Las movilizaciones de grupos de la sociedad civil de todo el mundo para oponerse a la sexta conferencia ministerial de la OMC en Hong Kong comenzaron en esta ciudad suiza con una manifestación ciudadana crítica del proceso de liberalización comercial que promueve esa institución.
Una alianza internacional, denominada Red Mundial de la Sociedad Civil, se propone obstruir las negociaciones impulsadas por la OMC (Organización Mundial del Comercio), que deberían culminar en la conferencia de Hong Kong, entre el 13 y el 18 de diciembre.
La agenda de las negociaciones de la OMC incluye la apertura de mercados en los rubros de servicios, productos industriales, propiedad intelectual y el más controvertido de la agricultura, entre otros.
El objetivo fundamental de la sociedad civil es impedir la concertación de esos acuerdos que "forzosamente serán perjudiciales para los pueblos del mundo, tanto del Norte como del Sur", dijo Olivier de Marcelluz, miembro del Foro Social del Leman, que agrupa a entidades de centros urbanos ubicados alrededor de ese lago, en la Suiza occidental.
Por el contrario, la Ronda de Doha, como se denomina al actual proceso de negociaciones porque fue lanzado en 2001 en la capital Qatar, no tiene otra finalidad que reforzar a las compañías transnacionales, sostuvo Alessandro Pelizzari, portavoz de la Alianza Ginebrina de los Pueblos, una coalición de un centenar de grupos que organizó las manifestaciones de este sábado.
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Las grandes potencias comerciales han utilizado la OMC para extender y consolidar el control de las transnacionales sobre las actividades económicas y sociales en áreas que trascienden el comercio, insistió De Marcelluz.
Entre esos ámbitos figuran el desarrollo, las inversiones, la competencia, los derechos de propiedad intelectual, la prestación de servicios sociales, la protección ambiental, las migraciones y las compras gubernamentales, explicó.
De Marcelluz aclaró que al ganar las calles con la protesta, la sociedad civil no descarta otras vías, como las parlamentarias.
"Sin embargo, bien se sabe que aquí, como en todas partes, las elites políticas de la derecha son dominantes y lamentablemente gran parte de la izquierda, como Pascal Lamy, un supuesto socialista, ha tomado partido por ese programa liberal. Entonces, es el movimiento popular en las calles el que puede detener esa maquinaria", dijo De Marcelluz a IPS.
Lamy, una figura destacada del Partido Socialista francés, se desempeña desde el 1 de septiembre como director general de la OMC. Uno de los carteles enarbolados por los manifestantes mostraba la leyenda "Pascal Lamy du capital", que en francés se puede leer también como "Pascal, el amigo del capital".
La marcha de Ginebra, que comenzó frente al edificio sede de la OMC y recorrió una extensa zona de la ciudad, contó con participación de delegaciones de países europeos y de otros continentes. Entre los activistas figuraban representantes de partidos y agrupaciones políticas de izquierda, pero también de organizaciones humanitarias, como Oxfam, y ambientalistas, como Greenpeace.
Un representante de la Federación Mundial Luterana radicado en Haití, Michael Kuehn, transmitió la preocupación de las iglesias que son "testigos del empobrecimiento de los pueblos de todo el mundo" a causa de la aplicación de las políticas de ajuste estructural.
"La mundialización económica como se presenta actualmente no funciona para nosotros ni para los pueblos que nos preocupan. Y uno de sus elementos centrales, el comercio, no es una cuestión solamente económica, pues afecta la vida y el sustento de los pueblos", comentó Kuehn.
El religioso describió el cuadro de pobreza dominante en Haití, agravado por el colonialismo y la globalización. "Por ese motivo, el comercio justo es un desafío moral para nosotros, una responsabilidad que no podemos rehuir", dijo a IPS.
Los organizadores de la manifestación dijeron que la concurrencia de público, unas 3.000 personas, había colmado sus expectativas. "Ha sido un éxito porque este año es difícil movilizar contra la OMC, pues es un tema algo abstracto", explicó Pelizzari a IPS. La gente está preocupada de las luchas sociales en sus países, insistió.
La presencia de varios miles de personas muestra que, así como hemos podido combatir por ejemplo en el referéndum de este año en Francia contra la Constitución europea, se puede también, a través de la OMC, hacer frente a la liberalización forzada de los mercados, dijo.
La Alianza Ginebrina de los Pueblos realizará nuevas protestas ante la sede de la OMC cuando se reúna la semana próxima el consejo general, el máximo organismo de la institución, y se den cita en esta ciudad ministros de comercio de los países más determinantes en las negociaciones.
Las discusiones sobre la Ronda de Doha, y en particular del capítulo agrícola, cobraron impulso esta semana, y algunos negociadores confían en que avanzarán aún más en los encuentros entre ministros previstos para los días 19 y 20.
Las movilizaciones de la Red Mundial de la Sociedad Civil proseguirán en otros países y culminarán con una congregación de activistas internacionales durante la conferencia de Hong Kong.
Ruperto Aleroza, del Kilusang Mangingisda, el movimiento de pescadores artesanales de Filipinas, dijo a IPS que su grupo se dispone a fletar un barco para trasladar en esa fecha activistas de su país a Hong Kong.
"Recogeremos firmas para respaldar un documento que presentaremos a la OMC con nuestras demandas y, con otros grupos afines, pensamos hacer un desfile de barcos hacia Hong Kong" explicó.
Los pequeños pescadores de Filipinas afrontan el problema de la importación de pescado subvencionado "a precios inferiores a los nuestros. Nuestra captura no se vende porque los consumidores prefieren el pescado más económico de otros países", dijo Aleroza.
El papel de la OMC debería ser la promoción en nuestro país de la agricultura mediante programas de desarrollo rural. Eso significaría proteger los manglares en lugar de destruirlos para establecer granjas de piscicultura. De esa manera, nuestro ámbito de pesca es profundamente alterado, relató.
En las próximas semanas, Kilusang Mangingisda y otras organizaciones filipinas comenzarán campañas de divulgación popular, mediante caravanas de vehículos que recorrerán distintas zonas, para hacer conocer los reclamos contra la OMC, agregó.