En la misma plaza de esta ciudad sudafricana en la que Nelson Mandela pronunció su primer discurso tras salir de prisión y se realizaron protestas antiapartheid, esta semana se disputan los partidos de fútbol en el marco de la Copa Mundial de los Sin Techo 2006.
Unos 500 participantes de todo el mundo participan desde el domingo y hasta este sábado en la cuarta edición de este torneo, que pretende ofrecer bastante más que emoción y ser una vitrina de talentos futbolísticos.
Los organizadores esperan motivar a los protagonistas del juego a escapar de la vida precaria que llevan en las calles y por eso el lema del campeonato es "48 naciones, un gol".
La idea de este mundial surgió en la conferencia anual de 20001 de la Red Internacional de Periódicos Callejeros, con sede en Glasgow. Se trata de publicaciones creadas para ayudar a las personas sin techo, permitiéndoles quedarse con una porción de las ganancias al vender los diarios.
Harald Schmied, editor de la publicación austriaca Megaphon, y Mel Young, cofundador de The Big Issue Ecotland, buscaban la forma de reunir a personas sin techo y marginados de la sociedad de distintas partes del, y encontraron la excusa: el fútbol.
"Es como un lenguaje universal", dijo Richard Ishmail, director ejecutivo de The Big Issue Sudáfrica, anfitrión del torneo de este año. "El fútbol moviliza a la gente. Luchar contra la falta de vivienda es conectarse con la sociedad, formar equipos y trabajar en conjunto. De eso se trata este deporte", apuntó.
Por cierto que el fútbol fue lo que movilizó a la estrella del equipo de Namibia, Ataka Jansen, en la Copa de Edimburgo de los Sin Techo 2005.
Tras su fracaso escolar, Jansen deambuló por las calles de la costera ciudad namibia de Swakopmund robando, cometiendo atracos y tomando. Entonces conoció a un vendedor de la versión de su país de The Big Issue y decidió ponerse a vender diarios, hasta que finalmente llegó a participar en la edición del mundial de 2005.
"No mucha gente tiene la oportunidad de representar a su país", indicó. "Me siento increíblemente orgulloso", añadió.
La experiencia vivida por Jansen en Edimburgo lo llevó a mejorar su situación, "Realmente quería mejorar mi vida. No quería ser más el mismo Ataka", comentó luego.
Así fue como le dijo adiós al delito, de una vez por todas, tras su regreso de Escocia y encontró un trabajo de aprendiz de mecánica gracias a The Big Issue. "La Copa me dio un nuevo espíritu para mejorar", dijo Jansen a IPS.
Esta experiencia no es la única. Una investigación realizada después de la Copa de 2005 mostró que 77 por ciento de los jugadores mejoraron sus vidas tras su participación en la competencia de varias formas: encontraron trabajo, dejaron las drogas y el alcohol, reanudando sus estudios, y resolvieron problemas de alojamiento.
"Los entrenamiento regulares contribuyen a que los jugadores desarrollen hábitos más saludables. Es más, al integrar un equipo aprenden a ser responsables y disciplinados", señaló Mattieu Rukoro, coordinador de desarrollo social de The Big Issue Namibia.
El "aspecto lúdico" también es importante, añadió. "Viajar al extranjero, hacer nuevos amigos y recibir el aliento de miles de personas eleva la autoestima de los jugadores. Estos muchachos siempre fueron invisibles y de repente se fijan en ellos".
El caso de Angus Okanume es otra historia exitosa.
Okanume nació en Nigeria y aún adolescente se refugió en Austria por temor a la persecución religiosa. Su vida tuvo un punto de inflexión cuando consiguió un lugar en el equipo de los sin Techo de Austria, que obtuvo la Copa en 2003.
La cobertura que le dio la prensa al equipo triunfador contribuyó a generar oportunidades varias para los jugadores involucrados. Para Okanume eso significó poder aprender alemán y volver a estudiar, además de conseguir un puesto en un club de fútbol semiprofesional en una de las ligas regionales del país, la FC Graz.
"La Copa me motivó mucho, quería realmente cambiar mi vida", dice Okanume en el sitio de Internet de la Copa Mundial.
Doce participantes de la Copa 2005 subsisten gracias al fútbol, ya sea como entrenadores o jugadores en equipos profesionales o semiprofesionales.
Jansen, capitán del equipo de Namibia 2006, puede ser el próximo. Justo antes de partir rumbo a Sudáfrica le dijeron que Civics, el equipo que ganó el torneo de la primera liga de ese país el año pasado, puede ofrecerle un contrato.
"La Copa Mundial de los Sin Techo es una prueba de que el deporte, en nuestro caso el fútbol, tiene enorme potencial de crear oportunidades reales y duraderas", señaló Young, actual presidente del torneo.
La competencia en Ciudad del Cabo promete ser la mejor, con el doble de países representados que en anteriores oportunidades.
Los 48 equipos participantes proceden de los más diversos países, desde Afganistán, Australia, Brasil, Estados Unidos, Italia, hasta Ucrania. En total hay 13 países africanos representados.
Más de 10.000 personas sin Techo participaron en las etapas previas al torneo mundial, en las competencias de preselección y en las ligas de fútbol callejero.
Aun aquellos que están en las tribunas experimentan un cambio en sus vidas.
"La Copa afecta la vida de muchos de nuestros voluntarios y espectadores que ven a las personas sin techo de otra forma, mucho después de culminado el torneo", señala Ishmail.
Pero también alertó de las consecuencias de la Copa Mundial de los Sin Techo en la vida de los jugadores, señalando que en último caso no hay soluciones rápidas a la falta de vivienda y los problemas que ésta conlleva: "salir de la pobreza y de la calle es un proceso que lleva su tiempo". ***** + SOCIEDAD-ARGENTINA: Un mundial de fútbol para la dignidad (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=30509) + Red Internacional de Periódicos Callejeros, en inglés (http://www.street-papers.org/) + Mundial de Fútbol de los Sin Techo 2006 (http://www.homelessworldcup.org/content/tournament)
(FIN/IPS/traen-vf/dm/tb/af cv cr pr mf/06)
