TERRORISMO: Sociedad civil dividida

El terrorismo es objeto de profundas discrepancias dentro de la sociedad civil, que salieron a la luz en la sexta Asamblea de la Alianza Mundial por la Participación Ciudadana Civicus, iniciada este jueves en Glasgow.

Estaba previsto que sería así. No hay una visión única al respecto, del mismo modo que no hay una única sociedad civil.

Existen diferencias entre organizaciones religiosas y laicas, entre las grandes y las pequeñas, entre las del Norte industrializado y las del Sur en desarrollo, entre las árabes y las demás, dijo Yuri Dzhibladze, presidente del no gubernamental Centro para el Desarrollo de la Democracia y Derechos Humanos, de Rusia.

"Se pueden ver las diferencias de opinión en el acento que las organizaciones de la sociedad civil ponen en el terrorismo y en el antiterrorismo. A los que argumentamos que las medidas antiterroristas son tan peligrosas como el terrorismo mismo, nos dicen que no tenemos ningún interés en combatirlo", explicó.

El énfasis que muchas organizaciones ponen en los peligros asociados al la lucha contra el terrorismo les está haciendo perder respaldo público.

"En muchos países, la población está preocupándose cada vez más por el terrorismo. Cada vez respaldan más las medidas gubernamentales en vez de escuchar a las organizaciones de la sociedad civil que sugieren que el gobierno no está cumpliendo correctamente con su trabajo", señaló Dzhibladze.

"En cambio, los gobiernos están logrando convencer a las personas de que están haciendo bien las cosas", sostuvo.

En Rusia, las organizaciones no gubernamentales han logrado enfrentarse con leyes que pretenden limitar su ámbito de acción.

"Pero entonces, el gobierno desató un escándalo de espionaje que sugirió que muchas organizaciones no gubernamentales eran financiadas por agencias de inteligencia", indicó Dzhibladze.

"Su trabajo comenzó a relacionarse directamente con asuntos de seguridad. Esto resultó muy dañino. Mucha gente que no sabía nada de ellas ahora cree que representan una amenaza", comentó.

Las organizaciones de la sociedad civil pretenden debatir "hasta qué punto los esfuerzos para combatir el terrorismo y la legislación están obstruyendo la democracia". Los expertos marcaron las diferencias, respecto de este flagelo, existentes entre la sociedad civil y los gobiernos.

En esta conferencia en Glasgow participan representantes de más de 700 organizaciones de la sociedad civil, asociaciones, fundaciones privadas y otros grupos de unos 90 países que integran la red Civicus.

"Alcanzar un equilibrio sensato y socialmente aceptable entre seguridad y libertad" es objeto de "un debate muy exigente y lleno de matices", explicó el consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Geoff Prewitt.

"Difícilmente se encuentren soluciones simples, pues las respuestas dependen mucho del contexto. La mayoría de las veces se rigen por la emoción, la historia, la cultura, los sistemas de valores y otras interacciones humanas complejas", agregó.

Al respecto, Prewitt aclaró a IPS que estaba dando su punto de vista personal y no el de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El consultor del PNUD sostuvo que las "agresiones bilaterales" reducen el espacio para instituciones como la ONU.

"Todo país o territorio que albergue a 'terroristas sospechosos' está sujeto un ataque del acusador. No se considera necesario contar con el respaldo de la ONU, aunque lo más sorprendente es que los líderes occidentales no están teniendo en cuenta a su propio electorado".

La guerra en Iraq que ignoró la opinión pública fue un ejemplo de ello, indicó. La sociedad civil se vio directamente afectada por el cambio de escenario.

"La frontera, antes visible entre los esfuerzos para el desarrollo y las preocupaciones geopolíticas, se desdibuja cada vez más. La Cruz Roja Internacional, la ONU y otras organizaciones similares han sido víctimas de violentos ataques y su neutralidad en zonas de conflicto se erosiona".

Los donantes no están respondiendo proporcionalmente a las necesidades de las poblaciones en términos de las verdaderas necesidades asistenciales. "Nuestras contribuciones en efectivo se han politizado y polarizado", añadió.

Ministros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), entre cuyos 30 miembros figuran todos los países del Norte industrial, "han ampliado sus criterios de ayuda al desarrollo para incluir actividades relacionadas con la seguridad a costa de los esfuerzos centrados en combatir la pobreza".

Las organizaciones de la sociedad civil han sido forzadas a comprometerse con "sus socios, actividades y posturas", según Prewitt.

"Cada vez están más renuentes a formar asociaciones amplias, debido a la legislación antiterrorista que puede provocar el congelamiento de sus fondos ", indicó Prewitt.

Ante esa presión, las organizaciones de la sociedad civil están ofreciendo una variedad de respuestas.

En los muchos foros mundiales de estas organizaciones no se ha logrado alcanzar un punto de vista común o un consenso para las acciones a tomar en materia de terrorismo.

Algunos participantes tienen la esperanza de que esta asamblea de la sociedad civil defina las medidas concretas a seguir. Pero nadie quedará sorprendido si esto no sucede. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe