La pobreza mundial aumenta, paradójicamente, en uno de los momentos más prósperos en la historia de la humanidad.
Kul Chandra Gautam, ex asistente del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y vicedierctor ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que la producción mundial nunca fue más extraordinaria: el año pasado alcanzó la marca de los 60 billones de dólares.
En este tiempo de prosperidad global sin precedentes, en la que alguien se convierte en multimillonario cada dos días, "tenemos una situación contrastante en la que casi 1.000 millones de personas viven con menos de un dólar diario, y 800 millones se van a la cama con hambre todas las noches", señaló.
Según la revista de negocios estadounidense Forbes, el número de multimillonarios en el mundo alcanzó los 1.125 este año, un espectacular salto respecto de 2007, cuando había 179.
Estos viven no sólo en países ricos como Alemania, Estados Unidos y Japón, sino también del Sur en desarrollo, como Belize, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, Malasia, México, Nigeria y Venezuela.
[related_articles]
Al hablar en el tercer foro de la Red Global de Religiones a favor de la Niñez (GNRC, por sus siglas en inglés), que concluyó este lunes en la meridional ciudad japonesa de Hiroshima, Gautam dijo que por culpa de la pobreza casi 10 millones de niños y niñas mueren cada año por causas prevenibles.
"Es la pobreza la que impide que 93 millones de menores vayan a escuelas primarias, la mayoría niñas, y es la pobreza la que arrastra a millones de niños al trabajo infantil, por lo general en circunstancias peligrosas, cuando deberían ir a estudiar", añadió.
El drástico incremento en los precios de los alimentos y del petróleo agravó la situación de los ya pobres y, "como es usual, los niños y niñas son las principales víctimas", dijo a IPS.
La Fundación Arigatou, de Japón, organizadora del Foro de Hiroshima, está convencida de que es el tiempo de que las instituciones religiosas y todos los que profesan una fe deben unirse en la lucha mundial contra el sufrimiento de los niños.
Desde su creación en mayo de 2000, la GNRC emergió como una importante alianza de organizaciones y personas comprometidas con el diálogo y la acción interreligiosa destinada a mejorar la situación de la infancia.
Uno de los temas del Foro de Hiroshima fue "el imperativo ético de asegurar que ningún niño o niña viva en la pobreza".
La ONU estima que más de 600 millones de niños y niñas viven en absoluta pobreza.
La reducción 50 por ciento de la extrema pobreza para 2015 respecto de 1990 es uno de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio. Pero A.T. Ariyaratne, fundador y presidente del Movimiento Sarvodaya, uno de los más exitosos grupos de base de Sri Lanka, duda de que se pueda alcanzar ese fin.
"La pobreza y la impotencia van de la mano, tanto en el nivel político como en el económico", señaló. En la mayoría de los países en desarrollo, la brecha entre ricos y pobres continúa ampliándose día a día.
Ariyaratne calificó de mentiras algunas estadísticas difundidas por algunos gobiernos que fortalecen el argumento de que la pobreza está disminuyendo en determinadas naciones.
"He conocido líderes políticos, incluso a nivel de gabinete, que ni siquiera saben qué son los Objetivos del Milenio", dijo a IPS.
Kojun Handa, sacerdote supremo de la escuela tendai del budismo, condenó las "profundas disparidades económicas", por las cuales muchos niños se ven privados de sus necesidades básicas, incluyendo comida y educación.
"Al mismo tiempo, si miramos a las consideradas naciones avanzadas, incluyendo Japón, vemos un énfasis constante en la riqueza material excesiva", señaló.
Pero Gautam citó a Jim Grant, ex director ejecutivo de Unicef, quien señaló que hubo más progresos para la infancia en los últimos 50 años que quizás en los últimos 500.
Solo en Asia, más de 1.000 millones de personas han sido sacadas de la pobreza en la última mitad de siglo, de las cuales 400 millones están en China.
India está siguiendo rápidamente una tendencia similar. Corea del Sur tuvo un incremento de sus ingresos anuales por habitante de 100 dólares a 17.000 dólares.
A fines del año pasado, Unicef señaló que por primera vez desde que comenzó a guardar registros, el número anual de muertes de niños y niñas disminuyó a menos de 10 millones. Esto representa una caída de 60 por ciento de la tasa de mortalidad infantil desde 1960.
"Este es un testimonio extraordinario del continuo progreso en la supervivencia infantil y el éxito de muchas intervenciones de salud", dijo Gautam.
La viruela, que solía matar a cinco millones de personas al año en la década del 50, fue erradicada. La poliomielitis también está a punto de ser derrotada. El número de víctimas por sarampión, una de las principales causas de muerte infantil, disminuyeron 90 por ciento en África en los últimos siete años.
Por otra parte, "hay más niños y niñas hoy en la escuela que nunca, y la disparidad de género está cayendo rápidamente a nivel de educación primaria", añadió.