España está dando un nuevo y amplio impulso a la cooperación internacional para un desarrollo sostenible, coincidieron en señalar integrantes del gobierno y dirigentes de organizaciones no gubernamentales.
El secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Juan Pablo de Laiglesia, dijo este martes a IPS que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero no solamente está cumpliendo su compromiso de aumentar los presupuestos, sino que también elevó la calidad del trabajo de los cooperantes.
El funcionario destacó la aprobación en el Consejo de Ministros del Estatuto del Cooperante, que "fue elaborado en consenso y con la participación de todas las partes, incluyendo a las organizaciones no gubernamentales".
Por su parte, David Álvarez Rivas, presidente de la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo-España (CONGDE), manifestó a IPS su satisfacción por la aprobación del Estatuto y porque por primera vez en la historia de este país el gobierno haya actuado convocando a las asociaciones civiles para trabajar en una norma de ese tipo.
Ahora, adicionó, se trata de que se cumpla.
De Laiglesia indicó que así se cumplió otro de los compromisos electorales, que se suma al aumento de la ayuda oficial para el desarrollo. "Cuando asumió este gobierno, en abril de 2004, los fondos representaban 0,24 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero en 2005 subieron a 0,31 por ciento y este año será de 0,35 por ciento", auguró.
Esto se logrará, aclaró, a pesar de que la reestructuración contable dispuesta por la Unión Europea subió un punto más el PIB de España en 2005, lo cual significa que, en caso de haberse mantenido la anterior estructura contable, el porcentaje de la cooperación habría superado 0,31 por ciento".
Zapatero se comprometió en su programa electoral a que en una segunda legislatura, si gana las elecciones previstas para 2008, España cumplirá con el compromiso de dedicar a la cooperación al menos 0,7 por ciento de su PIB. Esta meta de los países industrializados fue dispuesta en 1970 por la Organización de las Naciones Unidas, pero muy pocos la cumplen.
El Estatuto aprobado el viernes, explicó De Laiglesia, beneficiará a los aproximadamente 1.400 cooperantes españoles que cumplen su tarea en al menos 63 países en desarrollo "y dignificará su trabajo".
Datos oficiales indican que, entre otros lugares, 58 por ciento de ellos están en América Latina, 20 por ciento en África subsahariana, 11 por ciento en Asia oriental y siete por ciento en el Magreb y Medio Oriente.
Esos cooperantes y los que se vayan incorporando se beneficiarán con un seguro colectivo, que les permitirá tener una cobertura sanitaria lo más equiparable posible a la de España.
Cuando regresen al país tendrán derecho a inscribirse como desocupados en los servicios públicos de empleo, lo que les permitirá cobrar el seguro laboral correspondiente. También recibirán fondos para compensar los gastos específicos por su traslado al extranjero, con una retribución complementaria a la que les suministren las organizaciones no gubernamentales.
Sin abandonar la prioridad que tiene América Latina en la cooperación española, se prestará gran atención a África, manifestó el secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
En ese continente, subrayó, la situación es cada vez más dramática, "porque al subdesarrollo y carencia de productos básicos, en muchos de los países se añaden circunstancias climatológicas particularmente adversas, que hacen que proliferen las hambrunas y catástrofes naturales".
Pero, prosiguió, "hay algunos elementos esperanzadores, como la recuperación de la tranquilidad política en África occidental, el fortalecimiento de las instituciones multilaterales regionales y la atención, cada vez más importante, que la comunidad donante aplica al cumplimiento de los objetivos del milenio a ese continente".
En la actualidad, 20 por ciento de la ayuda oficial para el desarrollo de España se destina a África y para los próximos meses está prevista la apertura de oficinas técnicas de cooperación en Addis Abeba, en Cabo Verde y en Somalia.
Sobre la XVI Cumbre Iberoamericana, convocada para el 27 y 28 de octubre en Montevideo, De Laiglesia cree que un papel importante jugará la reunión previa convocada por la Secretaría General Iberoamericana para agosto en España, en la que se analizará el tema de las migraciones, que será el lema central del encuentro de jefes de Estado y de gobierno.
Al respecto recuerda que "siempre existió una relación intensa entre las sociedades de uno y otro lado del océano Atlántico. En una época el lujo era hacia América Latina y ahora el rumbo se ha revertido y hay que prestarle mucha atención porque es un fenómeno que tiene implicaciones sociales, económicas e incluso políticas muy importantes".
A la pregunta de si esas implicaciones son negativas, el funcionario español contestó que no. Porque, puntualizó, "esos procesos tienen elementos constructivos, muy positivos, que tenemos la responsabilidad de aprovechar en beneficio de la construcción de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que todos queremos construir".
Pero, agregó, "hay que trabajar desde la regulación de los inmigrantes y la ampliación de las normativas para regular los flujos, pasando por el control de la inmigración ilegal y el tráfico de personas, un subproducto desgraciadamente asociado muchas veces".
"La corresponsabilidad en el desarrollo y la participación de las comunidades inmigrantes, tanto desde el país al que emigran como en el propio, es global, ya sea de los ciudadanos como de los gobiernos y de las organizaciones de la sociedad civil", añadió.
De Laiglesia comentó que las remesas son el fruto del trabajo de los inmigrantes "y son ellos los que deben decidir su destino, aunque es responsabilidad de los gobiernos facilitar los mecanismos de envíos para que la intermediación no las merme".
"También hay que estimular a los receptores para que, además del consumo, faciliten mecanismos en sus colectividades para que en la medida de lo posible los beneficios sean extensibles a toda la comunidad".
