DROGAS: Lo legal está de moda

La población que abusa de sedantes y otros medicamentos de venta legal podría superar en breve a la de adictos a las drogas ilegales duras, advirtió la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Esta tendencia parece una paradójica consecuencia de las campañas contra la drogadicción, sugirió a IPS el vicepresidente de esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el holandés Robert Lousberg.

Como respuesta a estas campañas, "los jóvenes tienden más a pensar que la heroína es para los fracasados", explicó Lousberg. "La edad promedio de heroinómanos se eleva, y también se reduce la cantidad de adictos a la cocaína", añadió.

India es una excepción a esa tendencia. "La cocaína solía ser demasiado cara allí, pero ahora la consumen los nuevos ricos", apuntó Lousberg.

La JIFE, con sede en Viena, es una organización internacional establecida en 1968 para controlar la implementación de las convenciones de la ONU en materia de control de drogas.

La agencia constató una reducción en el abuso de drogas duras (denominación que reciben las que causan fuerte adicción, como la heroína y la cocaína), pero alertó sobre peligros emergentes.

"La otra cara de la moneda de la disminución de adictos a las drogas duras es el abuso de medicamentos que se venden con receta. Parecen menos dañinos, pero no lo son", explicó Lousberg.

La mayoría de quienes dependen de analgésicos, estimulantes, sedantes y tranquilizantes de venta legal suelen optar por ellos en su carácter de medicamentos y no como alternativa a las drogas duras ilegales, según el informe.

En Estados Unidos, el consumo de fármacos recetados superó al de casi todas las drogas ilegales, con excepción de las derivadas de la cannabis (marihuana y hachís). En 2003, 15 millones de norteamericanos los consumieron, indica el estudio. Esa cifra casi duplica la de 1992.

Ese tipo de abuso también es serio en algunas zonas de África, América del Sur y Europa. En Nigeria, el analgésico pentazocina es la segunda droga de uso intravenoso por parte de los adictos.

El analgésico buprenorfina, recetado como tratamiento de substitución de opiáceos, es el que más se inyectan los adictos en varias zonas de India.

En Francia y los países escandinavos, entre 20 y 25 por ciento de las tabletas de buprenorfina terminan en el mercado negro, según el informe de la JIFE.

En Argentina, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Hong Kong y Singapur, la agencia constató una tendencia creciente a su consumo por personas anoréxicas como método para adelgazar.

La demanda de ese tipo de medicamentos empeoró el problema de la venta y producción ilegal de fármacos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en los países en desarrollo entre 25 y 50 por ciento de esos medicamentos son elaborados sin la patente correspondiente.

"Lo realmente nuevo es que las ventas ilegales ahora se ampliaron a productos que generan adicción", señaló Lousberg.

Hay tres tipos de medicamentos que terminan vendiéndose en forma ilegal: los fabricados sin patente, los falsos sin componentes activos y los que se producen legalmente pero terminan en el mercado negro tras una prescripción legítima pero no consumidas por su destinatario.

En las naciones en desarrollo es fácil conseguir medicamentos en mercados callejeros y en los países industrializados en farmacias ilegales de Internet.

"Las farmacias en Internet son un nuevo fenómeno que nos preocupa enormemente. Son buenas para facilitar la comunicaciones entre ellas y los médicos, pero el pequeño porcentaje de farmacias ilegales son una seria amenaza para la salud pública", indicó Lousberg.

Además facilitan las falsificaciones al aceptar recetas facsimilares.

"Es común que no haya contacto entre el médico y el paciente y a menudo el medicamento es más caro que en una farmacia común", explicó el especialista.

"Mucha gente conoce esas farmacias por los correos electrónicos que reciben con ofertas de Viagra. En sus sitios de Internet también venden medicamentos que generan adicción", apuntó.

Otro peligro sobre el que alerta el informe es que muchos consumidores elaboran sus propias drogas mediante instrucciones que obtienen en Internet y suelen extraer el componente activo de medicamentos para obtener productos más fuertes.

La JIFE pidió a todos los gobiernos que pongan en alerta a la policía acerca del creciente tráfico y abuso de medicamentos y los instó a recabar información al respecto mediante encuestas sobre el consumo de drogas.

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