CAMBIO CLIMÁTICO: Incómoda presencia de EEUU en Bali

Los representantes de Estados Unidos ya afrontan duras críticas en la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que comenzó el lunes y concluirá el día 14 en la isla indonesia de Bali.

La presión más visible procede de los delegados de organizaciones ambientalistas.

El primer revés de Washington se registró al comenzar la reunión, pues el gobierno electo de Australia anunció que abandonaría la política de Estados Unidos y se sumaría a las naciones que ratificaron el Protocolo de Kyoto (firmado en 1997 y en vigor desde 2005) de la Convención.

"Amigos de la Tierra y otras organizaciones no gubernamentales en Bali subrayarán el completo aislamiento del gobierno de George W. Bush", dijo Elizabeth Bast, analista de la filial estadounidense de Amigos de la Tierra.

"El gobierno está solo, aislado del resto del mundo como el único país que no ratificó el Protocolo de Kyoto, y también del pueblo estadounidense, que exige cada vez más reducciones drásticas de las emisiones" de gases de efecto invernadero, con carácter obligatorio, señaló.
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"En lugar de comprometerse plenamente con el proceso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el gobierno intenta crear otros procesos. La intransigencia del gobierno no debería convertirse en un obstáculo", agregó Bast, quien respondió desde Nusa Dua, la ciudad de Bali donde se realiza la conferencia, las preguntas formuladas por correo electrónico..

La división entre los rígidos puntos de vista del gobierno de Bush en materia de cambio climático y el público estadounidense quedó expuesta en un informe difundido por el National Environmental Trust (NET), organización ambientalista con sede en Washington, en vísperas de la reunión de Bali.

"Propuestas serias para limitar la emisión de gases de efecto invernadero cobran impulso en el Senado, y la Corte Suprema de Justicia falló que la Agencia de Protección Ambiental debe promulgar regulaciones" al respecto, según el estudio titulado "Taking Responsibility" ("Responsabilizándose").

Que Washington no cedió en el frente internacional quedó claro en la apertura de la conferencia de la ONU, que atrajo a unos 10.000 funcionarios gubernamentales, delegados de organizaciones internacionales, representantes del sector privado y activistas.

Casi nadie insinuó siquiera que esperara que Estados Unidos asumiera una reducción de gases invernadero obligatoria como la formulada por el Protocolo de Kyoto.

El gobierno de Bush retiró su firma del Protocolo, que impone a 36 países industrializados signatarios recortes a sus emisiones de gases invernadero, que, según la mayoría de los expertos, son responsables de la actual fase de recalentamiento planetario.

El tratado establece como objetivo una reducción de cinco por ciento respecto de los valores de 1990, antes de 2012.

Estados Unidos propone recortes voluntarios, a pesar a que es uno de los principales emisores de gases invernadero.

Las 27 naciones de la Unión Europea (UE), por otra parte, abrazaron los compromisos obligatorios del Protocolo e introdujeron planes para reducir 20 por ciento sus emisiones para 2020.

"El gobierno le puso un envoltorio nuevo a sus viejas políticas voluntarias, y trajo algunos rostros nuevos a Bali para venderlas", dijo Angela Anderson, directora del programa climático de NET, entrevistada por correo electrónico.

"Proponen ideas rechazadas luego de Rio de Janeiro por inviables", añadió desde Nusa Dua, aludiendo a la Cumbre de la Tierra, conferencia internacional sobre ambiente realizada por la ONU en esa ciudad brasileña en 1992.

"Estados Unidos alega que quiere ser constructivo, así que esperamos que continúe participando en las discusiones de la Convención sobre adaptación y deforestación y quede fuera del debate de los espectros de las emisiones que tiene lugar entre los firmantes de Kyoto", continuó.

"Estados Unidos debería asumir su responsabilidad por tratar de desviar el debate sobre la mitigación", opinó.

La Convención sobre Cambio Climático, firmada por 192 países en la Cumbre de Rio, llamó a establecer objetivos voluntarios para reducir la emisión de gases invernadero como modo de mitigar el recalentamiento, cada vez más elevado.

Pero, cinco años después, la falta de avances en este frente impulsó la necesidad de establecer Protocolo de Kyoto, que fijó límites específicos para reducir las emisiones y encomendó a las naciones industrializadas asumir el liderazgo en ese sentido.

Se espera que la conferencia en Bali afiance los compromisos para reducir los gases de efecto invernadero luego que expire el Protocolo de Kyoto en 2012.

Los funcionarios de la ONU esperan que las negociaciones del acuerdo post-Kyoto queden terminadas en los próximos dos años, dando suficiente tiempo a los países para ratificar el acuerdo hacia una transición suave.

Este desafío fue subrayado por Rachmat Witoelar, ministro de Ambiente de Indonesia y presidente de la conferencia, en el día de la inauguración.

"El cambio climático es inequívoco y se está acelerando", dijo, citando los últimos hallazgos científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

"Mientras el lanzamiento de negociaciones y una fecha límite clara —2009— para finalizar las negociaciones constituirá un gran avance, cualquier cosa que sea menos que eso constituirá un fracaso", agregó.

En su informe, la red mundial de científicos del IPCC advirtió que el nivel de gases de efecto invernadero emitidos en la atmósfera debe estabilizarse para 2015 y luego comenzar a declinar para evitar una catástrofe ambiental.

El fracaso causará la muerte de millones de personas, la mayoría del Sur en desarrollo, por condiciones climáticas extremas que van desde un aumento del nivel del mar hasta desastres naturales y sequías, agregaron.

Por lo tanto resulta poco sorprendente que los ambientalistas teman que la posición de Washington en Bali pueda poner un freno a las negociaciones y ayudar a convertir en realidad el sombrío pronóstico del IPCC.

"Todas las naciones tienen un interés vital en llegar a la siguiente ronda (de reducciones luego de 2012), y no deberían dejar que la misma vieja historia de Estados Unidos sea una excusa para un débil inicio de las negociaciones", dijo Anderson.

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