El ejército de Estados Unidos citó a la periodista independiente Sarah Olson como testigo en la causa contra el teniente Ehren Watada, quien se negó a combatir en la guerra en Iraq.
"Recibí un citatorio en mi casa", dijo a IPS Olson, de Oakland, en el occidental estado de California. "Es totalmente indignante. El trabajo de un periodista es informar y no testificar en contra de sus propias fuentes", añadió.
Olson entrevistó a Watada a fines de mayo, pocas semanas antes de que se negara formalmente a ir al frente de batalla en Iraq. "Empecé a preguntarme por qué estamos muriendo", dijo el oficial en esa oportunidad.
"¿Por qué estamos perdiendo nuestras extremidades? ¿Para qué? Escuché al presidente y a sus colaboradores decir que estamos peleando por la democracia, que peleamos por un Iraq mejor. Empecé a pensar en esas cosas. ¿Esas son las verdaderas razones por las que estamos ahí y estamos muriendo?", se preguntaba.
"Pero sentí que no había nada que hacer, que este gobierno estaba violando permanentemente la ley en su propio beneficio y que nada los iba a parar", añadió.
A causa de esas declaraciones, Watada fue acusado no sólo de negarse a servir, sino de "desacato a los oficiales" y de "conducta impropia para un oficial" del ejército.
Su corte marcial deberá comenzar a sesionar en febrero en Fort Lewis, Washington.
El ejército también se dirigió, al menos, a otros dos periodistas, Dahr Jamail, colaborador independiente de IPS, y un corresponsal de Honolulu Star Bulletin.
Jamail escribió un artículo sobre el discurso que Watada dio ante la Convención Nacional de Veteranos por la Paz, realizada en agosto, en Seattle, en el noroccidental estado de Washington.
En uno de los documentos de la acusación contra el teniente, el ejército cita comentarios de Watada en ese encuentro y los tilda de "vergonzosos".
"Hoy les hablo de una idea radical, la de evitar una guerra injusta e ilegal, los soldados pueden elegir dejar de luchar", declaró ante los presentes en la Convención.
"Si los soldados se dan cuenta de que esta guerra va contra lo que reza la Constitución, si se revelan y dejan las armas, ningún presidente podrá iniciar jamás una guerra por elección", continuó.
"Cuando decimos 'contra todos los enemigos, internos y externos', ¿qué pasa si los políticos elegidos se convierten en el enemigo? ¿Las órdenes de quién cumplimos entonces?", preguntó.
"La respuesta está en la conciencia de cada soldado, cada estadounidense y cada ser humano. Nuestro deber con la Constitución es una obligación, no una opción", indicó.
La cobertura de Jamail incluyó la colocación de los comentarios textuales del teniente en su sitio de Internet y en el de truthout.org con una breve introducción, además de un vínculo a un vídeo del discurso.
El ejército "no busca las notas de los periodistas ni las transcripciones originales, simplemente quiere verificar la exactitud de lo que cubrieron", dijo a IPS el jefe de Asuntos Externos de Ft. Lewis, Joe Piek, para explicar la citación transmitida a Olson el jueves y las otras que posiblemente se emitan.
"¿Las citas que aparecen en los artículos son una representación fiel de los comentarios?", preguntó.
Más allá de eso, Piek señaló que "la forma en que la parte acusadora maneja el caso es algo que no conozco ni puedo comentar", añadió.
La citación de periodistas como testigos en el caso Watada alarmó a la prensa.
El periodista de televisión Gary Hill, quien preside el Comité de Ética de la Sociedad de Periodistas Profesionales, dijo a IPS que los citatorios forman "parte de un patrón permanente del gobierno federal, cada vez más agresivo en su persecución de la prensa".
En los últimos años, el gobierno federal ha hecho todo para que los periodistas se integren al proceso por el cual se hace cumplir la ley, en contra del código de ética profesional, denunció Hill.
"Los periodistas deben hacer todo lo posible por evitar concurrir a la justicia. Necesitan ser independientes. No debes formar parte del intento del gobierno de juzgar y castigar a una persona por una cobertura que hiciste", señaló.
Hill también considera que la citación de periodistas plantea la duda de si el Pentágono en "realidad está más bien reprimiendo la libertad de expresión sobre este asunto (de la guerra en Iraq) tan importante para desanimar a otros soldados a que hablen".
De hecho, Watada es el único oficial llevado ante una corte marcial por negarse a luchar en Iraq, pero difícilmente sea el único que cuestione la guerra.
Según cifras castrenses, faltan entre 8.000 y 10.000 soldados. No se sabe cuantos están "ausentes sin permiso" por razones políticas o personales.
Pero se cree que cientos de soldados que se oponen a la guerra están en Canadá.
Cien más, que sí está en funciones, solicitaron la retirada de Iraq en el marco de una normativa del Pentágono para quien denuncia prácticas ilegales, la que los habilita a mantener una comunicación reservada con sus representantes en el Congreso legislativo.
"Como estadounidense patriótico, orgulloso de servir a la nación en uniforme, insto, con todo respeto, a mis líderes políticos en el Congreso, a apoyar una pronta retirada del ejército estadounidense y de las bases en Iraq. Permanecer allí no dará resultado y es muy caro el precio que hay que pagar. Es hora de que las tropas vuelvan a casa", reza la petición.
"Es muy raro que un oficial sea acusado de conducta impropia por acciones vinculadas a un discurso", dijo Olson a IPS.
"Lo que pasa es que el ejército está utilizando a los periodistas para armar su caso contra Watada y contra las declaraciones a la prensa. Es muy importante analizar esto desde esta perspectiva", añadió.