El mes sagrado musulmán de Ramadán es un período en que los fieles se dedican al ayuno, a la armonía y a la oración. Pero el año pasado, en la occidental ciudad saudita de Jeddah, los devotos estuvieron a punto violentarse cuando se enteraron de que se habían quedado sin agua durante las festividades.
Este tipo de casos refleja el creciente problema de la escasez de ese vital recurso en el Golfo. Las pocas lluvias más los altos índices de evaporación y de consumo han provocado un gran déficit en los "presupuestos de agua". Además, el aumento poblacional y la rápida urbanización agravan el problema.
Estadísticas revelan que los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo tienen un nivel de urbanización de 85 por ciento. Como consecuencia, Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, es el segundo mayor consumidor de agua por habitante a nivel mundial, luego de Estados Unidos. Su promedio de consumo doméstico es de 353 litros diarios por persona, contra 425 litros de los estadounidenses.
El Consejo está integrado por Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos, Omán, Kuwait y Qatar.
Iraq e Irán, los otros países con costa en el Golfo Pérsico o Arábigo, no son miembros del grupo.
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Un informe del Banco Mundial divulgado en marzo alertó a los países del Golfo y de todo Medio Oriente que, para 2050, su disponibilidad de agua por habitante se reducirá a la mitad. Las "consecuencias económicas, sociales y presupuestales podrían ser enormes" si los gobiernos no aceleran reformas para enfrentar la escasez de agua, señala el documento.
En vísperas del Día Mundial del Agua este jueves, el ambientalista Mohamed Raouf, del Centro de Investigación del Golfo, con sede en Dubai, dijo a IPS que la "principal estrategia para el uso sostenible del agua es proteger y conservar los recursos disponibles".
Esto implica "aprovechar cada gota a través de la recolección de agua de lluvia, protegiendo los embalses naturales y los fabricados por el hombre, así como los acuíferos".
Raouf también subrayó la importancia de proteger los sistemas hídricos tradicionales, una idea recomendada en una conferencia de ambientalistas regionales en Omán el año pasado.
Esto implica la continua operación del "aflaj" (sistema tradicional de transporte de agua desde su fuente a través de canaletas inclinadas hacia los puntos de irrigación), el reciclamiento de agua usada y la creación de plantas de desalinización.
La privatización de los servicios del agua está siendo adoptada para mejorar la capacidad y la eficiencia del suministro.
Por ejemplo, el emirato de Abu Dhabi, con un consumo anual 26 veces mayor que sus recursos naturales renovables de agua, anunció el año pasado la privatización de cinco proyectos energéticos e hídricos.
En diciembre, Arabia Saudita comenzó a estudiar un proyecto para crear un "Banco de Agua" en la septentrional localidad de Tihama, por 5.300 millones de dólares, para cubrir la demanda de ese país durante 21 años. El plan prevé la construcción de represas y embalses.
Las plantas de desalinización son de capital intensivo y tienen una vida útil relativamente corta debido a los altos costos de mantenimiento, por lo que los gobiernos exploran soluciones más eficientes y duraderas.
No obstante las muchas desventajas, esas centrales parecen ser la mejor opción por el momento. Arabia Saudita es el mayor productor mundial de agua desalinizada, seguido por Emiratos.
Los países del Golfo tienen más de la mitad de las 11.000 plantas del planeta, pero se calcula que necesitarán una inversión de más de 100.000 millones de dólares para construir nuevas en los próximos 10 años y así satisfacer la demanda de agua desalinizada, que crece a un promedio anual de seis por ciento.
La dependencia "del agua desalinizada podría ser una política riesgosa, considerando la naturaleza volátil de los precios del petróleo y sus ganancias", dijo Raouf.
"El uso sostenible de los recursos hídricos subterráneos debe ser considerado en una administración integral del agua en cada país", añadió.
Los esfuerzos para incrementar la toma de conciencia y encontrar soluciones alternativas han sido tan intensos que incluso entraron en terrenos religiosos. El gobierno de Qatar anunció planes para instalar contadores de agua en las mezquitas para controlar el consumo durante los "wazu", o limpieza del cuerpo antes de las oraciones.
En 2004, Emiratos anunció planes para emplear energía nuclear y solar con el fin de reducir los costos de la desalinización de agua.
En septiembre del año pasado, Omán hizo pública su intención de construir la mayor represa del Golfo. Las obras serán completadas dentro de dos años.
Uno de los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio propone asegurar la sostenibilidad ambiental y reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable y sin saneamiento.
Los Objetivos del Milenio incluyen también reducir a la mitad la proporción de personas en la indigencia y que padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.
Además, combatir la expansión del VIH/sida, la malaria y otras enfermedades, así como crear una sociedad mundial para el desarrollo.