Legisladores de los países más poderosos del mundo aguardan, contra todo pronóstico, un histórico avance en la lucha contra el cambio climático en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) que comienza este miércoles en Heiligendamm, Alemania.
Los jefes de gobierno del G-8, que integra a los países más ricos (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) y a Rusia, se reunirán en ese centro turístico sobre el mar Báltico.
Las mismas expectativas tienen los representantes de las cinco economías emergentes más destacadas de la actualidad (Brasil, China, India, México y Sudáfrica), cuyos líderes también asistirán a la cumbre.
Parlamentarios del G-8, reunidos en Berlín, contaron con el apoyo saliente primer ministro británico Tony Blair, quien les dijo el domingo que los líderes de la alianza y sus pares de las cinco mayores naciones en desarrollo "podían sellar un histórico acuerdo sobre cambio climático".
El hecho permitiría que las negociaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) iniciadas a fines de este año en Bali, Indonesia, avancen en la elaboración de un tratado que reemplace el Protocolo de Kyoto, que expira en 2012.
Bajo el convenio acordado en 1997 en esa ciudad japonesa, 35 países industrializados, excluyendo a Australia y Estados Unidos, se comprometieron a reducir sus emisiones de gases invernadero en al menos 5,2 por ciento para 2012, respecto de las cifras de 1990.
Blair se dirigió a unos 100 representantes de parlamentos del G-8 y de las cinco naciones emergentes reunidas en Berlín.
El Foro de dos días realizado en el Bundestag (sede del parlamento alemán) fue organizado por Globe Internacional, red mundial de legisladores preocupados por el ambiente, y COM+ (Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sustentable).
El foro fue organizado con apoyo de Blair durante la doble presidencia británica del G-8 y de la Unión Europea (UE) en 2005.
Los legisladores dieron su inequívoco apoyo a la canciller (jefa de gobierno) alemana, Angela Merkel, en materia de cambio climático.
"Es muy importante que el G-8 demuestre en Heiligendamm su liderazgo y exprese su visión acerca de un marco de la ONU para después de 2012, de acuerdo con los cinco elementos planteados por la canciller Merkel", reza la declaración emitida el lunes.
Los cinco puntos son: un objetivo de largo plazo para reducir en forma sustancial las emisiones de gases invernadero, la promoción de un mercado de carbono mundial, un mayor apoyo a la investigación de tecnología y desarrollo, un mayor respaldo a la adaptación, en especial en las naciones en desarrollo, y medidas para reducir la deforestación.
Los gases que causan el efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso son considerados por la mayoría de los científicos como responsables del recalentamiento del planeta.
"El extraordinario liderazgo de Angela Merkel nos brinda una gran oportunidad de hacer progresos reales hacia esos objetivos en la cumbre del G-8", señaló Blair.
El primer ministro británico describió el polémico anuncio de hace unos días el presidente estadounidense George W. Bush de "importante avance".
"Por primera vez, Estados Unidos quiere formar parte del marco que compromete al mundo con un objetivo mundial de largo plazo para reducir las emisiones y con metas nacionales", indicó Blair.
"La canciller Merkel y yo trabajamos duro para incluir ese enfoque en los últimos días previos a la cumbre de Heiligendamm", señaló el primer ministro británico.
Los legisladores señalaron que las propuestas que elaboraron en Berlín "son clave para aprovechar la energía y la innovación del sector privado para brindar opciones paliativas a menor costo".
También pidieron que el G-8 reconozca que los mercados de carbono, aunque necesarios, no bastan para cumplir con las inversiones en fuentes de energía alternativa, requeridas en un periodo acorde con la proporción del desafío.
Los representantes se inclinaron por instrumentos y políticas como el fortalecimiento del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto y por una forma de elevar la financiación conjunta en el sector energético de los países industrializados en las naciones en desarrollo y un cambio de ritmo en las asociaciones público-privadas para crear medidas transitorias y disminuir los costos en tecnología.
Además, subrayaron que para que esos mercados de carbono sean efectivos deben ir acompañados de objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y promover su transparencia y estándares mediante clasificaciones independientes y avalúos de fondos de carbono.
Además, directores generales de las grandes corporaciones de energía, invitados al foro, pidieron la creación del mercado de carbono mundial como forma de estimular la inversión, el desarrollo de energía limpia y fondos adicionales necesarios para avanzar a un ritmo constante hacia una economía mundial con poco carbono.
Los legisladores abogan por un mayor apoyo a los programas de investigación nacional e internacional, a través de la Agencia Internacional de Energía, el Foro del Liderazgo en Embargo de Carbono, la UE y el Plan de Acción de Gleneagles.
Además, propusieron mayor colaboración práctica entre las naciones industriales y en desarrollo para acelerar la creación de capacidades en estas últimas.
Los representantes también quieren encargar una cartografía geológica completa de los países más grandes del G-8 y de los emergentes que más usan carbono, para identificar los posibles sitios y los más apropiados para almacenar dióxido de carbono bajo tierra.
También pidieron respaldo para la propuesta a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, a fin de desarrollar un acuerdo marco internacional de eficiencia energética.
Un tratado de ese tipo puede centrarse en cooperación normativa, evaluación y medidas de eficiencia energética, etiquetado y estándares de rendimiento para bienes de circulación internacional, eficiencia del combustible de vehículos, fijación de parámetros y desarrollo de acuerdos sectoriales, cooperación en desarrollo tecnológico y financiación en eficiencia energética.
"Un acuerdo de ese tipo puede proseguirse en el proceso del Diálogo de Gleneagles con vistas a su implementación en 2008", señalaron los legisladores.
La actual presidencia del G-8 espera iniciar un proceso de Heiligendamm para formalizar el diálogo en torno a cuestiones de cambio climático entre el G-8 y los cinco países con economías emergentes.
***** + Cumbre del G-8 – Cobertura Especial de IPS Noticias (https://www.ipsnoticias.net/_focus/G8/index.asp)
(FIN/IPS/traen-vf-mj/raj/ld/wd en dv g8 kp nr/07)