La organización Amnistía Internacional hizo un llamado a sus miembros a enviar cartas al gobierno de Irán pidiendo que se suspenda la lapidación de siete mujeres.
Casi todas estas fueron sentenciadas a muerte por adulterio. Oficialmente, Irán adoptó una moratoria de esta forma de ejecución en 2002, pero Amnistía asegura que las lapidaciones continúan. El grupo recibió informes creíbles de que dos personas habrían sido ejecutadas en mayo.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas señaló que considerar las relaciones extra matrimoniales como delitos criminales no va de acuerdo con los principios internacionales de derechos humanos.
"La sentencia de ejecución por lapidación contradice el compromiso de Irán bajo el artículo 62 de la Convención Internacional sobre Derechos Políticos y Civiles, según el cual las sentencias de muerte se pueden imponer 'sólo para los crímenes más graves'", indicó Amnistía en su llamado este mes.
Bajo la "sharia" (ley islámica), el condenado debe ser enterrado hasta el pecho de manera que sus manos queden atrapadas. Las reglas también especifican el tamaño de las piedras a ser lanzadas. La muerte nunca es inmediata.
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Tanto hombres como mujeres pueden ser sentenciados a muerte por lapidación, pero en la práctica son las últimas quienes reciben esta pena por abrumadora mayoría.
"Ya es tiempo de que esta práctica brutal llegue a su fin. Las personas no sólo son privadas de su derecho a vivir por parte del Estado, sino que además son torturadas en el proceso", dijo a IPS la encargada de prensa para Medio Oriente de Amnistía, Nicole Choueiry.
"Irán debe revisar su legislación como asunto de urgencia para ponerla en línea con los principios internacionales de derechos humanos", agregó.
Según fuentes de IPS en Teherán, los jueces iraníes están obligados por ley a hacer estas sentencias, aunque rara vez se implementan.
Un abogado, que pidió no ser identificado, dijo a IPS que el presidente de la Magistratura iraní, el ayatolá Shahroudi, ha cancelado en varias ocasiones las ejecuciones. Sin embargo, no tiene autoridad para conmutar las sentencias por cadena perpetua
Además de las siete mujeres mencionadas en su informe, Amnistía había expresado su preocupación por otras dos iraníes en riesgo de ser lapidadas.
Según Amnistía, Parisa A. recibió su sentencia de ejecución en 2005, cuando trabajaba como prostituta en la ciudad de Shiraz. Ella asegura que fue obligada a ejercer la prostitución por su esposo debido a que su familia se encontraba en la pobreza. El caso ahora está siendo revisado por la Suprema Corte.
Iran E. fue sentenciada a lapidación por adulterio. El veredicto fue hecho por la Suprema Corte en abril.
Khayrieh V. era golpeada con frecuencia por su esposo por haber tenido una aventura amorosa con un familiar, quien luego terminó asesinado al marido, según Amnistía. Ella fue absuelta del homicidio, pero sentenciada a muerte por adulterio. Se espera ahora que la Magistratura autorice la ejecución.
"Estoy dispuesta a ser colgada, pero no deben apedrearme. Pueden estrangularte, pero es muy duro que te lancen piedras sobre tu cabeza", afirmó Khayrieh, según la organización.
Shamameh Ghorbani fue sentenciada a lapidación por adulterio en junio, luego de que familiares mataran a un hombre a quien encontraron en su casa. Su caso está siendo revisado.
Kobra Najjar, de 44 años, está en inminente riesgo de ejecución, según Amnistía. Ella asegura haber sido obligada a prostituirse por su esposo, un adicto a la heronía que la golpeaba.
"En 1995, tras ser severamente atacada por su marido, le comentó a uno de sus clientes que quería asesinarlo. El cliente habría matado al esposo luego de que ella lo llevara a un lugar pactado", indicó la organización.
El cliente también fue sentenciado a muerte, pero fue perdonado por la familia de la víctima, que recibió una compensación.
Soghra Molai fue sentenciada a 15 años de prisión por complicidad en el asesinato de su esposo Abdollah en enero de 2004, y condenada a muerte por adulterio. Ella afirma que su amante fue quien asesinó a su marido. Su novio fue sentenciado a la horca por homicidio, luego de recibir 100 latigazos por "relaciones ilícitas".
En mayo de 2005, una corte de Teherán sentenció a Fatemeh a pagar una retribución por su complicidad en un homicidio y a ser lapidada por haber tenido "relaciones ilícitas" con un hombre llamado Mahmoud. Su esposo fue sentenciado a 16 años de prisión por complicidad en el homicidio. Su caso está siendo revisado por la Suprema Corte.
Además de estas mujeres, funcionarios de Amnistía dijeron estar preocupados por el destino de Ashraf Kalhori y Hajieh Esmailvand, también sentenciadas a lapidación por adulterio.
* Con aporte de Kimia Sanati, en Teherán.
