INFANCIA: Unicef destaca logros en el Sur

El Sur en desarrollo hace significativos avances para garantizar la superviviencia de los niños y niñas, aunque aún millones afrontan la pobreza, la violencia sexual, el reclutamiento forzado, la explotación laboral y el sida.

De los 191 países de los que se posee información, 129 están en camino de alcanzar el número cuatro de los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Milenio: reducir en dos tercios la mortalidad entre menores de cinco años para 2015, respecto de los índices de 1990.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), casi un tercio de los 50 países menos adelantados (PMA) redujeron la mortalidad infantil 40 por ciento o más desde 1990, "prueba de que se pueden hacer progresos a favor de la infancia en las naciones pobres si hay voluntad política y estrategias adecuadas". Entre los PMA, considerados los más pobres de los pobres, están Bhután, Cabo Verde, Comoras, Eritrea, Etiopía, Haití, Islas Salomón, Laos, Malawi, Maldivas, Mozambique, Nepal, Samoa y Timor Oriental.

La directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman, calificó la mortalidad infantil de "enemigo público número uno" de esa agencia de la ONU.

Andrés Guerrero, representante en Europa de la iniciativa Alianzas Públicas de Unicef, señaló que, desde 2002, menos niños y niñas menores de cinco años mueren cada año, hay más alumnos matriculados en escuelas y cada vez existen más oportunidades educativas con igualdad de género.
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Al mismo tiempo, hay más medicamentos disponibles para los niños, incluyendo a los que padecen sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y más leyes, políticas y planes para protegerlos de la violencia, los abusos y la explotación.

Pero, "a pesar de estos logros, todavía se necesita hacer mucho más", dijo Guerrero a IPS.

Por ejemplo, el número de niños que mueren antes del quinto año se redujo a 9,7 millones. "Sin embargo, esto sigue siendo inaceptable, sobre todo cuando la evidencia demuestra que la mayoría de estas muertes eran prevenibles", señaló.

El funcionario instó a renovar los esfuerzos para erradicar la pobreza, uno de los mayores desafíos para garantizar la supervivencia de la infancia y el crecimiento saludable. Guerrero dijo que alcanzar los Objetivos del Milenio es una herramienta poderosa para crear un mejor mundo para los niños.

Deepali Khanna, de Plan International, organización no gubernamental que trabajara para la infancia, reconoció algunos "brillantes ejemplos de progreso" en el Sur.

Por primera vez en la era moderna, el número de niños y niñas que mueren antes de cumplir cinco años disminuyó a menos de 10 millones.

En Asia oriental, la proporción de menores de cinco años que pasan hambre se redujo casi dos tercios, y más niños que nunca completan la educación primaria.

Al hablar ante la Asamblea General en diciembre, Khanna dijo que 19 de cada 20 niños en edad escolar en el norte de África y América Latina están matriculados en escuelas, y millones más en África subsahariana y en Asia meridional ahora reciben educación, cuando antes nunca habían visto un salón de clases.

"Sin embargo, por cada paso significativo que se da, hay otros similares e importantes hacia atrás", alertó.

En los países donde se constata un progreso en un área particular, hay también un "fracaso sombrío" en otra. La desigualdad y las contradicciones continúa entorpeciendo el progreso en cada país, señaló.

En noviembre de 1989, la Asamblea General adoptó la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (UNCRC), considerado un hito en el reconocimiento de los intereses de la infancia. El tratado entró en vigor en septiembre de 1990, y prácticamente todos los países lo ratificaron, con las excepciones de Estados Unidos y Somalia, principalmente por razones políticas.

Khanna dijo que en los primeros años del UNCRC, muchos gobiernos crearon sistemas para promover los derechos de los niños y niñas, y desde entonces se aprobaron legislaciones para protegerlos de la explotación sexual y el tráfico de personas.

"Pero, otra vez, las legislaciones no son suficientes. En algunos países, lo que falta no es un sistema o leyes, sino la implementación y la voluntad para implementarlas", agregó.

Guerrero señaló que el UNCRC se ha convertido en una referencia y en un catalizador de las acciones de los gobiernos a favor de la infancia.

"Fijó una serie de normas y expectativas comunes que han sido adoptadas casi universalmente por los gobiernos", destacó.

Guerrero indicó que una amplia gama de actores, como parlamentarios, jueces, organizaciones no gubernamentales y líderes religiosos, junto a los padres y a los propios niños, han trabajado para hacer que estos derechos sean respetados.

El funcionario destacó la colaboración de organizaciones vinculadas con la fe, como la Red Global de Religiones a favor de la Niñez (GNRC, por sus siglas en inglés), con sede en Tokio, que trabaja con Unicef desde 2004 en el proyecto titulado "La infancia en el mundo de las religiones".

Guerrero dijo que en la próxima reunión de la GNRC, que se realizará en la meridional ciudad japonesa de Hiroshima entre el 25 y el 26 de este mes, reunirá a todos los actores comprometidos con tres metas principales: asegurar que ningún niño viva en la pobreza, poner fin a la violencia contra la infancia y proteger el ambiente.

"Es mi esperanza que los participantes tengan la oportunidad de compartir y aprender las experiencias de cada uno para renovar sus compromisos para la acción", afirmó.

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