El cambio climático no es inexorable, siempre y cuando se adopten medidas de inmediato, sostienen organizaciones no gubernamentales y oficiales al iniciarse este lunes la vigésimo séptima reunión plenaria del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
La reunión, que se celebrará hasta el sábado 17 en la oriental ciudad española de Valencia, sobre el mar Mediterráneo, reúne a medio millar de expertos de 130 países. Recibió a los participantes un cartel de 400 metros cuadrados con el mensaje "Peligro: salvemos el clima ya", colocado al frente de la sede por la organización ecologista internacional Greenpeace.
Javier González, coordinador de energía de la no gubernamental Ecologistas en Acción, cree que no hay mucho que analizar y discutir, porque ya se sabe lo que hay que hacer: "la única solución es reducir el consumo de energía y otros bienes que se consumen hasta el hartazgo", dijo a IPS.
"En los países del Sur, algunos sectores sociales y en los del Norte prácticamente todos consumen cosas innecesarias: envoltorios, envases y publicidad de los productos, gasolina en países donde lo habitual es ver una sola persona viajando en los automóviles, luces encendidas día y noche innecesariamente, hogares con varios televisores, etcétera", enumeró González.
"En Europa estamos acostumbrados a ver cómo se tiran a la basura electrodomésticos prácticamente nuevos, que si tienen un fallo no se arreglan, sino que se cambian por otros, así como es difícil encontrar circulando automóviles con más de seis o siete años de antigüedad", añadió.
El IPCC fue establecido en 1998 en el marco de las Naciones Unidas y está conformado por científicos de instituciones académicas de todo el mundo, así como por representantes de gobierno. Los investigadores revisan, analizan y compilan estudios sobre la ciencia del cambio climático, el impacto de éste en la naturaleza y las sociedades y los caminos para mitigarlo y adaptarse a él.
Los representantes de los gobiernos se ocupan de revisar y refrendar las conclusiones de los reportes científicos.
En Valencia, los participantes deben realizar la revisión final del Informe de Síntesis, de carácter científico, y que deberá servir de guía para las decisiones políticas inmediatas previstas en todo el mundo para abordar el cambio climático.
En su último reporte, entregado en tres partes durante este año, el IPCC afirma que el "recalentamiento del clima es inequívoco y la mayor parte del mismo en los últimos 50 años se debe muy posiblemente (con un 90 por ciento de certeza) al aumento de los gases de efecto invernadero".
Según Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, ese informe "resume el problema, las causas y las soluciones y es la demostración aplastante para los gobiernos, empresas y personas sobre la necesidad de actuar urgentemente frente al cambio climático y de que es posible hacerlo".
Según el consenso científico representado en el IPCC, actividades humanas como la quema de combustibles fósiles o la deforestación, entre otras, han provocado en los últimos 200 años una excesiva acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Estos gases, como el dióxido de carbono, agravan el efecto invernadero natural, al retener por más tiempo en la atmósfera el calor de los rayos solares, desencadenando el llamado calentamiento global.
Ese calentamiento ha desatado el fenómeno del cambio climático, que se expresa en derretimiento de los glaciares, elevación del nivel del mar, alteraciones en los regímenes de lluvias, intensificación de sequías y de manifestaciones extremas como tormentas y huracanes.
Al inaugurar el encuentro, la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, comenzó recordando que "alguien" le dijo que "deberíamos cuidar más la Tierra porque es donde vivimos todos, es lo que compartimos, es nuestra casa".
No era un activista, ni un conocido escritor, ni un pensador cosmopolita inquieto por el futuro del planeta. "Era una mujer indígena de una aldea de Guatemala. Una mujer que, como tantos otros millones de personas, vive en un pueblo remoto y casi aislado, apegado a su tierra y a tradiciones ancestrales", afirmó Fernández de la Vega.
"Probablemente no haya oído jamás hablar de grandes cifras macroeconómicas, ni de las grandes líneas de la política internacional, ni de tantas otras cosas que superan los reducidos límites que separan a su aldea del resto del mundo", agregó.
Pero esa mujer comprendía "muy bien lo que supone el calentamiento global, la contaminación y la degradación medioambiental y los efectos que eso tiene para todos nosotros. Aquella mujer, en aquel lejano rincón del mundo, sabía muy bien lo que significa la Tierra, la Tierra con mayúscula y la tierra con minúscula, porque cada día le proporciona casi todo a ella y a su comunidad", dijo.
El problema que se discute en Valencia es global ya que, precisó la vicepresidenta, "ni la contaminación de los mares, ni los gases de efecto invernadero, ni el aumento de temperaturas o la subida del nivel del mar se detienen en las fronteras de ningún país", por lo que "trabajar unidos, más unidos que nunca, es una exigencia".
Fernández de la Vega culminó comprometiendo "el más absoluto compromiso del gobierno español en esta tarea que nos une, en la lucha contra el cambio climático".
Madrid aprobó a principios de año una Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia, con 198 actuaciones y medidas en diferentes niveles, que contempla actuaciones que van desde la cooperación internacional hasta la investigación, el fomento de hábitos de consumo más responsables y de construcciones más eficientes, la apuesta por energías alternativas y la elaboración de estrategias de adaptación a los cambios.
Montón sostuvo que "el gobierno de España debe promover los más altos compromisos de reducción de emisiones, para evitar los peores impactos del cambio climático, y desarrollar un sistema cien por ciento renovable como aportación al desarrollo mundial de estas energías, tal y como aconseja el IPCC". El informe del IPCC, cuya redacción final se divulgará este sábado, será insumo fundamental para la XIII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la tercera Reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto, que se celebrarán en Bali (Indonesia) entre el 3 y el 14 de diciembre, para establecer políticas en todo el mundo.
El Protocolo de Kyoto, adoptado en 1997 y en vigor desde 2005, estableció metas obligatorias de reducción de gases invernadero para todos los países industriales que lo firmaron. El plazo para cumplir esos compromisos finaliza en 2012. En Bali, los gobiernos del mundo deberán comenzar a delinear un nuevo pacto vinculante que regirá a partir de entonces.
El IPCC fue galardonado este año con el premio Nobel de la Paz, junto al político estadounidense Al Gore, por sus contribuciones para entender y divulgar un fenómeno en el que se juega el futuro de la humanidad.