FORO ECONÓMICO MUNDIAL: El Sur pide justicia agrícola

Los países en desarrollo no aceptarán diluir las negociaciones sobre comercio agrícola de la Ronda de Doha, según advirtieron sus representantes en el Foro Económico Mundial, que transcurre en esta localidad suiza hasta este domingo.

El Grupo de los 33 (G-33), expresión del Sur en las negociaciones multilaterales de comercio, "sigue dedicado a comprometer constructivamente a todos los miembros de la OMC para asegurar que el resultado de Doha contemple sus preocupaciones", dijo el ministro de Comercio de India, Kamal Nath.

Los ministros del Comercio del G-33, liderados por China, India e Indonesia, reclaman en las negociaciones de la OMC (Organización Mundial del Comercio) flexibilidad para moderar el impacto de la importación de algunas mercancías agrícolas como arroz, legumbres y azúcar sobre sus productores, según dijo Nath el viernes,

Jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo —entre ellos el primer ministro británico Tony Blair y los presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, y Thabo Mbeki, de Sudáfrica— concentraron sus esfuerzos en el Foro Económico Mundial en alentar una finalización exitosa de la Ronda de Doha.

Pero en las deliberaciones de Davos se reiteraron las discrepancias sobre los mecanismos para intensificar las negociaciones y sobre quién debía realizar el primer movimiento en el tablero para poner fin al bloqueo en que se encuentran.

El director general de la OMC, Pascal Lamy, suspendió en julio las negociaciones, luego de que los ministros del Grupo de los Seis (que reúne a Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, India, Australia y Japón, en representación de los distintos intereses) no lograran un acuerdo sobre reducción de subsidios y aranceles agrícolas.

Los gobernantes insistieron en Davos en que todos los miembros de la OMC deberían alcanzar pronto la conclusión de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales, lanzada en la Cuarta Conferencia Ministerial de la organización celebrada en 2001 en la capital qatarí.

Un fracaso, alertaron, ocasionará un gran daño en el sistema mundial de comercio.

En una reunión a puertas cerradas en Davos el viernes, presidida por Lamy, Nath informó que muchos países del Sur reclaman una reanudación formal de la Ronda, lo cual, dijo, sería el mejor modo de alcanzar una conclusión "creíble" de la Agenda de Desarrollo de Doha acordada en 2001.

"La Ronda de Doha se trata de ayudar a los países en desarrollo un campo de juego equilibrado en el sistema mundial de comercio, a través de mejoras a las normas y al acceso a los mercados industrializados", dijo el ministro indio a IPS.

Al mismo tiempo, Nath se manifestó sorprendido sobre la cantidad de reuniones realizadas en Davos sobre el comercio de servicios y bienes industriales, sin que las hubiera en materia agrícola, a pesar de ésta es el área más difícil de las negociaciones de la Ronda.

El ministro de Comercio de Sudáfrica, Mandisi Mpahlwa, dijo a IPS que "todos los países africanos quieren un lanzamiento formal de (la reanudación de) las negociaciones de Doha".

Según Mpahlwa, es preciso alcanzar un "resultado multilateral" en las deliberaciones, para después iniciar "negociaciones informales" en que el proceso esté dominado por reuniones bilaterales.

Pero Estados Unidos pretende una mayor intensificación de las actuales negociaciones informales, convocadas por los presidentes de los diferentes grupos de trabajo de la OMC.

La reanudación formal debería postergarse hasta que se constaten avances claros en el actual proceso de consultas bilaterales, particularmente entre los representantes de Estados Unidos y la Unión Europea y entre Estados Unidos e India, en la óptica de Washington.

La falta de disposición del gobierno de George W. Bush a contener sus subsidios en menos de 15.000 millones de dólares anuales es clave en el bloqueo que sufren las negociaciones hoy.

Estados Unidos se manifestó dispuesto, en octubre de 2005, a reducir sus subsidios agrícolas a menos de 22.000 anuales, pero casi todos los miembros de la OMC rechazaron la propuesta porque no representaba mayores cambios. El país norteamericano, por ejemplo, gastó poco más de 11.000 millones de dólares el año pasado en subsidios agrícolas.

La Unión Europea, Brasil, India, Canadá y otros participantes en la negociación insisten en que la demanda estadounidense en destinar a subsidios aun más de lo que hoy paga deja a otros países en desventaja.

De hecho, los subsidios al algodón deprimieron los precios internacionales y perjudicaron a cuatro países de África occidental productores de esa fibra: Benin, Chad, Burkina Faso y Malí.

La representante de Comercio de Estados Unidos, Susan Schwab, ha reiterado su compromiso con la reducción de los subsidios agrícolas, siempre que los productos del país norteamericano accedan a mercados ricos como los de la Unión Europea, Japón y Suiza y a países en desarrollo como China, India e Indonesia.

En ese sentido, Schwab insiste en que la flexibilidad solicitada por el G-33, que incluye la previsión de productos especiales y salvaguardas en los países del Sur, serían una barrera para la producción de Estados Unidos.

Además, Washington exige fuertes recortes en los aranceles de productos agrícolas e industriales en todos los países.

El Sur en desarrollo rechaza la demanda con el argumento de que su implementación pondría en peligro el desarrollo rural y la calidad de vida de sus pobladores, los cuales no pueden postergar más.

"Los países en desarrollo necesitan tiempo y espacio político para mejorar la productividad e ingresos de sus granjeros pobres y eliminar riesgos", indicó el G-33 en su declaración del viernes.

"Es natural que la agricultura siga siendo la clave de las negociaciones, pues más de 1.000 millones de campesinos pobres dependen de ella", consideró Nath. (FIN/IPS/traen-mj/rkd/ld/wd dv if md wt wf md/07)

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