, India y otros países ajenos a la OCDE.
Asia, Medio Oriente y América Latina concentrarán casi 90 por ciento del aumento de la demanda, sostuvo la agencia, integrada por 26 países, todos ellos miembros de la OCDE.
El último informe también considera que la producción global se endenteció y que seguirá siendo limitada en todos los países, sean miembros o no de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La capacidad de suministro tendrá un incremento modesto, a 94,5 millones de barriles diarios en 2010 y a 96,2 millones en 2013. La OPEP representará 54 por ciento del total. Ambos pronósticos son menores a los del año pasado.
El estudio de la AIE tuvo este mismo martes su correlato en la industria automovilística. Los grandes fabricantes estadounidenses, e incluso la hasta ahora aparentemente invulnerable Toyota, informaron que sus ventas habían caído en el primer semestre de 2008, en algunos casos hasta un tercio.
Ford y otras compañías atribuyeron el fenómeno a los problemas económicos, fundamentalmente el encarecimiento de los combustibles.
Los precios de la gasolina elevaron, a su vez, el costo de producción de los vehículos, por lo que también su precio aumentó pesar de la caída de la demanda. Al mismo tiempo, la crisis crediticia estadounidense impidió a los potenciales compradores la obtención de crédito para la compra de vehículos. En ese panorama, según la AIE, tomar a los especuladores petroleros como chivos expiatorios sería una "solución fácil", y ese enfoque no logrará solucionar el problema.
"Los flujos de dinero y la especulación pueden tener una influencia sobre los precios en las operaciones del día a día, pero esa influencia no podría sostenerse por un periodo extenso sin un desequilibrio evidente del mercado", agrega el informe.
"La economía se ve impactada por las fluctuaciones de los precios corrientes, no de los precios a futuro", advierte.
Los factores decisivos son, por el contrario, la reducida capacidad de refinación, las crecientes preocupaciones políticas en regiones petroleras y la escasa capacidad ociosa de extracción.
"Si el suministro está restringido y la demanda está creciendo, los precios deben aumentar", dijo la agencia. El no muy alentador rendimiento de la extracción de petróleo desde 2004 y la fuerte demanda de las economías emergentes son, desde ese enfoque, lo que sostiene el encarecimiento.
También el gobierno de Estados Unidos pronosticó el 25 de junio que el consumo mundial de energía crecerá 57 por ciento para 2030 respecto de 2004.
El informe Perspectivas Internacionales de la Energía 2008, publicado por la Administración de Información de Energía, atribuyó el fenómeno a que el consumo en los países en desarrollo se incrementa, incluso a una tasa mucho mayor que la prevista para las naciones ricas, señaló.
En ese periodo, según este organismo gubernamental estadounidense, el consumo de energía de los países ajenos a la OCDE se elevará de 47,9 por ciento a 58,8 por ciento.
En ese mismo sentido, la demanda de los países de la OCDE aumentará 24 por ciento, mucho menos del 95 por ciento previsto para los restantes.
El petróleo y el carbón continuarán dominando el mercado mundial, según la Agencia, brazo estadístico del Departamento (ministerio) de Energía estadounidense.
"La demanda global de energía crece a pesar de los sostenidos aumentos en el precio del petróleo, que según las proyecciones se mantendrán en el largo plazo", indica ese estudio.
Esta agencia considera que el precio del barril de 159 litros, hoy de alrededor de 137 dólares, se mantendrá entre 113 y 186 dólares por barril.
Aunque las cotizaciones son difíciles de predecir en el largo plazo, la tendencia actual le da sustento a la proyección de máxima de 183 dólares por barril, indica el estudio.