La gripe del pollo, originada en Asia y llegada a Turquía en las últimas semanas, podría tener todavía algunas «desagradables sorpresas escondidas», advirtieron autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"No creo que la actual crisis mundial derive inevitablemente en una pandemia", si se toman medidas cuanto antes, señaló el director regional del organismo para el Pacífico Occidental, Shigeru Omi, aunque llamó a todos los gobiernos a estar alerta.
"Sí, la situación es muy grave y se pone cada vez peor, pero todavía está en nuestro poder cambiar el curso de esta enfermedad", dijo el jueves durante un encuentro de expertos en Japón.
Turquía se convirtió en el último país víctima de la enfermedad cuando dos personas murieron este mes con sus síntomas.
Entre diciembre de 2003 y el 10 de este mes, 78 personas murieron y al menos 150 fueron hospitalizadas en Asia a causa de la también llamada influenza aviar.
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Se espera que en una próxima conferencia sobre la gripe del pollo en Beijing, el 17 y 18 de este mes, la comunidad internacional se comprometa a destinar unos 1.500 millones de dólares para tomar medidas destinadas a impedir una pandemia, dijo a periodistas el miércoles en Nueva York el coordinador internacional de la OMS contra la influenza aviar, David Nabarro.
Las donaciones se necesitan sobre todo para ayudar a los países pobres a implementar sus programas sanitarios y diseñar controles más efectivos.
Más de 90 países y agencias como la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), fueron invitados al encuentro, auspiciado por el gobierno de China, el Banco Mundial y la Unión Europea.
No obstante, Nabarro aclaró que esa cifra, calculada por el Banco Mundial, no es definitiva.
"Ni por un segundo estoy diciendo que los montos de los que estamos hablando son todo lo que necesitamos", señaló.
Se espera que Estados Unidos contribuya con una "parte razonable del total", y otros países no tradicionalmente donantes, que Nabarro no nombró, otorguen sumas altas.
"La mayoría de los países están al tanto de la gravedad de la situación y de la necesidad de brindar dinero a los países pobres", subrayó el funcionario.
"En los últimos meses ha tomado forma una genuina coalición global. Algunas de las naciones más ricas unieron fuerzas con las agencias donantes y organismos especializados para ofrecer asistencia a los países afectados", destacó Omi en Tokio.
"Si logramos una rápida respuesta, tendremos posibilidades de detener la propagación del virus antes de que la situación se vuelva incontrolable", pero si los esfuerzos fallan, "las consecuencias para las sociedades, las economías y la salud pública mundial podrían ser incalculables", alertó.
La gripe del pollo afecta a todo tipo de ave. Estos animales sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. El mal, conocido desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.
En los seres humanos, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, pude desarrollarse neumonía.
Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la H5N1 es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética.
"Como lo muestran los nuevos casos de infección humana con la cepa H5N1 en Turquía, la situación se agrava, y mes a mes crece el riesgo de una pandemia", dijo Omi.
Pese a las malas noticias de las últimas semanas, Nabarro destacó algunos logros desde su último informe, presentado en noviembre de 2005.
"En los últimos dos meses, las cosas en verdad comenzaron a moverse. Los países aceleraron su respuesta y se prepararon para enfrentar una pandemia y su impacto", señaló.
Nabarro destacó el programa de inmunización de aves en Vietnam, así como los esfuerzos para contener el virus en China e Indonesia. También elogió a Turquía por poner en práctica un avanzado sistema de tratamiento apenas se detectaron los primeros casos.
No obstante, señaló que "todavía hay mucho por hacer" y llamó a los países afectados y a sus vecinos a estar preparados para una pandemia.
"La infraestructura debe estar preparada para entrar en acción", mientras que los servicios veterinarios, los laboratorios y los equipos de expertos tienen que estar listos para intervenir "en forma rápida y efectiva", subrayó Nabarro.
"Una demora en alguna parte de la cadena, aunque sea de un par de semanas, podría tener graves consecuencias y permitiría que el virus se propague a través del movimiento normal de aves o personas hacia otras comunidades y otros países", añadió.
También destacó la necesidad de una campaña masiva de comunicación, para informar al público sobre los peligros de la gripe del pollo.
"El público general necesita estar bien informado sobre los peligros de tocar, jugar y por supuesto comer ciertas aves infectadas", indicó.
La propagación de la cepa H5N1 a Kazajstán, Ucrania, la península de Crimea, Rumania y ahora Turquía indica que el virus se traslada hacia el oeste con las aves silvestres migratorias.
"Hemos aprendido que estamos tratando con virus que no sólo es muy resistente, sino también extremadamente inestable e impredecible", señaló Omi.
Aún no está claro si la cepa H5N1 es capaz de mutar de forma que pueda transmitirse entre humanos. Nabarro señaló que no había evidencias de ese tipo de contagios en Turquía hasta ahora.