La cadena de radio y televisión británica BBC divulgó este martes una encuesta según la cual dos tercios de los entrevistados en 21 países dijeron creer necesario tomar pronto «grandes medidas» contra el recalentamiento planetario.
El resultado del sondeo se conoce en una semana pródiga en conferencias internacionales sobre cambio climático que se celebran de manera casi simultánea.
El estudio, que incluyó virtualmente todos los grandes emisores de gases invernadero, entre ellos Estados Unidos, China e India, concluyó que un promedio de ocho de cada diez encuestados aceptaban que "la actividad humana, incluidos la industria y el transporte, son una causa significativa de cambio climático".
Casi tres de cada cuatro entrevistados afirmaron creer que a los países en desarrollo, que contribuyeron en la historia relativamente poco con el fenómeno, debería requerírseles limitar sus emisiones en el futuro, preferiblemente a cambio de asistencia para el ahorro de energía y tecnología del Norte industrial.
"El público en los países en desarrollo y en los industrializados están de acuerdo en que son necesarias acciones sobre cambio climático", dijo Steven Kull, director del Programa sobre Actitudes Políticas Internacionales (PIPA) de la estadounidense Universidad de Maryland, que realizó el estudio junto con la encuestadora GlobeScan.
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De hecho, 90 por ciento de los entrevistados en China apoyaron este enfoque. El gigante asiático sobrepasará en 2009 a Estados Unidos como mayor emisor de gases invernadero, según la Agencia Internacional de Energía.
Siete de cada 10 encuestados chinos se manifestaron favorables a tomar pronto "grandes medidas" para combatir el recalentamiento planetario, 11 puntos porcentuales más que la proporción de estadounidenses que contestaron lo mismo.
La encuesta, para la cual se entrevistó a 22.00 personas entre mayo y julio, fue divulgada mientras los jefes de Estado y de gobierno de unos 80 países se dirigen a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para referirse a las medidas contra el cambio climático a pedido del secretario general del foro mundial, Ban Ki-moon.
El presidente estadounidense George W. Bush, quien retiró la firma de su país del Protocolo de Kyoto contra el recalentamiento planetario apenas se hizo cargo del gobierno en 2001, se mantuvo al margen de la sesión, si bien participó en actividades más privadas.
Bush, quien se opone a las restricciones de emisiones de gases invernadero de carácter obligatorio, convoca a otra reunión de dos días sobre el asunto para el fin de semana, con representantes de 16 países, entre ellos las grandes economías europeas, Japón, China, India, Indonesia, Brasil y México.
Las naciones representadas en esta reunión representan 90 por ciento de las emisiones mundiales, y sus delegados considerarán la posibilidad de establecer objetivos voluntarios para reducirlas.
Bush, quien a medida que transcurrió su presidencia pareció aceptar poco a poco que el recalentamiento del planeta tiene causas humanas, rechaza el Protocolo de Kyoto porque entiende que representa un alto costo para la economía estadounidense.
También se opone a que el Protocolo se aplique sólo en los países industrializados y no en los pobres, entre los que figuran economías de crecimiento acelerado que son grandes emisores, como China e India.
Pero los países del Sur y los defensores del Protocolo de Kyoto acotan que estas naciones no son tan responsables de la actual fase de recalentamiento como las naciones ricas, que emitieron gran cantidad de gases invernadero desde los albores de la Revolución Industrial.
Además, advierten que las emisiones por habitante en el Sur siguen siendo muchísimo más bajas que las de los países industriales, especialmente Estados Unidos y Australia, los únicos dos del Norte que rechazaron el Protocolo de Kyoto.
La encuesta consultó a personas de 10 países industrializados (Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia) y 11 naciones en desarrollo (Brasil, Chile, China, Egipto, Filipinas, India, Indonesia, Kenia, México, Nigeria, Turquía).
En 18 de los 21 países, incluidos nueve de los 11 en desarrollo, hubo mayoría de entrevistados en que "los países menos ricos con emisiones sustanciales y crecientes deberían limitarlas igual que los ricos".
"Esto nos dice a los expertos en opinión pública que este problema es muy sentido, y que muchos de estos países, particularmente China, se ven a sí mismos como potencias emergentes que deberían ser activas en estas áreas", dijo a IPS el presidente de GlobeScan, Doug Miller.
Este resultado, por otra parte, sugiere que las negociaciones de esta semana transcurrirán en un buen clima, según el encuestador.
Casi 70 por ciento de los entrevistados en China y en América Latina, en promedio, consideraban que los países en desarrollo debían reducir sus emisiones. En Egipto, Nigeria e Italia hubo mayorías que indicaron lo contrario.