No todos los líderes caribeños tienen previsto asistir a la próxima cumbre de dos días del grupo de 79 ex colonias europeas en África, el Caribe y el Pacífico (ACP), que comenzará este jueves en Jartum, a pesar de que en su agenda figuran asuntos clave para la región.
En especial, los caribeños estarán atentos a las discusiones sobre los propuestos Acuerdos de Asociación Económica (EPA) con la Unión Europea (UE) y sobre las últimas amenazas a su debilitada industria bananera.
Fundado en 1975 para promover más estrechos vínculos con Europa, el grupo está conformado por 48 países de África subsahariana, 16 del Caribe y 15 del Pacífico.
En los últimos 30 años, su misión ha evolucionado para buscar una mayor cooperación entre los estados miembros en áreas como comercio, economía, política y cultura.
La cumbre de este año en la capital de Sudán, país envuelto en una guerra civil, tendrá como temas principales de discusión los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio, los EPA, la Ronda de Doha de negociaciones comerciales y asuntos de género y lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Los Objetivos cubren una amplia gama de metas internacionales, incluyendo reducir a la mitad la pobreza extrema para 2015 y forjar una sociedad mundial para el desarrollo entre países ricos y pobres.
El presidente sudanés Omar Hasan Ahmad al-Bashir, señaló que la cumbre, que coincidirá con el 50 aniversario de la independencia de Sudán de Gran Bretaña, revisará los "compromisos que comparte el grupo con su socio, la UE".
Los líderes del ACP procurarán estrechar filas para sobrevivir en un mundo cambiante, caracterizado por nuevos patrones comerciales para la mayoría de sus productos y materias primas.
Los caribeños ya alzaron una bandera contra Ecuador, país que el mes pasado presentó un reclamo formal contra la UE bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la resolución de disputas.
La querella arrastró a las llamadas naciones menos favorecidas, muchas de ellas en América Latina, contra los países del ACP, cuya producción de banano ha gozado por años un acceso preferencial al mercado europeo.
Ecuador, en su reclamo circulado entre todos los miembros de la OMC, señaló que consideraba demasiado alto el nuevo arancel único europeo al banano de 231 dólares por tonelada, alertando que podría hacer que las naciones menos favorecidas perdieran acceso al mercado ante los países ACP.
La UE comenzó aplicar el arancel único en 2006, en reemplazo de un complejo sistema de impuestos y cuotas, para poner fin a la llamada "guerra del banano" de los años 90, que enfrentó a la UE, los productores de América Latina y Estados Unidos.
Pero los países caribeños sostienen que, cuando se comparan los volúmenes del fruto exportado por ambas partes, se puede constatar una gran disparidad en su perjuicio.
El ministro de Comercio e Industria de Dominica, Charles Savarin, dijo que entre enero y junio de 2005, los productores latinoamericanos exportaron 1,5 millones de toneladas de banano a la UE, y 1,6 millones en el mismo lapso de 2006.
Por su parte, "las exportaciones de los países ACP fueron de 367.571 toneladas entre enero y junio de 2005 y de 436.161 toneladas durante el mismo periodo de 2006. Algunos temen que esta acción de Ecuador solo tenga el efecto de reiniciar y reavivar la guerra del banano", añadió.
Los EPA son otro tema de vital importancia para el Caribe, sobre todo porque los negociadores de la región insisten en que cualquier nuevo acuerdo comercial debe tener como prioridad el desarrollo.
Los EPA son convenios de preferencias comerciales recíprocas en el marco del llamado pacto de Cotonou, entre la UE y el ACP. El acuerdo lleva el nombre de la ciudad de Benín donde fue firmado en junio de 2000.
Los convenios propuestos bajo el pacto de Cotonou eliminarían los aranceles a los productos de importación y facilitarían a los países de la UE la venta de bienes subsidiados a las naciones ACP. Se prevé que estos acuerdos hayan sido firmados para diciembre de 2007 y sean aplicados entre 2008 y 2020.
Los países caribeños quieren asegurarse que el desarrollo tenga "una ubicación privilegiada" en las negociaciones, pese a los desacuerdos que prevalecieron en las conversaciones de dos días mantenidas la semana pasada en Bruselas entre representantes de la UE y del Foro Caribeño (Cariforum).
El Cariforum está integrado por 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom), la República Dominicana y Haití.
Antes de la reunión en Bruselas, el director ejecutivo de la Maquinaria Regional de Negociación del Caribe, del Caricom, Richard Bernal, señaló que existían grandes dudas sobre la inclusión del azúcar y el banano en los EPA.
"El azúcar y el banano son verdaderas excepciones. Están sometidos a protocolos especiales y el tema del banano asumió su propia velocidad bajo el mecanismo de resolución de disputas de la OMC, y no podría ser resuelto en tiempo para incluirlo en el texto de los EPA", afirmó.
"Podrían ser incluidos en un acuerdo paralelo que los complemente", dijo Bernal.
En un comunicado conjunto, la UE y los países ACP aseguraron que se estaban logrando progresos en un borrador, pero añadieron que permanecían algunos obstáculos.
La reunión de parlamentarios europeos y de las ex colonias celebrada en Barbados el mes pasado concluyó con un acuerdo para no presionar a los países ACP a firmar los EPA.
La ministra de Comercio Exterior de Barbados, Dame Billie Miller, presidenta del Comité Ministerial Comercial del ACP, expresó su confianza en que ambas partes lograrán un acuerdo aceptable.
"Los ojos del mundo están sobre las negociaciones de los EPA. El sistema comercial multilateral necesita una historia de éxito para mantener credibilidad. La UE y los países ACP puede mostrarle al mundo que es posible llegar a un acuerdo entre 79 países en desarrollo y 25 industrializados", afirmó.