AGUA: Clave para la estabilidad social

Una alta funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conoce personalmente lo que es vivir sin acceso al agua potable, ya que realiza frecuentes viajes a su Tanzania natal.

La subsecretaria general del foro mundial y directora ejecutiva del Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-Hábitat), Anna Tibaijuka, dijo que siempre que vuelve a su hogar en Dar-es-Salaam por las vacaciones tiene grandes dificultades para adquirir agua limpia.

"Sí, no hay agua en ese barrio", dijo al señalar los problemas que afrontan muchas ciudades africanas de rápido crecimiento, así como otras del resto del Sur en desarrollo.

Tibaijuka contó a IPS que debe comprar agua embotellada cada vez que vuelve a Dar-es-Salaam, una típica ciudad con problemas de acceso a ese recurso y que crece a un ritmo de cuatro por ciento anual. Su población se duplica cada 15 años.

La funcionaria dijo que el explosivo crecimiento de los centros urbanos en los últimos 30 años está mermando los otrora plenos recursos hídricos.
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"Varias ciudades metropolitanas están enterradas en problemas", dijo Tibaijuka, citando el caso de México, que se hundió unos 11 metros en los últimos 70 años.

¿La causa? El uso excesivo de los recursos hídricos subterráneos.

La ONU señaló que más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a agua potable en todo el mundo, mientras que más de 2.000 millones carecen de apropiado saneamiento.

Tibaijuka subrayó que son los grupos más pobres los que sufren particularmente los problemas de salud y ambientales derivados de esta situación.

"Son los que tienen menos posibilidad de pagar viviendas de buena calidad en barrios donde hay agua potable, saneamiento adecuado, un sistema de recolección de basura, caminos pavimentados y desagües", añadió.

Al hablar ante más de 2.000 técnicos, científicos y políticos reunidos en Estocolmo por la conferencia anual de la 17 Semana Mundial del Agua, que se celebra desde el domingo y se extenderá hasta este sábado, Tibaijuka sostuvo que éste será el principal tema que deberá abordar la comunidad internacional a lo largo de este siglo.

"La escasez de agua podría amenazar la estabilidad social en el mundo", alertó.

"Necesitamos urgentemente encontrar nuevos enfoques para utilizar mejor nuestros abundantes recursos humanos, nuestros preciosos recursos naturales y nuestros escasos recursos financieros", añadió.

Un estudio del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) divulgado en la capital sueca indica que una inversión mínima de 8.000 millones de dólares anuales aseguraría que cada país de ese continente redujera a la mitad su proporción de habitantes sin acceso a agua y mejoraría su saneamiento.

El autor de la investigación, Arjun Thapan, señaló que una vez que se alcance ese objetivo de inversión se podrían obtener indirectamente en contrapartida unos 54.000 millones de dólares anuales de ganancias.

"Es el colmo de la irracionalidad económica no invertir en estos servicios vitales", sostuvo.

El estudio Asia Water Watch 2015 subraya que el impacto de este recurso es tan difuso que cada dólar invertido para que la población tenga acceso al agua y a un mejor saneamiento devuelve seis dólares en beneficios de salud y educativos.

"No es trabajar sólo por el agua en sí, sino por el agua para el bien de los pobres. El agua limpia y un mejor saneamiento puede salvar a los pobres, mejorar su salud y proveerles más oportunidades de ingresos", indica el texto.

A pesar de estos claros argumentos para invertir en el agua, el BAD señaló que los gobiernos asiáticos no han avanzado en ese sentido.

Reconociendo la magnitud de las "penas por el agua" de Asia, el BAD dijo estar comprometido en incrementar las inversiones en el sector y cumplir así los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, que entre otras cosas llaman a una reducción para 2015 de 50 por ciento del número de personas que carecen de acceso a agua potable.

El BAD también creará la Facilidad para una Sociedad en el Financiamiento del Agua, que pretende movilizar 100 millones de dólares para apoyar proyectos en el sector con la colaboración de socios en el Norte industrializado.

Mientras, según datos de la ONU, más de 117 millones de personas han sufrido a causa de unos 300 desastres naturales en el planeta, la mayoría de estos vinculados con el agua, solo este año.

Entre las catástrofes se destacan las devastadoras sequías en África y China y las masivas inundaciones en Asia y también en el continente africano, todas las cuales causaron daños por casi 15.000 millones de dólares.

Estos desastres naturales son también atribuidos a los efectos del cambio climático.

Hablando en nombre de las 130 naciones en desarrollo que conforman el Grupo de los 77, el ministro de Ambiente pakistaní Makhdoom Faisal Saleh Hayat dijo en una reunión de la Asamblea General de la ONU el mes pasado que el cambio climático suponía graves riesgos y desafíos, en particular para los países del Sur.

Por tanto, se requiere una urgente acción global de respuesta, indicó.

"Estamos preocupados de que los efectos adversos del cambio climático y los fenómenos asociados, incluyendo el aumento en el nivel del mar y el incremento en la frecuencia e intensidad de los huracanes, ciclones, inundaciones y otros eventos climáticos, como el derretimiento de los glaciares, las sequías y la desertificación, amenacen el desarrollo sostenible, la subsistencia y la propia existencia de muchos países en desarrollo", dijo.

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