FORO ECONÓMICO MUNDIAL: Polémica propuesta para África

La presencia de Bono, cantante del grupo U2, entre los empresarios y líderes políticos que asistirán al Foro Económico Mundial (FEM) entre el 23 y el 27 de este mes, debería garantizar que los debates sobre la pobreza en África reciban importante atención de la prensa.

Por varios días consecutivos, el artista ha sido el más ilustre huésped de Davos, el balneario suizo de invierno sede del Foro.

En 2005, Bono apareció al lado de Tony Blair, entonces primer ministro de Gran Bretaña, del presidente sudafricano Thabo Mbeki y del ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001) para declarar que atender la crisis en África era una emergencia.

Pero, si bien varios de los objetivos trazados por Bono, como eliminar la deuda de los países más pobres e incrementar la parte africana en el comercio internacional, son respaldados por activistas contra la pobreza de todo el mundo, algunas de las recetas defendidas por la mayoría de los participantes del Foro son muy discutidas.

Este año, por ejemplo, el Foro discutirá una propuesta para mejorar la agricultura de África, redactada por la Alianza de Negocios contra el Hambre Crónica.

Esta alianza —que incluye a la gigante de productos alimenticios, de cosmética y limpieza Unilever, a la fabricante de ropa deportiva Nike y a la firma de envíos por encomienda TNT— sostiene que África "está finalmente preparada para su propia Revolución Verde", aludiendo a la creciente producción agrícola observada en México e India entre los años 40 y 60.

Esto sugiere que las compañías que promueven los biocombustibles y la biotecnología podrían jugar un papel clave en esa "revolución". En el proyecto piloto citado, la compañía líder en producción de alimentos genéticamente modificados Monsanto espera incrementar sus cosechas de maíz en el distrito keniata de Siaya.

Dos compañías que desarrollan biocombustibles, Spectre y Technoserve, también están involucradas en ese proyecto. Una de las principales áreas de trabajo de Spectre es producir jatropha, una hierba cuyas aceitosas semillas sirven como fuente de energía.

En agosto, se produjeron manifestaciones en India debido a que varios campesinos fueron expulsados de sus tierras para que la firma pudiera cultivar jatropha.

Mohammed Issah, de la Fundación Iniciativa Social para el Desarrollo, en Ghana, dijo que las compañías multinacionales en realidad "intentan capturar al sector agrícola diciendo que tienen la solución para el hambre en África".

Ni los biocumbustibles ni la biotecnología beneficiará a los pequeños agricultores africanos, añadió.

"Si las compañías asumen la tarea de proveer semillas genéticamente modificadas, entonces el control de las plantaciones pasará de los agricultores a las empresas multinacionales", dijo a IPS.

"Por supuesto, el objetivo de las compañías al ingresar a estas áreas es básicamente hacer ganancias", añadió.

"Los agricultores han usado conocimientos tradicionales para plantar productos que van de acuerdo con el ambiente donde los cultivan. Lo que ellos necesitan es apoyo para mejorar las prácticas que ya tienen, y no la introducción de semillas genéticamente modificadas", sostuvo.

Klaus Schwab, académico alemán fundador del FEM, admitió que el aumento de la producción de biocombustibles es uno de los temas clave que los políticos deben abordar.

"Los biocombustibles tienen un impacto en la administración del agua. Tienen un impacto en cómo usar la tierra cultivable. Tienen impacto en la seguridad alimenticia. Hemos visto aumentar sustancialmente los precios de los alimentos, causando importantes problemas sociales, porque los pobres son los más afectados", explicó.

El año pasado, los gobiernos de la Unión Europea (UE) recomendaron que, para 2020, los biocumbustibles pasen a abastecer 10 por ciento del transporte en el bloque.

Sin embargo, el comisario de la UE para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, Louis Michel, cuestionó ese objetivo. En una entrevista con IPS, Michel reconoció que existe el peligro de que la agricultura tradicional en África sea dañada si semillas para biocoumbustibles son plantadas en tierras que antes eran usadas para producir alimentos.

Gertrude Falk, de la Red de Acción e Información Food First (Primero comida), dijo que varios campesinos en Uganda han sido expulsados recientemente de sus tierras para que compañías puedan producir aceite de palma, principal biocombustible usado en Europa.

"Los biocoumbustibles suponen un tema muy peligroso. Reducen el área disponible para la producción de alimentos, y en el largo plazo provocan un incremento de los precios", subrayó Falk.

Considerado uno de los encuentros más influyentes en la agenda política internacional, el FEM es dominado por los líderes económicos. Más de 900 jefes ejecutivos, incluyendo los de las 75 firmas más ricas del planeta, tienen previsto asistir este año a Davos. Sin embargo, sólo habrá 10 líderes sindicales.

Entre los líderes que acudirán se destacan el primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, y el premio Nobel de la Paz y ex vicepresidente estadounidense Al Gore, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, enviará un gran contingente también. Se espera la presencia de los comisarios Peter Mandelson, de Comercio, y Günter Verheugen, de Industria.

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