Miles de especies vegetales y animales desaparecen cada mes por el impacto del recalentamiento planetario, según el principal grupo de expertos en cambio climático del mundo.
«Alrededor de 150 especies desaparecen cada día», dijo el ministro de Ambiente de Alemania, Sigmar Gabriel, en la conferencia de ministros de Ambiente del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos celebrada en Potsdam, en las afueras de Berlín.
«La humanidad se apresta a eliminar el banco de datos biológicos de la naturaleza a una velocidad desconocida», dijo Gabriel el mes pasado en la conferencia.
Los alarmantes comentarios de Gabriel se basaban sobre datos que se conocerán este jueves en Bruselas, compilados por científicos de todo el mundo para el nuevo informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe indica que un aumento de entre uno y tres grados en la temperatura global sería suficiente para diezmar la biodiversidad: hasta 30 por ciento de las especies estarían en peligro de extinción.
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El informe pronostica que el recalentamiento del planeta pondrá en peligro a millones de personas de todo el mundo, amenazadas por la escasez de alimentos y agua, las inundaciones y la propagación de enfermedades tropicales.
El estudio del IPCC proporciona un análisis exhaustivo del modo en que el cambio climático ya está afectando los sistemas naturales y humanos, y explora la eficacia de diversas medias posibles de adaptación al fenómeno y mitigación de sus consecuencias pueden reducir este impacto.
El documento presenta diversos escenarios probables para un aumento promedio de la temperatura global de entre 1,1 y 6,4 grados para 2100 respecto de los registros de 1990.
«Las especies deben adaptarse a estos cambios o mudarse a medida que varíen las zonas climáticas», dijo a IPS Wolfgang Lucht, profesor de dinámica de la biosfera y los sistemas terrestres del Instituto Potsdam para la Investigación sobre Impactos Climáticos y participante en la elaboración de los informes del IPCC.
«Para las especies que no puedan adaptarse o emigrar, las nuevas condiciones climáticas en sus hábitats podrían llevarlas a la extinción», agregó.
«Especies adaptadas a ecosistemas montañosos no pueden dirigirse a lugares más elevados y frescos, porque estos lugares no existen», ironizó. «La flora y la fauna de la región ártica, que sufren especialmente el recalentamiento, no pueden emigrar más al norte para eludir las consecuencias del cambio climático».
Lucht explicó que científicos participantes en los estudios del IPCC modelaron los escenarios posibles para los próximos 100 años para mostrar los eventuales cambios en la ubicación de las zonas climáticas.
«No podemos proporcionar un pronóstico exacto, porque no existe una teoría definitiva sobre la biosfera. Pero cientos de estudios sobre especies individuales y ecosistemas muestran que el recalentamiento podría tener consecuencias letales en numerosas áreas del mundo», señaló Lucht.
El informe del IPCC advierte que sequías afectarán especialmente a África austral, América Latina y la región del Mediterráneo (Europa meridional, Medio Oriente y África septentrional).
«Algunos modelos climáticos pronostican un total desecamiento de la selva amazónica, que realmente generaría consecuencias dramáticas para la biodiversidad de esa región. Semejante fenómeno significaría la obliteración de incontables especies», enfatizó Lucht.
Lucht comparó estos escenarios —los peores— con el cambio climático que ocurrió hace unos 55 millones de años, al final de la era geológica del Paleoceno.
«A lo largo de esa era, la temperatura global aumentó cinco grados, provocando muertes masivas globales», destacó.
El informe del IPCC también advierte que cientos de millones de personas se quedarán sin agua en menos de 20 años. Otras decenas de millones podrían verse amenazadas por inundaciones y por la propagación de enfermedades tropicales, como el paludismo (malaria).
El informe del IPCC será el segundo que se divulgará este año. El 2 de febrero, este grupo presentó su cuarta evaluación del impacto del cambio climático, titulada «La base científica», en la que reafirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero por la actividad humana, especialmente la quema de combustibles fósiles, son la principal causa del recalentamiento.
El IPCC advirtió que el aumento de las emisiones de gases invernadero y de las temperaturas mundiales incrementará las catástrofes climáticas, como veranos más calurosos, inviernos más cálidos, sequías, inundaciones, derretimiento de glaciares, elevación del nivel del mar y huracanes más fuertes y frecuentes.
El IPCC fue creado en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Organización Meteorológica Mundial.
Su objetivo es «evaluar, sobre una base exhaustiva, objetiva, abierta y transparente, la información científica, técnica y socioeconómica relevante para comprender (…) el riesgo del cambio climático inducido por el hombre, sus potenciales impactos y opciones para la adaptación y la mitigación».
El IPCC no realiza investigaciones ni controla datos relacionados con el clima. Basa su evaluación, principalmente, sobre literatura científica y técnica revisada por pares.
* Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por Inter Press Service (IPS) y la Federación Internacional de Periodistas Ambientales (IFEJ).