Se está aclarando la formula del Presidente Evo Morales para construir un Estado incluyente, descentralizado, con capacidad de definir políticas públicas en base a procesos de concertación y cuyo objetivo central sea el de combatir la pobreza que asuela al 90% de la población boliviana, escribe José Enrique Pinelo, militante en organizaciones sociales bolivianas desde 1970.
El sistema de partidos políticos establecido en las últimas décadas del siglo pasado fracasó en estos objetivos. ¿Fracasará también Morales? Si fuera así, quedará en la historia como el último componente del sistema partidario del Siglo XX.
El desafío que la oposición le plantea al gobierno es impedir -ya que logró detener la última sesión de la Asamblea Constituyente- que se establezcan nuevas reglas y nuevas instituciones que aseguren la inclusión política y económica de los aliados sociales que permitieron el triunfo del Presidente. Por lo tanto, Morales tiene que decidir si el diálogo o el Referéndum Revocatorio son los instrumentos que le permitirán blindar el carácter estratégico del proceso de acumulación iniciado en los años 70.