En vísperas del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que se celebrará el domingo 17, se aceleran los esfuerzos por subrayar las amenazas de la degradación de la tierra en buena parte de África, así como proyectos preventivos.
El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) está en la primera línea de la lucha contra el fenómeno. Esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha embarcado en proyectos al respecto en toda África y en otras partes del mundo.
La desertificación amenaza los medios de vida de más de 1.200 millones de personas en 110 países de todo el mundo.
La jefa de Relaciones con los Medios de Información del FIDA, Farhana Haque-Rahman, detalló, entrevistada por IPS, la preocupación de esta agencia ante la degradación de la tierra.
IPS: ¿Por qué el FIDA está comprometido en la lucha contra la desertificación?
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FARHANA HAQUE-RAHMAN: El objetivo del trabajo del FIDA en las áreas rurales es capacitar a los pobres para que salgan de la pobreza. El FIDA ha hecho de la degradación de la tierra y sus causas una parte central de su trabajo, reconociendo el vínculo entre pobreza rural y ambiente.
La degradación de la tierra conduce a una competencia mayor por los recursos, cada vez más escasos, de los que dependen las comunidades rurales para su supervivencia.
—¿Y cuáles fueron sus experiencias hasta la fecha?
—Vimos que cuando las comunidades adoptan estrategias para aumentar la productividad del suelo y asegurar un acceso a hombres y mujeres por igual a los servicios de extensión agrícola, la tecnología y las finanzas rurales, es más probable que los beneficios sean sustentables y se conviertan en un bien público.
Las áreas áridas y semiáridas a menudo son remotas y muy pobres. Quienes viven en ellas tienen poco acceso a la tecnología, la información, los mercados y a la infraestructura básica. A menudo no pueden evitar poner en riesgo la base de recursos naturales de la que dependen, y no tienen fuentes alternativas de ingresos y alimentos.
—¿En qué proyectos contra la desertificación está comprometido el FIDA actualmente?
— Alrededor de 70 por ciento de los proyectos de reducción de la pobreza rural están ubicados en entornos marginales y ecológicamente frágiles.
Las operaciones del FIDA en estas áreas promueven enfoques innovadores para ayudar a agricultores pobres a romper el ciclo de la pobreza, que los obliga a degradar sus recursos terrestres para satisfacer sus necesidades de subsistencia inmediata.
Las operaciones se concentran en reducir la pobreza y el vínculo entre ésta y la degradación de la tierra.
Además de proyectos y programas, el FIDA alberga el Mecanismo Global, que moviliza fondos y recursos para implementar la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (1994).
El FIDA también es una agencia ejecutora del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), que concede subsidios a países en desarrollo para promover programas ambientales y medios de vida sostenibles en las comunidades locales.
Además, el FIDA alberga a la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra, dedicada a mejorar el acceso de la población rural pobre a la tierra y los recursos naturales.
—¿Cuánto dinero invierte actualmente el FIDA en la lucha contra la desertificación en África?
—Entre 1999 y 2005, el FIDA comprometió unos 2.000 millones de dólares en préstamos y subvenciones a programas y proyectos relevantes, 46,8 por ciento de los cuales principalmente apuntan a objetivos de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.
—¿Qué iniciativas demostraron ser exitosas en África y por qué?
—Una particularmente exitosa fue el Proyecto de Desarrollo Rural de Kordofan del Norte, en Sudán, que insumió siete años. La agricultura de irrigación es limitada en las occidentales provincias sudanesas de Um Ruwaba y Bara, golpeadas por una serie de sequías en los años 80 y comienzos de los 90.
El flujo masivo de personas desplazadas del sur supuso una presión adicional para recursos ya frágiles, y los medios de vida sufrieron considerablemente.
Este proyecto nos alienta porque superó dificultades causadas por inconsistencias en el proceso de descentralización. Los agricultores ya registraron beneficios en la productividad. El FIDA financió el proyecto con un préstamo de 10,5 millones de dólares.
—¿Y qué depara el futuro?
—El FIDA planea hoy hacer frente a la desertificación en Níger, Eritrea, Haití, Siria y Djibouti. En Níger, estamos planeando la Iniciativa de Desarrollo para la Rehabilitación Agrícola Rural. En Eritrea, el Programa Post-Crisis de Rehabilitación de Ganado y Desarrollo. En Haití, el Proyecto de Desarrollo de la Irrigación a Pequeña Escala. En Siria, el Proyecto de Desarrollo Rural de la Región Nororiental. Y en Djibouti el Programa de Movilización de las Aguas de la Superficie para el Desarrollo Agropastoral.