Irán, uno de los mayores exportadores de petróleo, seguirá invirtiendo millones de dólares producto de la venta del crudo para ofrecerle a los automovilistas locales combustible importado y subsidiado.
La Asamblea Consultiva Islámica (parlamento) aprobó la semana pasada, entre fuertes críticas, un pedido del gobierno de Mahmoud Ahmadinejad para destinar unos 2.500 millones de dólares a la importación de gasolina, dejando así sin efecto anteriores planes para reducir más de 2.000 millones de dólares esas asignaciones para el año fiscal que termina en marzo de 2007.
La administración de Ahmadinejad arguye que este país carece de la capacidad suficiente para refinar petróleo y satisfacer la creciente demanda interna de combustible. Críticos señalan que la estrategia tiene el único fin de ofrecer gasolina barata para granjear apoyo popular, cuando esos recursos se podrían volcar en planes de desarrollo.
"El parlamento aprobó una propuesta populista sobre las importaciones de gasolina para satisfacer a las masas. La decisión significa regresar al pasado y continuar con la tendencia del creciente consumo de gasolina", dijo el legislador conservador Gholamreza Mesbahi Moqqadam, miembro del Comité Económico del órgano legislativo, citado por la agencia de noticias iraní ILNA.
"Lamentablemente, los legisladores permitieron que el gobierno importara 5.000 millones de dólares en combustible y le dieron una partida adicional de 1.000 millones de dólares para distribuirlos entre diversos organismos", indicó.
No obstante, la ley presupuestal aprobada el 1 de este mes reduce en 1.000 millones de dólares los 3.500 millones de dólares que el gobierno había solicitado y destina otros 1.000 millones de las ganancias del petróleo a planes de desarrollo, como la adquisición de flotas de transporte, la culminación de obras en aeropuertos, proyectos ferroviarios, de salud y la creación de centros religiosos en pequeños poblados.
Estos fondos, sin embargo, no cubrirán los costos de importación de gasolina hasta fines del año fiscal iraní en marzo próximo, por lo que el gobierno deberá solicitar otra vez el aval parlamentario para usar más recursos.
El parlamento descartó otras opciones, como la racionalización de la gasolina a su actual precio subsidiado o una mejor distribución del combustible nacional.
El pedido del gobierno fue satisfecho por el parlamento a pesar de una gran oposición de reformistas, conservadores e incluso facciones de línea dura.
"Para evitar más importaciones de gasolina, la ley presupuestal para el actual año fiscal establece que el gobierno importe solo 2.500 millones de dólares en combustible al año y racionalice u ofrezca gasolina a dos precios (subsidiado y real)", indicó Moqqadam.
"El gobierno no tiene el coraje de poner fin a las importaciones de gasolina", dijo la Agencia de Noticias de los Estudiantes el parlamentario ultraconservador Mohammad Khoshchehreh, ex aliado del gobierno pero ahora duro crítico de la administración de Ahmadinejad.
Mohammad Reza Mir Tadjeddini, otro legislador de línea dura, sostuvo que los sucesivos gobiernos de Irán se han hecho expertos en sacarle dinero al parlamento.
"Miles de millones de dólares en gasolina seguirán haciéndose humo mientras el país necesita dinero para el desarrollo, la creación de empleos y la solución de los problemas económicos de la población", dijo al diario reformista Etemad.
"Es interesante que la ley recibió críticas de todas direcciones, incluso del propio sector conservador (al que pertenece el gobierno), pero fue finalmente aprobada sin mucho debate", indicó a IPS un observador en Teherán.
"Nadie fue si quiera capaz de defender la ley del gobierno, pues la continuación de la actual situación era tan obviamente dañina e inútil que la apoyaron de todas formas", sostuvo.
"El hecho es que Ahmadinejad tuvo éxito en intimidar el parlamento prediciendo la posibilidad de una inflación incontrolable y una crisis de seguridad nacional con disturbios en las calles si el precio de la gasolina aumentaba o el combustible era racionalizado. También subrayó la necesidad de satisfacer a las masas", añadió.
El consumo de gasolina subsidiada en Irán es de entre 70.000 millones y 80.000 millones de litros al día, más de un tercio de la cual es importada. La demanda crece a un ritmo de 10 por ciento anual, y los iraníes consumen en promedio cuatro veces más combustible que los habitantes de la Unión Europea.
El precio de la gasolina es de casi nueve centavos de dólar por litro, menos de una quinta parte del precio en países vecinos como Afganistán, Turquía y Pakistán. Esta diferencia es la causa de un contrabando anual de 40 millones de barriles de combustible a esas naciones, según la agencia de noticias Fars.