Expertos del gobierno de Estados Unidos pronosticaron que la demanda mundial de energía y las emisiones de dióxido de carbono aumentarán más de 50 por ciento en las próximas dos décadas, a pesar de la disparada en el precio del petróleo.
Una de las razones es que el consumo en los países en desarrollo se incrementa a una tasa mucho mayor que la prevista para las naciones ricas, señaló la Administración de Información de Energía.
"El consumo mundial crecerá 57 por ciento para 2030" tomando como base a 2004", pronostica el informe Perspectivas Internacionales de la Energía 2008, difundido el miércoles por esa agencia gubernamental estadounidense.
En ese periodo, agrega el estudio, la demanda total en los 32 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que incluye a las naciones más ricas además de Corea del Sur y México, aumentará 24 por ciento, frente a 95 por ciento en las ajenas a esa institución con sede en París.
La proporción del consumo mundial de energía correspondiente a los países que no forman parte de la OCDE pasará de 47,9 por ciento en 2005 a 58,8 por ciento en 2030, destaca el informe.
[related_articles]
El petróleo y el carbón continuarán dominando el mercado mundial, según la Agencia, brazo estadístico del Departamento (ministerio) de Energía estadounidense. Ambos productos están considerados los mayores culpables por el recalentamiento planetario, a causa de las emisiones de uno de los principales gases invernadero, el dióxido de carbono, debidas a su uso.
En consecuencia, si no se toman medidas para reducirlas, las emisiones de dióxido de carbono atribuibles a la quema de combustibles fósiles habrán aumentado 51 por ciento para 2030, tomando como base los niveles de 2005.
"La demanda global de energía crece a pesar de los sostenidos aumentos en el precio del petróleo, que según las proyecciones se mantendrán en el largo plazo", indicó el estudio.
La Agencia considera que el precio del barril de 159 litros, hoy de alrededor de 137 dólares, se mantendrá entre 113 y 186 dólares por barril.
Aunque las cotizaciones son difíciles de predecir en el largo plazo, la tendencia actual le da sustento a la proyección de máxima de 183 dólares por barril, indica el estudio.
Independientemente de los mayores costos, el aumento en el uso del petróleo estará motorizado por el sector de transporte y las compañías productoras de electricidad que dependen fuertemente del carbón.
Los países en desarrollo serán los principales impulsores de la creciente demanda, con China y otras economías en expansión marcando el rumbo. El informe señala que el gigante asiático será responsable por 75 por ciento del aumento de dos por ciento anual previsto para el uso de carbón.
"Con un fuerte crecimiento económico y una marcada dependencia respecto de los combustibles fósiles, la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono procederán de las naciones en desarrollo, especialmente en Asia", destaca el estudio.
Según sus proyecciones, la demanda de petróleo y otros combustibles líquidos trepará más de un tercio sobre los niveles actuales, alcanzando 113 millones de barriles por día para 2030.
El crudo retendrá su franja de 40 por ciento del mercado, gracias al aumento de la producción por parte de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El informe ubica para 2030 en 10 por ciento del total la demanda de combustibles líquidos alternativos y controversiales, como los biocombustibles, a cuyo auge se atribuye el encarecimiento de los alimentos por utilizar materias primas tradicionalmente usadas como comida.
Se estima que Estados Unidos será responsable de alrededor de 50 por ciento del aumento de la producción mundial de biocombustibles.
Según el estudio del gobierno de ese país, la producción planetaria de estos carburantes pasará de 1,3 millones de barriles diarios en 2010 a 2,7 millones en 2030, mientras que la estadounidense lo hará de 500.000 a 1,2 millones de barriles diarios en el mismo periodo.
También se incrementará la demanda de gas natural y gas licuado, estimulando la producción en África y Medio Oriente.
El estudio también predice que la energía nuclear estará a la cabeza de las alternativas a los combustibles fósiles. La electricidad generada por ese medio crecerá un tercio y 124 nuevas plantas se construirán para 2030: alrededor de 45 en China, 18 en Rusia, 17 en India y 15 en Estados Unidos, entre otras.
"La generación de electricidad en plantas nucleares se incrementará de alrededor de 2,6 billones de kilovatios hora en 2005 a 3,8 billones en 2030, a medida que las preocupaciones por el aumento de precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y las emisiones de gases invernadero sustentan el desarrollo de esta modalidad", indicó el informe.
Pero también prevé obstáculos para su expansión, que incluyen "la seguridad de las plantas, la disposición de los residuos radioactivos y la proliferación de armas nucleares, que continuarán preocupando al público en muchos países y pueden detener el desarrollo de nuevos reactores atómicos".
Además, indica, "los altos costos de capital y mantenimiento pueden desalentar a algunas naciones de expandir sus programas de centrales nucleares".
El estudio también pronostica que la generación de energía de fuentes renovables se incrementará a una tasa de 2,1 por ciento anual.
Pero no lo hará a partir de las opciones preferidas por los ambientalistas —el sol, el viento, o el calor atrapado bajo la superficie terrestre— sino a través de medianas y grandes represas hidroeléctricas en América Latina y Asia.