Manifestaciones contra el Foro de Davos, la conferencia de líderes de empresas, políticos y economistas neoliberales que se realiza cada año en ese centro turístico alpino, se desplegaron este fin de semana en varias ciudades de Suiza.
El principal acto de este sábado se efectuó en la pequeña localidad de Reconvilier, al noroeste del país, donde centenares de sindicalistas desfilaron en protesta por la decisión de la empresa propietaria de la fundición Swissmetal Boillat de cerrar el establecimiento.
El desfile de los trabajadores, acompañados de sus familiares, refleja la resistencia "ante la arrogancia y la influencia del poder económico", dijeron los dirigentes de las organizaciones que promovieron la manifestación.
Durante la semana venidera se realizarán otros actos de oposición al Foro de Davos en Berna, la capital suiza, y en ciudades como Basilea, San Gall, Lucerna, Coire, Thun, Berthud y Lugano.
La conferencia de Davos, organizada por el Foro Ecoómico Mundial (FEM), se celebra del 25 al 29 de este mes.
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El aspecto más significativo de estas manifestaciones es que por primera vez, en los 34 años de vida de la conferencia del FEM, los actos de protesta se realizan fuera de la propia ciudad de Davos, ubicada en el cantón de Grisón, al sudeste de Suiza.
Daniele Jenni, del Partido Ecologista de Suiza, explicó a IPS que se vieron obligados a renunciar a las protestas en el mismo escenario del Foro porque "de hecho, durante el FEM, no rigen en Davos los derechos fundamentales y mucho menos, el derecho de manifestación".
Davos y todo el cantón de Grisón es una zona "policialmente ocupada durante este período" describió Jenni, quien desde Berna coordina las acciones de protesta de organizaciones de izquierda en todo el país.
Para realizar en estos días una manifestación en Davos es necesario someterse a controles policiales antes de ingresar en la zona y luego inscribirse en un registro de "extremistas" del servicio de prevención de la policía federal suiza, sostuvo el activista.
Esas condiciones "son inaceptables", enfatizó. Sobre todo, porque no se pueden ejercer los derechos fundamentales, como los del disenso y de la manifestación, después de haber pasado por "esos procedimientos indignos", dijo.
Los opositores a la reunión anual del FEM le califican de "foro privado, donde una elite formada por hombres poderosos (y muy pocas mujeres) se dedica a dictar las prioridades políticas y a discutir los grandes negocios", resumió Iris Widmer, de Attac Suiza.
Widmer sostuvo que cada día se puede ver las consecuencias de esas políticas, en la guerra contra Iraq, en la pobreza y el hambre de numerosos países del Sur, en la destrucción de la seguridad social en los países del Norte, el desempleo masivo, la destrucción del ambiente, y también en los beneficios sin precedentes que obtienen las compañías transnacionales.
Jenni sostuvo que el Foro de Davos expone la intención "de los ricos y los poderosos del mundo" de hacer valer sus intereses, "los intereses del beneficio y del poder en detrimento de la mayoría de la población del mundo, sobre todo del Tercer Mundo".
Con las manifestaciones que comenzaron este fin de semana en Suiza, se pretende demostrar que "existe una resistencia contra eso, que esa tendencia al beneficio no puede ser aceptada como algo natural", dijo Jenni.
Attac Suiza realizará por séptimo año consecutivo su conferencia denominada El Otro Davos, para discutir las propuestas de grupos de base alternativos y estimular las movilizaciones sociales contra el FEM, informó Widmer a IPS.
Attac es un movimiento internacional, creado en Francia en 1998 pero con ramificaciones en casi todo el mundo, que se pronuncia por el control democrático de los mercados financieros y de sus instituciones.
El Otro Davos se efectuará el viernes 27 en Zurich, con la participación de Nahla Chahal, directora de una asociación de investigadores árabes en Francia, y de Tania Quiroz Mendieta, activista contra la privatización del agua en Bolivia.
A la conferencia de Attac Suiza asistirá también Jay Arena, militante de grupos de base y pacifistas de Estados Unidos, quien informará de las dificultades que afrontan los pobladores pobres de la ciudad de Nueva Orleans castigados por el huracán Katrina.
La conferencia discutirá la "guerra contra la pobreza" declarada por los responsables de las políticas neoliberales y de las guerras imperialistas, dijo Widmer en referencia a la campaña lanzada por el Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo en la cumbre celebrada en la localidad escocesa de Gleneagles, en julio de 2005.
Widmer dijo que los conferencistas analizarán si esa "guerra contra la pobreza" del Grupo de los Ocho "no es únicamente una nueva forma de dominación imperialista del Norte sobre los países del Sur".
Pero a la par de esas tendencias que representa el Foro de Davos, crece una resistencia a la ideología de la privatización y del mercado, advirtió Jenni.
Eso se nota claramente en América Latina, por ejemplo en Venezuela y en el caso más reciente de Bolivia, donde no se acepta más esa ideología propagada en las décadas del 80 y el 90, dijo.
Por eso, resulta significativo que los hasta ahora centros tradicionales de la economía y de las grandes empresas, como Davos, ya no están más solos en el mundo, insistió el coordinador de las protestas.
