Estados Unidos redujo en forma drástica la tasa de muertes a causa del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) entre la población blanca y acomodada, pero la enfermedad sigue causando estragos en la comunidad negra.
Los afroestadounidenses representan 13 por ciento de la población, de 303 millones de habitantes, pero a la vez 50 por ciento de los portadores del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) y 50 por ciento de los que mueren por esa enfermedad al año, según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
"Tenemos un estado de emergencia en salud pública en la comunidad afroestadounidense. Esta tiene la mayor cantidad de muertes respecto de todas las enfermedades y encima de todo se trata del sida", dijo a IPS la directora de la Comisión Nacional de Líderes Negros contra el Sida, Debra Fraser-Howze.
"En nuestra comunidad existe la misma visión acerca del VIH que la que hay en países del Tercer Mundo", indicó Fraser-Howze, en vísperas del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebrará este sábado.
Una persona puede ser portadora del VIH y vivir 10 años sin que se le manifiesten los síntomas del sida.
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Las terapias antirretrovirales reducen la carga de VIH en el organismo, retardando el avance de la enfermedad y prolongando la vida.
Alrededor de 32 millones de personas en el mundo padecen el VIH/sida, según cifras actualizadas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida).
En Estados Unidos hay un millón de personas con VIH/sida y se diagnostican 40.000 casos al año, según el CDC.
"Los casos de portadores de VIH en la población afroestadounidense siguen siendo altos. Es alarmante", dijo a IPS la presidenta de la organización de doctores negros Asociación Nacional de Medicina, Carolyn Barley Britton.
Las personas blancas y con recursos económicos que están enfermas de VIH/sida suelen vivir 20 años, o más, gracias al acceso a medicamentos desde 1995 y a la buena atención médica, según la Fundación de la familia Kaiser.
Por ello, las muertes a causa del sida disminuyeron 80 por ciento desde mediados de los 90, según el CDC.
Pero detrás de ese avance hay cifras que revelan una epidemia vigente en la comunidad afroestadounidense, según algunos líderes.
Sesenta y siete por ciento de las mujeres a las que se diagnosticó el virus son negras, informó CDC.
Setenta por ciento de los jóvenes portadores del virus son negros. El sida es la primera causa de muerte entre las jóvenes afroestadounidenses, mientras que entre las blancas es la séptima.
Las jóvenes negras crecieron con VIH en sus comunidades.
"Está en su rostro", señaló Jennifer Augustine, directora de VIH y Prevención de STD de Advocates for Youth, organización dedicada a cuestiones de salud.
El gobierno federal no financia la enseñanza de una educación sexual general y franca que hable de la necesidad de practicarse el análisis de VIH y de usar preservativos. En cambio prefiere financiar fondos para explicar a los adolescentes la abstinencia sexual, alegó Augustine.
"Si la única oportunidad de contar con educación sexual general es en la enseñanza, entonces perdimos", añadió.
Las mujeres jóvenes con hijos en comunidades donde la educación es mala y los empleos son escasos tienen muchas cosas para pensar antes que el riesgo del VIH, indicó.
"Hay muchos otros asuntos que les requieren atención inmediata", dijo Augustine.
Las más altas tasas de VIH tienen su raíz en los prejuicios raciales y la pobreza, indicó Frazer-Howze.
"La raza es lo que nos está matando. La raza es la raíz de la falta de nuevas terapias, la raza es la causa de la falta de atención y políticas de prevención, la razón de la pobre infraestructura de salud pública", sostuvo.
"Es la raíz de la respuesta de la sociedad en general y del gobierno en particular", añadió.
El fuerte activismo que caracterizó a los primeros años de la epidemia en el país, en los años 80, ahora está casi ausente, sostuvo Fraser-Howze.
A 42 por ciento de los negros con VIH se les diagnostica muy tarde la enfermedad, según la Kaiser Family Foundation. Esto dificulta el tratamiento y deriva en muertes tempranas, dijo Britton.
La atención médica en Estados Unidos es cara, y pocos doctores practican en las comunidades pobres.
El hecho de que Estados Unidos no ha logrado progresos en disminuir el número de personas infectadas cada año con VIH está directamente vinculado con la falta de una amplia y efectiva campaña pública sobre el riesgo del mal, dijo Britton, profesor asociado de neurología en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia.
"La verdadera tragedia es que sabemos cuál es el mensaje que necesita el público: acabar con el estigma del examen de sida e informar que existen medidas preventivas y tratamientos disponibles", dijo Britton.
Estados Unidos necesita asumir el mismo grado de compromiso con una campaña de salud pública sobre el VIH que otros países, algunos con mucho menos recursos, sostuvo.
"Lo que es alarmante es la inacción. Ha sido de esta forma por muchos años. No se adoptan estrategias para afrontar estas estadísticas. Sabemos qué es lo que funciona, y todo lo que necesitamos es la voluntad de hacerlo", dijo Britton.