ENERGÍA-UGANDA: Cascada de represas en el sediento Nilo

A medida que gana impulso la construcción de la represa de Bujagali sobre el río Nilo, en Uganda, una coalición de la sociedad civil reclama la reconsideración de los créditos internacionales que viabilizan el proyecto.

Lago Victoria, amenazado por las represas, al igual que el río Nilo Crédito: NASA
Lago Victoria, amenazado por las represas, al igual que el río Nilo Crédito: NASA
El Banco de Desarrollo de África (AfDB) y el Banco Mundial son los principales financistas de la represa hidroeléctrica, con préstamos por 750 millones de dólares. También aportaron créditos el Banco Alemán de Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones.

El Foro de Desarrollo Represas de Uganda, que reúne a diez organizaciones no gubernamentales, asegura que la compañía constructora, Bujagali Energy Limited (BEL), no evaluó adecuadamente las consecuencias ambientales de la obra.

Los ambientalistas del Foro temen que el nivel del agua del lago Victoria, que ya ha caído como consecuencia de las operaciones de otras dos represas ubicadas río arriba (las de Nalubale y Kiira), descienda aun más por la construcción de la que se situará en la cascada de Bujagali.

Desde hace cinco años, el espejo de agua del Victoria, el mayor lago tropical del mundo, ha caído a sus niveles más bajos en décadas.

"La evaluación de BEL no analiza a largo plazo la salud global del lago Victoria. Los daños que ocasionará la construcción de una cascada de represas a lo largo del Nilo merecen más atención", dijo Frank Muramuzi, principal figura del Foro y director ejecutivo de la Asociación Nacional de Ambientalistas Profesionales.

"La cuestión hidrológica, la viabilidad económica de un proyecto de costo tan elevado y sus implicaciones sociales y ambientales han sido ignoradas, mientras los preparativos de la construcción se aceleran", alertó Muramuzi.

Estos efectos potencialmente negativos fueron informados al Banco Mundial y al AfDB, los cuales enviaron misiones de inspección para verificar las preocupaciones de los activistas, indicó.

También se teme que el alto costo de la represa sea transferido a los consumidores, lo que tornaría la electricidad en un servicio demasiado caro para la mayoría de los ugandeses.

La situación ha empeorado con el supuesto salto del costo del proyecto de 750 millones a 860 millones de dólares, según activistas.

Estas versiones no pudieron ser constatadas en fuentes gubernamentales o de BEL, pero informantes del Ministerio de Energía admitieron que la obra se encareció por el aumento en los mercados mundiales del petróleo, el cemento, el acero, el hierro y los servicios de consultoría.

Organizaciones de la sociedad civil advirtieron que la deforestación de Uganda amenaza la viabilidad de las represas hidroeléctricas.

La producción de electricidad de este país depende, en gran medida, de estas construcciones. Además de Bujagali, el Estado ugandés planifica instalar otras tres.

Las represas de Nalubaale y Kiira tienen un rendimiento muy pobre, en parte debido al descenso del nivel del Nilo, inadecuado para la generación de energía. Por esta causa, la escasez de electricidad en Uganda es severa.

Los conservacionistas de Uganda se han embarcado en ambiciosas campañas, alentados por el éxito alcanzado a comienzos de este año de la presión sobre el gobierno para que no abriera Mabira, una de las grandes selvas del país, al cultivo de caña de azúcar, según Muramuzi.

Esos cultivos habrían tenido un efecto negativo sobre el río Nilo y el lago Victoria, según los activistas que realizaron la campaña. Las 30.000 hectáreas de Mabira se encuentran cerca de estas fuentes de agua.

La Autoridad Nacional de Manejo Ambiental y la Autoridad Nacional Forestal, ambas estatales, vetaron también el proyecto con el argumento de que la selva era el hábitat natural de muchas especies de flora y fauna que se verían amenazadas.

El 12 de abril, cinco personas murieron en Kampala en una manifestación violenta contra el proyecto en Mabira.

"La campaña por Mabira abrió los ojos de inversores y del gobierno, quienes se dieron cuenta de que el ambiente es muy caro al pueblo de Uganda, que quiere sólo inversiones verdes", según "The Naturalist", publicación oficial de la organización NatureUganda.

Los conservacionistas atribuyeron la marcha atrás del gobierno en torno de Mabira a la intención de evitar publicidad adversa en la próxima Reunión de Jefes de Gobierno de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), que se celebrará en Kampala en noviembre.

NatureUganda defiende la implementación de fuentes de energía alternativas como la solar, la geotérmica y la eólica, de modo de reducir la fuerte dependencia del país en las represas para la generación de electricidad.

* Este artículo forma parte de la serie sobre crecimiento sustentable de IPS y la Federación Internacional de Periodistas Ambientales (IFEJ, por sus siglas en inglés).

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