SALUD-GHANA: La playa como retrete

Uno de los datos que confirman la brecha entre ricos y pobres en la capital de Ghana, cuyo rápido crecimiento sin planificación dejó una profunda huella, es el lugar donde unos y otros eligen para defecar.

Los bellos diseños arquitectónicos de los barrios bien planificados, donde reside la población más pudiente, se contraponen con la falta de retretes en los distritos pobres.

Las playas de Accra se convirtieron en baños al aire libre. Allí, los excrementos fluyen a mar abierto sin tratamiento alguno.

La situación de las playas salió a la luz pública tras la publicación de un informe al respecto en la prensa local, pero sólo motivó una pequeña protesta.

Funcionarios de la Autoridad Metropolitana de Accra (AMA) parecen superados por la magnitud de la tarea que tienen por delante.

"Ghana es el único país del mundo donde las playas son retretes. En otros, frente al mar hay viviendas", manifestó el renombrado religioso Mensa Otabil. "Hemos devaluado nuestras playas, en lugar de convertirlas en lugares de valor donde el público pueda construir casas y descansar."

Las playas de los suburbios capitalinos de Labadi, Osu y Teshie se convirtieron en inodoros al aire libre.

"La vista es triste", se lamentó Nii Allotey, residente de Labadi. "Yo mismo soy culpable, porque voy ahí todas las mañanas a orinar y defecar."

Allotey responsabiliza a la AMA por los graves problemas de saneamiento.

"Todo esto sucede porque los funcionarios locales no han cumplido con sus responsabilidades. Los propietarios son autorizados a construir viviendas sin estar obligados a instalar retretes en ellas", indicó.

El problema no es exclusivo de las viviendas costeras. En el asentamiento irregular de Nima, lejos de la playa, la mayoría de las viviendas carecen de cuarto de baño..

"Llegué a Nima hace años. El propietario de la vivienda nunca construyó un retrete", relató Adam Salifu. "Me da vergüenza admitir que hago mis necesidades de noche o temprano en la mañana, cerca del gran sumidero que pasa por la zona."

Por su parte, el portavoz de AMA Numo Blafo se negó a atribuir a las autoridades capitalinas la responsabilidad por la contaminación del mar.

"Tenemos una planta de tratamiento de residuos en funcionamiento, pero son las empresas privadas a cargo del destino de los residuos las que no cumplen con sus obligaciones", insistió.

En esta ciudad de tres millones de habitantes, la recolección de residuos fue, durante mucho tiempo, responsabilidad de la AMA. Pero la reciente liberalización de la economía abrió la actividad al sector privado.

"Esa gente no tiene conocimientos ni equipamiento para hacerse cargo de la gestión de desperdicios humanos. Es preocupante que hayan conseguido permiso para seguir trabajando", se quejó Salifu.

Las autoridades permitieron la expansión no planificada de Accra. Se construyen cada vez más edificios, en especial en zonas de bajos ingresos, sin supervisión ni servicios, y sin que éstos se acompasen al crecimiento demográfico.

La población de Accra creció de 1,6 millones de habitantes en 2000 a tres millones en la actualidad, y se espera que llegue a los seis millones en 2015, según el Servicio de Estadísticas de Ghana.

En Osu, por ejemplo, había baños públicos, pero fueron demolidos y en su lugar se construyeron comercios.

"La capital se convirtió en un gran centro comercial y los propietarios sólo piensan en las ganancias, dejando de lado las necesidades de los arrendatarios", sostuvo Allotey. "Somos, en parte, responsables por no insistir en contar con servicios esenciales."

El funcionario de AMA coincidió con Allotey.

"Las autoridades municipales tienen normas y regulaciones, pero quienes se mudan a esas casas no se aseguran de que se les brinden servicios como retretes y baños. Es la misma gente que, después, culpan a la AMA", señaló Blafo.

El funcionario aseguró que las autoridades comenzaron a trabajar en la limpieza de las playas. "Hemos adoptado medidas, leyes mediante, para que se considere delito usar las playas como retrete, y se comenzaron a ver los resultados", añadió Blafo.

La AMA se ha tomado muy en serio el tratamiento de residuos desde 2005, afirmó el funcionario. "Ahora hay una nueva planta operativa en la laguna de Korle, desde donde se vierten al mar los desperdicios reciclados", explicó.

"El Consejo de Protección Ambiental también intervino y nos regimos por las pautas estrictas que fijó para el tratamiento de residuos. Eso ha mejorado mucho la situación", añadió Blafo.

De hecho, la intervención dio resultados. La zona de los alrededores de la planta de tratamiento ya no está sumida en el hedor de desperdicios humanos.

"Solíamos taparnos la nariz con pañuelos por el olor, pero ahora la cosa mejoró, como puedes ver", dijo a IPS Mariam Ablor, residente del barrio cercano a la laguna de Korle. "Antes no hubiéramos podido estar hablando como ahora."

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