El índice de comercio y desarrollo (ICD) elaborado por un organismo de la ONU arroja señales de que los países más pobres, incluidos los de África subsahariana, se aproximan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio.
Empero, Supachai Panitchpakdi, secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), aclaró al anunciar tal posibilidad a IPS que los desempeños de esos países tendrán que ser reforzados y mejorados para lograr las metas en el plazo fijado de 2015.
Los ocho grandes objetivos fijados en 2000 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comprenden desde la disminución de la pobreza extrema y el hambre a la mitad de los indicadores de 1990 hasta la detención del VIH/sida y la obtención de la enseñanza primaria universal.
Supachai estimó que "todavía podemos alentar esperanzas" de que continúe "este prolongado comportamiento positivo y robusto" de las economías subsaharianas.
El jefe de la Unctad se funda en los pronósticos del comercio mundial trazados por esa institución para 2008, que anticipan una continuación de la tendencia dominante este año.
De esa manera, tendríamos seis años consecutivos de fuerte crecimiento en todo el mundo, en especial en las áreas subsaharianas, dijo.
Si ese comportamiento se prolonga, estaríamos muy cerca de los objetivos, se entusiasmó Supachai.
Sin embargo, el ICD apunta que las condiciones no son suficientemente buenas en algunas áreas, como la marcha de las exportaciones, subrayó Supachai. Los desempeños positivos deben extenderse a todos los renglones, incluidas las disciplinas macroeconómicas o también en las materias sociales, de bienestar y de calidad institucional, precisó.
Por lo tanto, los países comprendidos por las Metas del Milenio tendrán que prestar atención a esos aspectos, dijo Supachai.
En ese sentido, el ICD presentado este martes por el jefe de la Unctad ofrece un excelente ejercicio comparativo donde se pueden observar los comportamientos de otros países con grados diferentes de desempeño. Ese cotejo dejará en evidencia las áreas en que ciertas naciones necesitan progresar, describió.
El propósito del ICD es precisamente ayudar a los gobiernos, en particular a los jaqueados por la pobreza y el escaso desarrollo, a identificar los resortes para mejorar su participación en el comercio mundial.
El índice desnuda la situación de cada uno de los 123 países que evalúa hasta ahora, y subraya las dificultades estructurales, institucionales y los obstáculos financieros que padecen, como también las limitaciones de las políticas comerciales y de bienestar socioeconómico.
Supachai comentó a IPS que el Índice de Desarrollo Humano, que prepara periódicamente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, podría ser "un componente de lo que hacemos aquí, que son indicadores sociales que incluyen educación y desarrollo de recursos humanos", explicó.
El índice de la Unctad de este año, preparado con datos de 2006, demuestra que los países en desarrollo continúan atrasados respecto del mundo industrializado en temas como capital humano, infraestructuras, intermediación financiera, calidad institucional, rendimiento comercial y económico, y bienestar social.
Estados Unidos lidera otra vez el ranking elaborado por la Unctad, aunque los expertos de este organismo aclararon que la estimación es de 2006 y no tomó en cuenta las últimas dificultades socio-económicas que hicieron erupción en ese país, asociadas con sus desequilibrios macroeconómicos, la depreciación del dólar y el resquebrajamiento del mercado de construcción de viviendas.
En las posiciones siguientes aparecen Alemania, Dinamarca, Gran Bretaña, Singapur, Japón, Suecia, Francia, Noruega y Canadá. Cierran la lista la República Democrática del Congo, Níger, Nigeria, Guinea-Bissau y Sudán.
El índice resalta el peso adquirido por las siete principales economías emergentes (E-7), que son Brasil, India, China, Corea del Sur, México, Rusia y Sudáfrica.
Todas esas naciones mejoraron su comportamiento entre 2005 y 2006, aunque China obtuvo el mejor puntaje, seguida por India.
El promedio del puntaje obtenido por los países del E-7 supera al resto de las naciones en desarrollo y también ostentan diferencias poco significativas con los niveles de los 10 países que se incorporaron a la Unión Europea en 2004.
El informe de la Unctad consigna que entre los países en desarrollo, los de Asia oriental y el Pacífico ostentan los puntajes más altos, seguidos por los países de Medio Oriente, del norte de África, y de América Latina y el Caribe.
Las calificaciones de los países de África subsahariana y de Asia meridional son similares, pues están retrasadas respecto de las demás regiones en desarrollo.
Las caídas más importantes entre 2005 y 2006 se registraron en Botswana, Jamaica, Uruguay, Camerún y Siria. A su vez, cuatro países en desarrollo presentaron los aumentos más marcados en el mismo período: Ecuador, Honduras, Irán y Omán.
En los casos de Irán y Omán, sus comportamientos dependieron del auge del sector de la energía. En general, todos los exportadores de energía tuvieron altos puntajes en 2006, con excepción de Malasia.
El aumento de los precios internacionales de los productos básicos favoreció a ocho economías dependientes de esas exportaciones, que son las de Malawi, República Centroafricana, Islandia, Ruanda, Guinea-Bissau, Uganda, Etiopía y Paraguay.
La Unctad estimó que el análisis del índice demuestra que un énfasis desproporcionado en un número limitado de políticas puede probablemente conducir a la obtención de resultados marginales.
Por ejemplo, si se concentra el foco exclusivamente en la integración económica y en la liberalización comercial, no se afrontan de manera eficaz los problemas del desarrollo.
Los expertos del organismo de la ONU coinciden en que, a pesar de una extendida liberalización comercial, muchos de los países menos avanzados no han logrado disminuciones significativas de la pobreza y en algunos han presentado índices de desarrollo negativos.