La carrera hacia una vacuna preventiva contra el paludismo parece avanzar a saltos desde esta semana, cuando expertos dieron a conocer en la capital de Tailandia un programa rumbo a esa meta.
Los arquitectos de la denominada "Hoja de ruta hacia la tecnología por la vacuna contra el paludismo" lanzaron su iniciativa este miércoles, al cabo de una conferencia de tres días. Pero al mismo tiempo exhortaron a no exagerar en el optimismo.
"Sabemos que una vacuna es posible, pero, en realidad, todavía estamos gateando y con los ojos cerrados. Esto es un fracaso de la ciencia", dijo a IPS el médico Carlos Morel, director del Centro para el Desarrollo Tecnológico de la Salud con sede en Río de Janeiro.
Los escollos a este desafío que afronta la comunidad médica y científica mundial se atribuyen, en parte, a la naturaleza del parásito que causa el paludismo, también llamado malaria, muy diferente de los gérmenes que causan otras enfermedades infecciosas.
"Hasta ahora, no tenemos una vacuna contra los parásitos. Sólo contra bacterias y virus. Y el parásito de la malaria es muy listo", sostuvo Morel.
La búsqueda de una vacuna también se ha visto bloqueada pro la falta de financiamiento. El paludismo es un asesino implacable de miles de personas en el mundo en desarrollo, mientras la atención de los investigadores se concentra en las enfermedades que afectan al Norte rico.
"Es una enfermedad que no llega a Estados Unidos y a Europa, de donde procede gran parte del financiamiento para investigación y desarrollo", dijo la médica Regina Rabinovich, directora del programa mundial de enfermedades infecciosas de la Fundación Bill y Melinda Gates.
"No es una prioridad mundial, pues no es alentada por el mercado. Depende del financiamiento público", agregó Rabinovich.
Participantes en la conferencia internacional en Bangkok repasaron los avances en el desarrollo de vacunas contra el sida, el dengue, la influenza y el cáncer de cuello de útero, además del paludismo.
Una vacuna contra la malaria probada con éxito en Mozambique quedó al frente de todos los proyectos sobre esta enfermedad, algunos de ellos aún en fase preliminar. "Es una gran candidata para la fase tres. Es la más avanzada", indicó la experta.
Pero otras dos pruebas realizadas en África y Estados Unidos fueron vanas, a pesar de que al comienzo las investigaciones dieron razones para el optimismo, añadió.
A pesar de tales retrocesos, la "hoja de ruta" divulgada esta semana estableció 2025 como plazo para desarrollar una vacuna contra la malaria que "brinde protección contra la enfermedad con una eficacia de más de 80 por ciento (…) y durante más de cuatro años".
El programa ya cuenta con el apoyo de 230 figuras de 35 países, desde médicos y científicos hasta políticos y donantes.
La hoja de ruta establece otro plazo, para 2015, hacia el "desarrollo y licencia de una vacuna de primera generación" con "una eficacia de 50 por ciento contra las variantes más severas de la enfermedad y las muertes", y durante un año.'
"Alcanzar una vacuna de alta protección contra la malaria y ponerla a disposición del público en las áreas afectadas será un verdadero logro de salud pública", dijo la directora de la Iniciativa para la Investigación de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Paul Kieny.
"La hoja de ruta es el primer intento global concertado de establecer un plan de acción compartido", agregó.
La OMS consideró este programa como el producto de más de dos años de trabajo de parte de representantes de 100 organizaciones involucradas en la lucha contra el paludismo.
Al margen de la falta de investigación y de financiamiento, la iniciativa afronta "el limitado involucramiento del sector privado y los inciertos mecanismos para fabricar y distribuir una eventual vacuna exitosa", indicó esta agencia de la ONU.
La OMS calculó que existen más de 30 potenciales vacunas en desarrollo, una cantidad que supera la capacidad de financiamiento para realizar pruebas clínicas, en especial en países donde la malaria es endémica.
África es la región más afectada por el paludismo. Allí viven casi 500 millones de personas infectados por esta enfermedad transmitida por una variedad de mosquito. Cerca de 1,2 millones de personas mueren cada año de malaria en África subsahariana, 90 por ciento de ellas menores de cinco años, según la OMS.
"Una vacuna contra el paludismo nos ha eludido durante mucho tiempo", dijo Kieny. Ahora, al menos, hay un plan. (FIN/IPS/traen-mj/mmm/rdr/wd he sc/06)