CAMBIO CLIMÁTICO: Islas del Pacífico con la mirada fija en Bali

Los países insulares del océano Pacífico representados en la conferencia internacional sobre cambio climático en la isla indonesia de Bali viven como un triunfo la ratificación del Protocolo de Kyoto por parte de su vecina Australia.

Analistas políticos del Pacífico Sur atribuyen, en parte, el fracaso electoral del ex primer ministro australiano John Howard, del conservador Partido Liberal, fue no haber previsto la forma de pensar de la ciudadanía en materia de cambio climático.

El Protocolo de Kyoto, acordado en esa ciudad japonesa en 1997 y en vigor desde 2005, obliga a 38 países industrializados —uno de los cuales retiró su firma luego, Estados Unidos, y otro no lo ratificó hasta la semana pasada, Australia— a reducir sus emisiones al menos 5,2 por ciento para 2012 respecto de las de 1990.

Australia ratificó el Protocolo el mismo día en que asumió su nuevo primer ministro, el laborista Kevin Rudd, lo cual coincidió con la fecha de inicio de la conferencia en Bali.

Eso alentó las esperanzas en el Pacífico Sur de que las naciones industriales eleven su compromiso de reducir sus emisiones de gases invernadero y aporten fondos suficientes para lidiar con el cambio climático.
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La emisión de gases invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, es considerada por la mayoría de los científicos como la responsable de gran parte del actual ciclo de recalentamiento del planeta.

Representantes de 14 naciones insulares del Pacífico Sur participan en la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, firmada por 180 países.

Estos delegados aprovechan la oportunidad para plantear su situación en las diversas instancias que comenzaron el 3 de este mes y terminarán el viernes.

La caída del gobierno de John Howard con su consiguiente cambio de política al respecto se considera un espaldarazo a las naciones insulares, en su lucha por lograr que el mundo industrializado se comprometa más con la reducción de las emisiones de gases invernadero.

El ministro de Ambiente de Tuvalu, Tuvalu Teii, declaró que la decisión del nuevo gobierno laborista de Australia de ratificar el Protocolo de Kyoto eran una buena noticia para las pequeñas naciones insulares en peligro por el recalentamiento de la Tierra.

"Los países que ya sufren las consecuencias del recalentamiento de planeta, como Tuvalu, ahora consideran a Australia como un modelo a seguir por otras naciones industrializadas", declaró Teii.

La terquedad de Howard en negarse a ratificar el convenio enfadó a las islas pequeñas del sur del océano Pacífico, las más vulnerables al cambio climático que ya padecen sus consecuencias.

Tuvalu, con unos 10.000 habitantes, fue descripta como la "cara del cambio climático" y algunos científicos predicen que quedará sumergida en 50 años.

Cada uno de los 14 estados insulares tiene su propia agenda prevista para la conferencia de Bali, según el programa para el sur del Pacífico del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Pero para todos es importante que se llegue a un "nuevo acuerdo" en materia de cambio climático para 2009.

"Si se quieren evitar los peligros del cambio climático es urgente que los países lleguen a un acuerdo en la materia para después de 2012", cuando vence el Protocolo de Kyoto, reza una declaración del WWF.

"Un acuerdo al respecto llevará tiempo de elaboración, pero es muy importante que en la conferencia de Bali las naciones se pongan de acuerdo en iniciar las negociaciones lo antes posible. Éstas deben llevar a nuevos y mayores compromisos entre todos los países que emiten grandes cantidades de gases invernadero", añade.

Las naciones insulares presionan con el objetivo de que se incluya una financiación adecuada a la adaptación para el cambio climático en el nuevo acuerdo.

Los costos para que las naciones en desarrollo se adapten al cambio climático se estiman en unos 50.000 millones de dólares al año y aun más si las emisiones de dióxido de carbono no se recortan en todo el mundo, según la organización humanitaria Oxfam Internacional.

Las actuales promesas de fondos llegan a 163 millones de dólares, muy por debajo de lo estimado, indica un informe de la institución de origen católico.

Los estados insulares se sienten especialmente impotentes y frustrados porque emiten menos gases invernadero y, sin embargo, figuran entre los países más vulnerables a las consecuencias del cambio climático por su pequeño tamaño, gran población costera, enorme dependencia de los recursos naturales y bajo relieve.

Es importante que, dado que hay tantos países insulares en la región que deben adaptarse al cambio climático, el nuevo acuerdo internacional prevea una financiación adecuada capaz de hacer frente al fenómeno, señaló WWF.

"Sin un acuerdo internacional firme en la materia, estará en juego la supervivencia de las islas del Pacífico", añade el estudio.

La eventual desaparición de muchas de esas islas de relieve bajo, en caso de fracasar las acciones tendentes a hacer frente a la elevación del nivel del mar, integra la agenda de Bali.

El representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (Aosis, por sus siglas en inglés), Angus Friday, de Granada, señaló que el fracaso en la reducción de emisiones de gases invernadero y de tratados efectivos luego del vencimiento del Protocolo de Kyoto tendrá consecuencias catastróficas, incluida la pérdida de islas enteras.

La Alianza reúne a 43 países con poblaciones menores a 15 millones de habitantes que incluyen desde Singapur a Tuvalu.

Los gobiernos de las islas pequeñas deben repensar las estrategias de adaptación y diseñar formas de reducir su vulnerabilidad ante nuevos golpes ambientales y económicos, indicó Friday.

Además deben disponer de las respuestas tradicionales, añadió, como mejores barreras costeras, capacitación en la gestión de desastres y diversificación económica.

Las naciones de relieve bajo ya padecen las consecuencias del cambio climático y tienen millones de personas en zonas de peligro y otras que ya debieron ser desplazadas y se mudaron a otros países, agregó Friday.

"Ya se ven personas desplazadas por motivos ambientales en Maldivas y en otras islas pequeñas. Se crean acuerdos por los cuales se aconseja a las personas a mudarse a otros países", indicó.

Las naciones ricas deben hacerse responsables porque "creemos que ellas se benefician del rápido desarrollo económico e industrial, básicamente responsable del problema", sostuvo Friday.

* Con aportes de Imelda Abano, desde Indonesia.

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