Cada vez más compañías proveedoras de algunas de las más grandes multinacionales están aceptando medir e informar sus emisiones de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario.
Muchas "compañías, incluyendo de los países menos industrializados, están preocupadas por los riesgos del clima extremo, de la escasez de agua y de todo lo que significa el cambio climático", dijo Paul Dickinson, director general del Carbon Disclosure Project (CDP), organización independiente sin fines de lucro con sede en Gran Bretaña, que coordina este esfuerzo.
Multinacionales como Tesco y Unilever quizás no liberan grandes cantidades de gases desde sus propias instalaciones, pero sus proveedores que se cuentan por miles y están ubicados en todo el mundosin duda sí. Sería tonto fingir que estos no son parte de las huellas de carbono (cantidad de emisiones en la cadena de producción) de una corporación, explicó Dickinson a IPS.
El CDP es una iniciativa que coordina acciones entre 385 inversionistas institucionales, con acciones por 57 billones de dólares, quienes solicitan a las 500 principales compañías más grandes del mundo que revelen información sobre sus emisiones de gases invernadero.
Cada vez más, las principales compañías y sus inversores saben que el cambio climático supone un importante riesgo económico, y por tanto intentan reducir sus emisiones. Bajo el programa Colaboración del Liderazgo sobre la Cadena de Suministro, del CDP, se les solicitó en enero a 11 multinacionales que obtengan información sobre las emisiones de carbono y metas de reducción de sus proveedores.
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Las empresas que participan son Dell, Hewlett Packard, LOreal, PepsiCo, Reckitt Benckister, Cadbury Schweppes, Nestlé, Procter & Gamble, Tesco, Imperail Tobacco y Unilever.
Los resultados compilados fueron divulgados este miércoles por el CDP. Estos indican que 96 por ciento de los proveedores reconocen a los gases invernadero como un riesgo potencial. También consideran que las condiciones climáticas extremas afectarán sus operaciones y enlentecerán su productividad. Alrededor de 58 por ciento identificaron la reducción del consumo de energía como la mejor forma de disminuir los riesgos.
Sin embargo, por ahora sólo 26 por ciento se han fijado metas para la reducción de emisiones, dijo Dickinson.
"Hay una revolución en la conciencia pública en todo el mundo sobre las emisiones de gases invernadero. Las personas no van a comprar productos de compañías cuyas emisiones van a dañar a sus hijos", sostuvo.
El CDP se prepara ahora para extender su campaña en mayo a otras multinacionales, como Vodafone, Carrefour, IBM, Heinz y miles de firmas proveedoras. La organización espera que, para 2009, "toda compañía responsable de significativas cantidades de emisiones de carbono" sea parte del programa, explicó Dickinson.
Medir y reducir las emisiones de carbono pronto será algo común para todas las compañías. La cadena de supermercados Tesco anunció que una amplia gama de sus propias marcas llevará etiquetas especificando las huellas de carbono
Gran Bretaña está haciendo obligatorio el informe de emisiones. La sudoccidental provincia canadiense de British Columbia impondrá un impuesto a las emisiones a todas las compañías a partir del 1 de julio. Incluso Estados Unidos, bajo la administración de George W. Bush, prepara un sistema para hacer que la industria informe sus liberaciones de carbono.
Dickinson considera que esto es un cambio fundamental, y cree que las compañías que puedan lograr productos con bajas emisiones de carbono serán las triunfadoras, reduciendo sus costos energéticos y ganando consumidores.
Este cambio es una de las razones por las cuales muchos inversores e instituciones financieras ya no colocan su capital en plantas de energía a base de carbono en Estados Unidos. Y en un país como Sudáfrica, que sufre una importante escasez de electricidad, sería ingenuo construir más plantas en base a carbón, señaló el activista. Las emisiones sudafricanas por habitante son similares a las europeas, aun cuando millones de personas en el país africano viven sin electricidad.
"Los más pobres del mundo son los más vulnerables al cambio climático. No podemos olvidar esto. Serán los más afectados por las más altas temperaturas y la escasez de agua", señaló.
Mientras los ricos pueden adaptarse a los peores impactos del cambio climático, los pobres tienen que procurarse comida y agua. La ya alta tasa de criminalidad en Sudáfrica aumentará porque la gente se pondrá más desesperada, alertó.
La CDP es una herramienta muy útil que hace accesible al público casi toda la información a través de su sitio Cdproject.net, dijo a IPS el investigador del clima Andre de Fontaine, del Centro Pew sobre Cambio Climático Global, organización no gubernamental estadounidense que trabaja con líderes del sector privado, del gobierno y del sector académico.