MUJERES-PAKISTÁN: Educación velada

Las cartas conminando a niñas y jóvenes pakistaníes a usar burqa en la Provincia de la Frontera Noroccidental han conseguido su propósito.

Los rebeldes favorables al grupo islamista afgano Talibán, responsables de esos mensajes amenazadores, están activos hasta en Peshawar, capital de la Provincia de la Frontera Noroccidental.

Las estudiantes de un centro estatal de enseñanza secundaria de la localidad de Par Hoti, en el municipio de Mardan, se ven obligadas a vestir burqas (una larga túnica que cubre por completo la cabeza y el cuerpo) desde que la dirección del colegio fue conminada a ello, de acuerdo con el código islámico.

"Las jóvenes atemorizadas comenzaron a llevar burqas por una orden verbal del director", confirmó Safia, una estudiante de séptimo grado.

"Es una nueva experiencia, algo nuevo a las que no estábamos acostumbradas", señaló.

"No queremos que ataquen a nuestras hijas", señaló Jamil Khan, padre de dos jóvenes que concurren a ese centro de enseñanza con el atuendo tradicional.

El creciente poder Talibán en la porosa zona fronteriza con Afganistán atenta contra la educación de las jóvenes, tal como ocurrió cuando ese movimiento controló la mayor parte del país vecino (1996-2001) y determinó que la enseñanza de las mujeres no se ajustaba al código islámico y les prohibió mostrarse en público sin escoltas masculinos.

Las milicias pro-Talibán han saboteado la educación femenina de diversas formas. Además de las cartas amenazadoras a centros de enseñanza, el clérigo radical Maulana Fazlullah envió advertencias a las emisoras de radio.

"La educación de las mujeres va contra la shariá (ley islámica) y el mejor instituto de enseñanza para ellas es su propio hogar", bramó el religioso de 38 años en su último sermón, antes de pasar a la clandestinidad el 5 de julio.

Los rabiosos discursos de Fazlullah, en general contra Occidente, también lograron desbaratar en la región fronteriza una campaña nacional de lucha contra la poliomielitis, arrojando dudas sobre el contenido de las vacunas de origen estadounidense.

El programa sólo cubrió 96 por ciento de la población nacional, a pesar de que la iniciativa se llevó a cabo puerta a puerta con participación de 60.000 voluntarios.

Pakistán es uno de los cuatro países donde esta enfermedad no ha podido ser erradicada, además de Afganistán, India y Nigeria.

Fazlullah es yerno de Maulana Sufi Mohammad, líder del partido Tehrik Nifaz-i-Shariah Mohammadi, que propugna la instauración de la shariá.

Fazal Ahmad, hermano de Fazlullah, fue asesinado el 30 de octubre de 2006 durante un ataque contra un seminario en la Agencia Bajaur, en la septentrional Área Tribal Bajo Administración Federal. La agresión dejó un saldo de 80 personas muertas.

La fuerza aérea pakistaní se hizo responsable del ataque donde funcionaba un campamento de entrenamiento militar, pero varias versiones hablaron de misiles de Estados Unidos o de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzados desde Afganistán.

Los sermones y discursos del religioso son muy populares, en especial entre las mujeres, y tienen una gran audiencia. La mayoría de las familias de Imam Dehri y aldeas aledañas dejaron de mandar a sus hijas a la secundaria tras escuchar su prédica.

Para Fatima, maestra de una escuela del distrito de Swat, la situación es muy preocupante.

"¡Es terrible!", exclamó muy angustiada.

"Esta tendencia a desalentar la educación femenina es el golpe de gracia al desarrollo de las mujeres", dijo a IPS por teléfono.

La escuela primaria donde ella enseñaba tenía unas 200 estudiantes hace dos meses. Desde entonces disminuyeron a 80. En total, unas 8.000 niñas habrían desertado en ese periodo en Imam Deri, Koza Banda, Bara, Kabal y Char Bagh, según Fatima.

El analfabetismo afecta a 32 por ciento de la población femenina del país. Es de 30 por ciento en la Provincia de la Frontera Noroccidental y de sólo tres por ciento en el Área Tribal, administrada directamente por Islamabad.

La matricula escolar femenina es de 3,8 por ciento en esta provincia y de 1,3 por ciento en el Área Tribal, según fuentes oficiales.

Las autoridades de la Facultad de Medicina de Khyber recibieron amenazas telefónicas según las cuales si en tres semanas las estudiantes no llevaban burqas, sus instalaciones serían atacadas.

"Recibimos varias llamadas telefónicas que pedían especialmente que impusiéramos el uso obligatorio de la burqa y que separáramos las clases por sexo", dijo a IPS el director Fazal Ahmad.

Las estudiantes deben trasladarse hasta la Facultad de Medicina de mujeres del distrito de Hayatabad para terminar su formación en un lugar sin hombres, según las exigencias de los rebeldes.

Un funcionario de la Universidad de Peshawar, la más grande de la provincia, recibe amenazas similares desde hace meses.

La universidad tiene unas 5.000 mujeres inscriptas. El profesor Rehmat Kalam dijo a IPS que una de cada cinco viste burqa.

Por su parte, el ministro de Educación de esta provincia, Maulana Fazal Ali, que pertenece a la alianza de partidos religiosos Muttahida Majlis-i-Amal que apoya al movimiento Talibán, se mostró a la defensiva.

"Hacemos todo lo que podemos por promover la educación de las mujeres. Hace dos años que brindamos libros y uniformes gratis. Eso demuestra el interés que ponemos en su educación", declaró Fazal Ali.

El gobierno ordenó a las fuerzas de seguridad garantizar la seguridad de las niñas en toda la provincia, aseguró a IPS.

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