El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, llamó a jefes de Estado, ministros, donantes, industriales y organizaciones rurales a apoyar una transformación de la agricultura de África, afectada por una acelerada pérdida de nutrientes de los suelos.
Al hablar el jueves durante una reunión de líderes mundiales sobre el desarrollo de África, celebrada en la sede de la Fundación Rockefeller, en Nueva York, el mandatario adelantó los planes que presentará en la Cumbre Africana del Fertilizante, que se realizará entre el 9 y el 13 de junio en Abuja.
El encuentro tiene el propósito de analizar la crisis de la salud del suelo del continente y adoptar estrategias para revitalizar la agricultura africana.
El plan de Obasanjo requerirá 64.000 millones de dólares anuales, con el fin de reducir a la mitad la inseguridad alimentaria de África para 2015, también una de las metas de los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio, acordados en 2000.
El presidente se mostró confiado en que ese dinero puede ser obtenido a través de la ayuda oficial al desarrollo (ODA), el alivio de la deuda externa, el combate a la corrupción, el fortalecimiento del comercio y las inversiones extranjeras directas.
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"La agricultura debe ser el motor del crecimiento en África. El continente debe pasar a ser autosuficiente en la producción de alimentos", sostuvo Obasanjo, quien también preside el Comité de Implementación de la Nueva Sociedad para el Desarrollo de África (Nepad), de la Unión Africana.
La base de la producción de alimentos en África, el suelo, está perdiendo nutrientes esenciales para los cultivos, alertó un nuevo estudio divulgado el jueves, en conjunción con el llamado de Obasanjo.
El estudio "Producción agrícola y extracción de nutrientes del suelo en África", realizado por el Centro para la Fertilidad del Suelo y el Desarrollo Agrícola (IFDC, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos y activa en más de 150 países, sigue la evolución del salud del suelo africano entre 1980 y 2004.
Los agricultores de África subsahariana tradicionalmente limpiaban la tierra, plantaban pocos cultivos y luego se trasladaban a otras zonas, dejando que la ya usada recobrara fertilidad. Pero las presiones implícitas en el crecimiento de la población ahora obligan a los agricultores a cultivar cosecha tras cosecha en las mismas tierras, lo que reduce los nutrientes del suelo, señaló el presidente de IFDC, Amit Roy.
Al tener poco acceso a fertilizantes, los agricultores cuentan con cada vez menos tierras aptas.
"Puedes comprar una Coca Cola en cualquier aldea africana, pero, en algunos lugares, los agricultores tienen que caminar más de 40 kilómetros para comprar un fertilizante o semillas", dijo Roy a IPS.
"Cuando los agricultores plantan los mismos campos temporada tras temporada, y no pueden pagar para remplazar los nutrientes del suelo usados por sus cosechas, el suelo literalmente pierde vida", añadió.
La crisis del suelo es la principal causa de la pobreza y el hambre en África subsahariana, donde una de cada tres personas sufre desnutrición, según el informe.
Cerca de 33 por ciento de la población subsahariana está desnutrida, comparada con seis por ciento en África septentrional y 15 por ciento en Asia. La mayoría de las personas desnutridas están en el este de África, donde son más altos los índices de extracción de nutrientes de los suelos, dice el informe.
Más de 60 por ciento de la población africana participa en forma directa de la agricultura, pero la productividad de las cosechas permanece estancada.
"Para alimentar a nuestro pueblo, debemos antes alimentar nuestro suelo", dijo Obasanjo en Nueva York.
Aumentar la productividad de los cultivos es clave para alimentar una población que se espera crecerá a 1.800 millones de personas para 2050.
En Asia, la producción agrícola aumentó gracias a los fertilizantes.
El uso de fertilizantes en territorio africano es menos de 10 por ciento que el de Asia. Esto explica las tendencias opuestas entre ambos continentes, indica el informe.
"Tres cuartas partes de las tierras de labranza de África están siendo gravemente degradadas, al punto de que no pueden producir una tonelada de cereal por hectárea. Esto es apenas 30 por ciento de la producción de Asia y América Latina", dijo Roy.
"El pequeño país de Bangladesh usa más fertilizantes que toda África subsahariana", agregó.
África importó unas 43 millones de toneladas de cereales a un costo de 7.500 millones de dólares en 2003. Solo los países subsaharianos, excluyendo a Sudáfrica, importaron 19 millones de toneladas a un costo de 3.800 millones de dólares.
Mientras, se extraen de los suelos africanos cada año nutrientes valorados en más de 4.000 millones de dólares.
El IFDC prevé que, de no cambiar la situación, el continente africano, para 2020, importará más de 60 millones de toneladas de cereal al año.