La preocupación de los mercados del mundo industrializado por los posibles recortes de suministros desde el Sur, en el corto y mediano plazo, impulsó los precios del petróleo al cierre de esta semana hasta casi tres dólares menos de su récord histórico.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), marcador estadounidense, se cotizó este viernes en Nueva York hasta 67,50 dólares por barril de 159 litros, 67 centavos sobre la cotización de la víspera, acercándose al récord de 70,85 dólares alcanzado el 30 de agosto de 2005.
En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, referencia europea, trepó aún más, 82 centavos por barril, para venderse a 66,05 dólares la unidad. Su precio más elevado se registró también en agosto de 2005, y fue de 68,89 dólares.
Los promedios semanales fueron de 65,34 dólares para el barril de WTI, 63,90 dólares para el Brent y 58,43 dólares para la cesta de 11 crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela. La oficina gubernamental venezolana señaló las mismas causas que los operadores de mercado en las capitales del Norte: impulsaron el alza la situación en Nigeria, la disputa entre Irán y los países occidentales por su programa nuclear y las amenazas de la red terrorista Al Qaeda de llevar a cabo nuevos ataques en Estados Unidos.
También, la disminución de la producción de Rusia por las bajas temperaturas en Siberia, y la posibilidad de que la OPEP reduzca su oferta si al llegar la primavera boreal observa que caen los precios.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y produce cerca de 30 millones de barriles por día, alrededor de 35 por ciento de la demanda mundial.
La Organización estimó este viernes, en su informe mensual, que la demanda petrolera global crecerá en 2006, con una media de 84,8 millones de barriles por día, es decir 1,9 por ciento o 1,6 millones de barriles diarios más que el promedio de 2005.
El informe registra las expectativas de crecimiento de las principales economías del planeta, de 3,2 por ciento en Estados Unidos, de 1,6 por ciento en la llamada zona euro (los 12 países de la Unión Europea con moneda común), de dos por ciento en Japón y de 8,5 por ciento en China.
Mientras hay expectativas de crecimiento económico y mayor demanda de energéticos, llegan señales de que puede dificultarse o reducirse el flujo de hidrocarburos desde algunos países productores.
Una fue la difusión el jueves en primer lugar por la cadena de televisión árabe Al Jazeera, con sede en Qatar, de un vídeo en el que la presunta voz del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, amenaza a Estados Unidos con nuevos ataques.
Otra señal es la creciente crispación entre Irán y las potencias occidentales después que ese país decidió continuar su programa nuclear, a riesgo de que el caso llegue al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y se debata sancionar al país asiático.
En el horizonte está la respuesta que Irán, segundo productor de la OPEP después de Arabia Saudita, daría a la imposición de sanciones y, en un caso más extremo, el conflicto progresaría si sus instalaciones nucleares son atacadas militarmente.
Irán "evoca recurrir al arma petrolera, lo que sería muy eficaz en la actual situación de mercado, sin excedentes en los suministros y con una perspectiva de crecimiento de la demanda para 2006", apuntó un estudio de la firma británica de corretaje Sucden.
Por otra parte, Irán pidió a la OPEP que reduzca en un millón de barriles diarios su actual cuota de producción, 4.037.000 barriles por día, a partir de abril.
La OPEP "no descarta reducir su producción desde el segundo trimestre de 2006", cuando se estima que decaerá la demanda, indicó el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.
El grupo podría acordar en su reunión ministerial del 31 de enero en Viena una reducción de dos millones de barriles diarios en su oferta global.
Otro frente de problemas de suministros provino de Nigeria, donde los sindicatos advirtieron este viernes que paralizarán las labores si la violencia continúa en la zona petrolífera del delta del Níger.
Milicias rebeldes en la zona han efectuado atentados y amenazan con atacar directamente a empleados petroleros, por lo que el consorcio angloholandés Shell, que actúa en la zona, cerró la extracción de 221.000 barriles diarios, 10 por ciento de la producción de Nigeria, el quinto proveedor extranjero de Estados Unidos.
En Rusia, por otra parte, las temperaturas más bajas en medio siglo que han soportado algunas regiones impactaron instalaciones productoras de petróleo y gas.
Una consecuencia fue que el precio del gas se elevó más de 20 por ciento en mercados como el de Londres, donde se cotizó este viernes a 12,30 dólares el millón de unidades térmicas británicas (BTU).