El modelo afroestadounidense Tyson Beckford quedó desilusionado con la Semana de la Moda 2008 que se realizó en esta ciudad. El problema fue el color, pero no de la ropa, sino de la piel de quienes desfilaban con él en la pasarela.
"¿Qué pasó con toda la gente negra?", preguntó Beckford en comentarios que hizo a la agencia de noticias Associated Press.
La prensa se hizo eco de su preocupación y recurrió a titulares que señalaron que la diversidad no estaba de moda, que faltaba color en las pasarelas o que la semana de la moda había sido demasiado blanca.
Muchas personas vinculadas a la industria de la moda coinciden con los críticos y dedican sus energías a desterrar las causas del problema y encontrar soluciones.
Bethann Hardison, famosa modelo afroestadounidense en los años 60 y 70, cofundadora de la Coalición de Jóvenes Negras y ex agente de Beckford y la supermodelo británica Naomi Campbell, se ha mostrado especialmente activa.
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En cuatro meses organizó tres foros en Nueva York, en los que reunió a modelos, agentes, diseñadores y personas preocupadas por el tema.
"Todos somos responsables", dijo a los asistentes en el inicio del tercer foro, en enero. Los participantes mostraron diversas opiniones, desde la preocupación del director creativo James Scully por el empleo de "jovencitas rusas de 15 años en la pasarela" por parte de Prada hasta la defensa de las agencias de modelos realizada por Romany Young, de la agencia Elite.
"No estoy tratando de decirle a nadie qué hacer, sólo busco crear conciencia sobre el tema. Podemos lograr un cambio sólo por estar aquí", dijo Hardison en el cierre de uno de sus foros.
La editora de la revista Essence, Zonobia Washington, destacó que el problema tiene que ver con "la autoestima, la autoconciencia y las nociones de belleza". También resalta un desequilibrio de poder: el mundo de la moda ha sido, y es, mayoritariamente un ámbito reservado a los blancos, agregó.
"Si un diseñador es caucásico, tiene más afinidad con modelos caucásicas. Si es negro, con las de su misma raza. El problema entonces es quién está a cargo", sostuvo Florian Acheron, agente internacional de la agencia Boss.
El exitoso emprendedor afroestadounidense Sean Combs confirmó el punto de vista de Acheron. En el desfile que organizó durante la semana de la moda para exhibir la nueva colección de su marca, Sean John, sólo utilizó modelos negros. Pero es una excepción a la regla.
Un estudio publicado por el diario neoyorquino Daily News reveló que durante la semana de la moda desfilaron 1.584 modelos. Sólo 94 fueron afroestadounidenses, 95 asiáticas o asiáticos y 17 latinas o latinos.
Su número fue aún menor en un suplemento de moda de 284 páginas que el diario The New York Times incluyó en su edición del domingo 24 de febrero.
Entre los más de 100 avisos publicitarios incluidos en ese suplemento, sólo tres marcas usaron modelos afroestadounidenses: Maladrino, Lord and Taylor y Ports 161. En la publicidad de Lord and Taylor, una modelo negra aparecía junto a cinco blancas.
En los artículos la diversidad estuvo igualmente ausente. Sólo tres modelos negras recibieron atención prominente. Entre ellas estaba Liya Kebede, quien apareció en 2007 en el listado de las modelos mejor pagas que realizó la revista Forbes, que le adjudicó un ingreso anual de 2,5 millones de dólares.
Otras cuatro modelos afroestadounidenses aparecieron en pequeñas fotografías. En dos de ellas se mostraban vestidos de Diane Von Furstenberg, presidenta del Consejo de Diseñadores de Moda, quien había enviado una carta a los miembros urgiéndolos a representar el mundo de la moda de formas que fueran "verdaderamente multiculturales".
Pocos siguieron el consejo, pero su promoción del multiculturalismo no pasó desapercibida.
"Diane señaló el problema y empleó muchas modelos de color en su espectáculo", dijo Washington. "Esto tiene influencia en cómo miramos a su compañía. Siempre es agradable trabajar con diseñadores que entienden a nuestra audiencia", agregó.
No se trata de un problema endémico de Estados Unidos. Se repitió en la Semana de la Moda de Londres, donde la británica Jourdan Dunn fue la única modelo negra famosa. Y en Milán, se convirtió en la primera de su raza en caminar la pasarela de Prada en este milenio.
La industria de la moda en Brasil, que tiene la mayor cantidad de personas de ascendencia africana, fuera de África, también muestra preferencia por las modelos blancas.
Cory Bautista, director de una agencia de modelos de Nueva York, no cree que la causa sea el racismo. "En una industria donde la homofobia prácticamente no existe, no puedo pensar que exista intolerancia hacia los afroestadounidenses. Creo que la visión artística de los diseñadores relaciona su ropa con un cierto tipo de piel", afirmó..
Sin importar la razón, la ausencia de diversidad en la moda se encuentra fuera de lugar en una era de rápida globalización. A medida que la población mundial se familiariza con otras culturas, la apertura de mercados en el exterior necesita de la diversidad para las estrategias de mercadeo.
Dos emprendedores afroestadounidenses, Jay-Z y Steve Stout, lanzaron a mediados de febrero una agencia de publicidad con el explícito objetivo de ayudar a sus clientes a llegar a consumidores multiculturales.
