RELIGIÓN-EEUU: Gays dividen a la Iglesia Episcopal

La Iglesia Episcopal de Estados Unidos dejó sin definir esta semana qué hará con el ordenamiento de sacerdotes homosexuales, perpetuando un conflicto que amenaza con desmembrar a esta comunidad cristiana, la tercera en importancia en el mundo.

Los obispos episcopales aprobaron por abrumadora mayoría, reunidos en Nueva Orleans, soluciones temporales a los enfrentamientos, como la suspensión de las ceremonias de matrimonio de parejas del mismo sexo.

También decidieron este martes "moderarse" en la selección de candidatos a obispo y evitar a aquéllos cuyo "estilo de vida representa un desafío para la iglesia".

La Iglesia Episcopal es la rama estadounidense de la religión anglicana y cuenta con alrededor de 2,3 millones de fieles.

Desde 2003, cuando ordenó como obispo al homosexual Gene Robinson, esta congregación se encontró bajo fuerte presión de sus sectores más conservadores no sólo en Estados Unidos sino en el resto del mundo.

Una respuesta oficial a lo resuelto en Nueva Orleans por el cuerpo que reúne a todas las iglesias anglicanas, que tiene más de 77 millones de fieles en el mundo, podría demorar meses.

Pero la férrea oposición a los homosexuales entre algunos sacerdotes estadounidenses no se apaciguará por la declaración aprobada en ese encuentro.

Algunos ya han abandonado la iglesia y esto se podría incrementar en los casos de Kenia, Nigeria, Ruanda y Uganda, donde el rechazo hacia los homosexuales es muy marcado.

Cuatro o cinco de las 110 diócesis de Estados Unidos, encabezadas por obispos conservadores, estarían contemplando romper con la Iglesia, sumándose a 32 congregaciones de África. Otras 23 ya han votado abandonarla, sobre un total de 7.600 en este país y otras 15 naciones.

Las divisiones ideológicas fueron previstas en 2001 por un informe del Instituto de Estudios sobre la Democracia acerca del conservador "movimiento renovador" de la Iglesia Episcopal.

Las caracterizó como "parte de un amplio corrimiento hacia la derecha dentro de las principales congregaciones protestantes" del país.

El estudio de Lewis C. Daly, titulado "Una Iglesia en Riesgo: El 'Movimiento Renovador' Episcopal", observó que esta rama del cristianismo se encuentra "bajo el ataque" de un grupo conservador que procura "alejarla de su papel histórico en la esfera pública de Estados Unidos".

"El ordenamiento de obispos para la Misión Anglicana en América, que se autodescribe como un movimiento misionero de Ruanda que intenta alcanzar a quienes están fuera de la iglesia en América del Norte, tiene un significado político que va más allá de lo religioso", señaló Daly.

"Es importante entender cómo las redes anglicanas evangélicas se superponen con objetivos políticos y sociales en África, Asia y otros lugares del mundo", agregó.

En una carta abierta al Arzobispo de Canterbury, máxima autoridad de esta Iglesia, publicada el 14 de septiembre, todo el clero anglicano nigeriano, encabezado por el obispo Peter Akinola, expresó su preocupación por lo que denominaron "la presente crisis en nuestra vida en común".

Akinola también impulsa un proyecto de ley que impondría en su país penas de prisión de cinco años a las parejas del mismo sexo y prohibiría "toda actividad política a favor de los derechos de los gay".

En 2007, este obispo organizó la Asamblea Anglicana en América del Norte, una rama misionera de la iglesia nigeriana a la que radicó en Estados Unidos. En esa institución, altas autoridades clericales africanas ordenan como obispos a sacerdotes conservadores de este país.

El mes pasado, los reverendos Bill Murdoch y Bill Atwood, de los estados de Massachusetts y Texas, fueron elevados a esa jerarquía en la catedral de Todos los Santos de Nairobi, en una ceremonia encabezada por el arzobispo de Kenia.

La declaración de Nueva Orleans abordó el problema que representan estas "violaciones de límites".

Hizo un llamado para poner un "fin inmediato" a la práctica por parte de obispos extranjeros de ordenar a sacerdotes conservadores estadounidenses para que se pongan al frente de congregaciones que se separaron de la iglesia episcopal.

La declaración, emitida este martes, no rechazó completamente a los homosexuales. Hizo referencia a un "inequívoco y activo compromiso con los derechos civiles, la seguridad y la dignidad de homosexuales y lesbianas".

"Está claro que hicieron lo más que pudieron para dar una respuesta a quienes pensamos que es necesario apretar el botón de pausa", dijo el reverendo Russell Levenson, pastor conservador de la iglesia episcopal de St. Martin de Houston, Texas, la más numerosa de Estados Unidos.

"Esto está muy lejos de lo que se había pedido", dijo, en cambio, Martyn Minns, un ex párroco episcopal que abandonó la iglesia para sumarse a una "asamblea" anglicana del estado de Virginia bajo la autoridad de Akinola.

El obispo Robinson, principal impulsor del cisma, dijo que la iglesia episcopal está en camino a otorgar un mayor apoyo a los derechos de homosexuales y lesbianas.

"La diócesis de Chicago nombró obispo a un homosexual declarado y otras harán lo mismo. Es la forma en la que se está moviendo el mundo y también la iglesia. Sólo resta saber cuándo ocurrirá", señaló Robinson.

En julio de 2008 se realizará la conferencia de todos los obispos anglicanos del mundo, que se reúne una vez cada 10 años. Con los liberales y los conservadores tan atrincherados en sus posiciones, la posibilidad de un cisma definitivo puede surgir nuevamente.

En África, mientras tanto, muchos gobiernos han endurecido sus políticas en relación con homosexuales y lesbianas.

En Zimbabwe, una ley sobre "desvíos sexuales" aprobada en 2006 tipificó como delito que dos personas del mismo sexo se tomen de la mano, se abracen o besen. Otros países que criminalizaron la homosexualidad son Angola, Argelia, Benin, Egipto, Etiopía y Sierra Leona.

Críticas a la declaración de Nueva Orleans ya se han escuchado en Kenia y Uganda.

"Lo que esperábamos de ellos era arrepentimiento y el reconocimiento de que (la homosexualidad) es un pecado a los ojos del Señor", dijo en una entrevista con la BBC el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Kenia, Benjamin Nzimbi.

"No hubo un cambio de actitud", declaró el obispo adjunto de Kampala, David Zac Niringiye, lo cual demuestra que la iglesia ya está fracturada.

Una reunión de iglesias anglicanas conservadoras, algunas de las cuales permanecen dentro de la Iglesia Episcopal mientras que otras se han separado, se realizará esta semana en la ciudad de Pittsburgh, en el estado de Pennsylvania, para debatir sobre el futuro.

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